Nueva Escuela

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Esa noche, recibí varios mensajes de Tobías y Axel, decidí ignorarlos y apagar mi teléfono; lo único que quería en ese momento era pensar en que había pasado. Volví a ver la casa de Axel por mi ventana, la luz de su habitación se hallaba encendida, sabía que era la de él porque me lo dijo en una video llamada. Según leí en las notificaciones, había llegado a su casa a medianoche, y que luego, cuando iba a dormir, escuchó mi pelea con Anthony y se preocupó mucho, Tobi dijo lo mismo, pero él había llegado a su casa apenas unos minutos antes que yo.

Era la peor hermana del mundo, ¿cómo podía decirle eso? Después de todo lo que él había hecho por mí. Pero, aun así, ese no era mi pensamiento principal; el asunto del viento estaba en mi cabeza, ¿era ese sueño real o seguía soñando? Yo ya no entendía que estaba pasando, pero estaba segura de que mi hermano no me perdonaría nunca, jamás lo había visto tan triste, no desde que mamá y papá le dijeron que debían irse de casa por un trabajo muy importante y que como no podíamos ir con ellos, él debía hacerse cargo de nosotros hasta que volvieran... nunca volvieron, pero aun así nos mantenían y amaban desde su lejanía.

Seguía sin creer lo que había hecho, cuando me prometí que haría lo que fuera para que en su cara nunca vuelva a aparecer esa mirada, yo misma la había causado.

Las horas pasaban y en mi cabeza se acumulaban pensamientos de mi hermano sin volver a hablarme, de culpa y un montón de preguntas de que había pasado en el salón.

Llegó la mañana del primer día de clases y como no dormí nada, decidí ir antes yo sola, me imaginaba que mi An no querría verme ni en fotos. A eso de las cinco de la mañana bajé de mi cuarto hasta la cocina para prepararme el desayuno, siempre me gustó cocinar, las personas que ayudaban en casa me enseñaban cuando era pequeña, siempre me gustó aprender cosas nuevas, así que yo se los pedía, no porque sea algo que debía aprender o algo así.

Me hice un plato de panqueques y acompañé con una taza de café, terminé de comer rápido y fui a lavar lo que usé; subí a mi cuarto para bañarme y lavarme los dientes, al terminar fui hasta el armario a buscar el uniforme diario del colegio, que consistía en una camiseta de mangas cortas blanca con cuello que tenía los bordes de las mangas azul oscuro y un pantalón también azul, que tenía unas líneas más claras en los costados; como hacía frío me puse una chaqueta gris, un gorrito blanco y unos guantes del mismo color. Me puse los zapatos y fui a acomodar el resto de cabello que estaba fuera del gorrito. Terminé a las seis y media, debía estar en el colegio a las ocho de la mañana, y si iba a ir caminando debía salir a las siete, pero a esa hora despierta Anthony así que decidí salir entonces, para no tener que verlo, la vergüenza y el arrepentimiento me consumían.

Agarré la mochila, el celular y los auriculares, salí de mi cuarto silenciosamente otra vez, bajé las escaleras y fui directamente a la puerta, tenía mi propio juego de llaves así que lo saqué de la mochila, abrí la puerta y salí lo más rápido que pude. Al estar afuera sentí un escalofrío recorrerme la espalda y a mis pelos ponerse de punta, hacía mucho más frío del que creía, me arrepentí de haberme puesto esa simple chaqueta y no los abrigos grandes, decidí dejar de quejarme y empezar a caminar.

Luego de caminar media hora, me encontraba perdida, no había pensado en que no conocía nada aparte del parque al cual iba con Tobi, no sabía qué hacer, decidí que no podía llamar a mis hermanos, solo me quedaban tres personas, pero Dan entraba a un colegio diferente, lo que me dejaba a Tobi y Axel, pero de seguro estaban enojados porque no les respondí.

Decidí llamar a Axel, es más rencoroso que Tobi y de seguro no me atendería, pero él tenía auto y ya se estaba haciendo tarde.

Me sorprendí cuando respondió al primer tono.

En la llamada.

Axel: ¡Scarlett! ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Qué pasó ayer?

Aurora Boreal ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora