Esa tarde.

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Llegamos a nuestras casas en la tarde del domingo, al entrar fui directamente a la sala y me encontré a un Isaac con cara de asco y a un Anthony abrazando la cintura de Darlyne con un brazo mientras que el otro lo tenía encima del hombro, y sus labios pegados a los de ella, "Guacala", pobre de mi hermanito que seguro sufrió esa clase de escenas todo el fin de semana.

No pasó mucho hasta que me aclaré la garganta ruidosamente, haciendo que estos se separen y los tres me miren. Isaac con diversión, Anthony con miedo y mi cuñadita bella con ¿Vergüenza?

Mi hermano pequeño viene a abrazarme y yo recuerdo que, aunque hacía frío, sudé un montón y no me había bañado antes de venir, pero no podía negarme a un abrazo suyo.

-¡Que suerte que vienes! Ya no podía soportarlos un minuto más. –dice entre susurros.

-¿Y por qué no fuiste a tu cuarto?

-La película me gustaba. –dice con inocencia.

Solo le acaricié el rubio cabello y le sonreí. Isaac es el único parecido con papá, Anthony y yo somos una copia casi exacta de mamá. Eso a mi hermanito menor lo hizo el favorito de papá, y aunque no lo demuestre mucho, nos ama a los tres.

Mi hermano mayor y su novia me estaban mirando, no les pensaba decir nada, nada malo, obviamente.

-H-hola Kar, ¿Qué tal el campamento? –dice entrecortadamente, amo cuando se pone nervioso, es como esos chicos de las series y siempre me hace reír.

-Hola An, hola Darlyne, estuvo muy divertido, gracias por preguntar. –digo con una sonrisa en la cara. –¿Qué tal aquí?

-Pues todo bien, gracias por preocuparte Kar. –se relajó, aunque Anthony sabe casi todo de mí, nunca distingue mis sonrisas sarcásticas y actuaciones en situaciones como esta.

-Claro que me preocupo, recuerda lo que te dije antes de irme. –tragó grueso, lo diré hasta el cansancio, adoro cuando pasa eso –Ahora, si me disculpan, voy a bañarme, los veo al rato. –termino de decir guiñándole un ojo a Isaac y yendo hacia mi habitación, extrañaba mis mantas calentitas y mi cómodo colchón.

Busqué un pijama –no me importaba que esté Darlyne, no pensaba salir de mi cuarto. –y me metí a bañar, el agua caliente que caía por mi piel era una de mis sensaciones favoritas, me quedé en la ducha cantando y bailando a la par que me bañaba.

-¿Qué hago ahora? –me digo a mi misma una vez vestida con mi hermoso pijama de Harry Potter.

-Podrías empezar con bajarle el volumen a tu voz, chica casi me dejas sordo. –escucho la voz de mi hermanito a mi lado y casi me da un paro cardiaco.

"Exagerada" Dice mi subconsciente. "Cállate mejor" "Tú cállate" "Nop" "¡Bien, me callaré yo!" "Ja ja, te gané" "Deberías ir al psicólogo, estás hablando, sola, en tu mente"

-¡Casi me matas del susto Isaac! –le digo luego de unos momentos. Estúpido subconsciente.

-Ay, eres una sensible. –Dice mi hermano, ¿qué tienen en mi contra hoy?

-Bien, no te discutiré, ¿Qué pasa Isa? ¿Debo ir a romperle algo a Darlyne? –hablaba en serio, con mi hermanito nadie se mete.

-Nah, solo me aburría mucho, y escucharte cantar fue gracioso así que me quedé aquí. ¿Hacemos algo entre hermanos? –este niño es una ternura cuando le da gana.

-Bien, ¿qué quieres hacer pequeño?

-Veamos una peli. Pero yo elijo, tú siempre elijes las más aburridas.

-Eso me dolió, pero acepto, últimamente no sé qué ver.

-¡Yujuuu! –exclama y se tira a mi cama.

Aurora Boreal ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora