Observé la hora y me sorprendí al ver que ya eran más de las doce de la noche. Había tenido que quedarme en la oficina para acabar el papeleo de hoy si no quería que se me acumularan más cosas para el día siguiente. Habían pasado dos semanas desde lo ocurrido con Jaehyun en la fiesta y yo no había tenido el valor ni de mirarlo ni de hablar con él. Por otro lado ahora hacía un turno de tarde-noche porque, sinceramente, detestaba levantarme temprano y había pedido el cambio. Algunas veces coincidía con Donghyuck y otras tantas con Lucas puesto que los horarios iban rotando.
Me levanté de mi asiento y recogí el informe de las ganancias y pérdidas de esta semana para poder dejarlo en la oficina de Jaehyun. Ya no tenía excusa para evitar verlo, no quedaba nadie en la oficina y no podía pedirle a alguien más que entregara el papeleo por mí.
Durante el tiempo en que había dejado de dirigirme a Jaehyun él parecía estar algo más irritado de lo normal y se había enfadado varias veces por errores tontos de mis compañeros de trabajo.
La última vez que eso sucedió se quitó la chaqueta del traje y la dejó encima de un escritorio, hizo lo mismo con su corbata y con mucha lentitud de arremangó la camisa hasta los codos. Jiyeon, que estaba sentada en su silla, se encogió aún más cuando él pasó un brazo por el respaldo de esta y con la otra mano cogió el ratón para intentar solucionar el estropicio que había hecho ella al confundir las entregas de sangre por mucho que hubiera intentado arreglarlo antes de que Jaehyun se diera cuenta. Incluso desde mi sitio pude ver las venas hinchadas de sus brazos y cómo su ceño fruncido acentuaba su intensa mirada sobre el ordenador. Por suerte la pérdida de dinero por su error no fue mucha, Jaehyun le dio una advertencia pero ella no se dejó intimidar más, suficientemente enfadaba estaba consigo misma al haberse equivocado como para dejar que él la hiciera sentirse peor. Sin duda aquella faceta de él me dejó terriblemente trastocado y con un problema en mis pantalones que oculté estirando mis piernas bajo el escritorio hasta que se pasara.
Por esto mismo me quedé congelado al llegar a la puerta. No quería molestarlo cuando tenía cosas por hacer y mucho menos al no querer darle una respuesta a la pregunta que me había hecho tiempo atrás. Según Donghyuck tenía que hacerme de rogar hasta que Jaehyun perdiera los estribos.
—Pasa, Johnny.— Dijo su profunda voz desde el otro lado haciéndome estremecer.
Tragué saliva con algo de nerviosismo, dejaría los papeles con rapidez e intentaría no mirarlo demasiado a los ojos para poder irme pronto, ellos no dormían pero yo sí necesitaba hacerlo. Abrí la puerta cuidadosamente y entré para después cerrarla detrás de mí.
No lo mires, tratalo formal, es tu jefe, nada más. Entra, deja los papeles y vete.
—Aquí tienes el informe, Yoonoh, buenas noches.— Susurré sabiendo que él podía oírme perfectamente.
Dejé los papeles en su escritorio sin levantar la vista e hice una pequeña reverencia dispuesto a irme de allí.
—¿Ahora soy Yoonoh? Quien diría que un hombre como tú tendría tan pocos modales, ¿Acaso no te han enseñado que debes mirar a los ojos de la persona con quien hablas?—Contestó él logrando que me detuviera en el acto.
Levanté la mirada con lentitud y contemplé sorprendido como su sonrisa, generalmente amable, era más bien traviesa. Casi de manera inconsciente observé su cuerpo sentado tras el escritorio, su pecho presionando su camisa blanca y sus manos jugando con un bolígrafo, mientras su intensa mirada recorría mi anatomía de igual forma.
—Lo siento, no volverá a ocurrir.— Respondí intentando no ponerme más nervioso de lo que ya estaba, si lo miraba de más caería en sus redes de nuevo.
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No Manners | Jaejohn
FanfictionBleed Out es la empresa más importante de manejo de sangre humana y animal. La convivencia con los vampiros no resulta un problema para la mayoría, tampoco lo es para Johnny quien ha conseguido un puesto en esta misma. Pero para ser sinceros... Él n...