Capítulo 8

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Johnny

—Ya empieza a dolerme la espalda de estar sentado tanto rato.— Murmuré mientras me estiraba.

Aquel día había coincidido con todos por lo que me sentía algo más cómodo que cuando me tocaba horario de noche (aunque de eso tampoco podía quejarme ya que Jaehyun siempre se despedía de mí con un fogoso beso en esos días).

—No te quejes tanto que por ahí viene Jaehyun y como te escuche te la vas a cargar.— Me respondió Donghyuck mientras se levantaba para ir a imprimir un documento.

Me asomé para poder comprobar las palabras de Hyuck y efectivamente vi a Jaehyun unas cuántas mesas más allá hablando con algunos de mis compañeros, lo suficientemente alejado como para no oír mis palabras. Así que no tenía de qué preocuparme.

Sin embargo pude notar su mirada sobre mí varias veces, lo cierto es que volvía a ser viernes y yo debía cumplir con mi parte del trato pero no sabía cuándo sería puesto que mi turno acababa a las cuatro de la tarde y después me iría a mi casa. Podía notar en su ceño fruncido que estaba algo irritado, por la falta de sangre suponía. Al fin y al cabo por mucho que se alimentaran con nuestra comida eso nunca llegaría a llenarlos y satisfacerlos.

Iba vestido con un traje algo distinto a los habituales en negro, azul o a rayas. Este tenía un estampado en dorado y negro y debajo de la chaqueta no llevaba absolutamente nada. Parecía más el líder de una mafia que jefe de una multinacional. Más de uno estábamos babeando por lo bien que le sentaba su vestimenta. Estaba empezando a irritarme esto de calentarme tan fácilmente con tan solo verle. ¡Por favor, yo no era ningún adolescente ya!

Me dio una última mirada desde la lejanía antes de encerrarse en su oficina nuevamente. Estaba seguro de que salía de su cueva solo para verme, porque le había preguntado a Jiyeon y me había confirmado que era raro que saliera tanto de su oficina siendo que antes no lo hacía.

Iba a volver a ponerme con la distribución de pedidos locales cuando el característico sonido del ascensor al llegar a nuestra planta sonó. En busca de cualquier excusa para retrasar un poco más mi trabajo, miré hacia el ascensor curioso de quién podría ser ya que no faltaba nadie.

En cuanto él salió del ascensor automáticamente la mayoría de los presentes dejaron de teclear en sus ordenadores. Cabello rojo, ojos de un brillo particular y un corte en la ceja. Era el mismo que había conocido en el club al que había ido hacía ya tres semanas.

El vampiro observó la sala con gesto analítico y cuando su mirada se cruzó con la mía se detuvo. Sonrió de lado de manera algo pícara y se acercó a mí con paso firme. Era tan atractivo como lo recordaba y más aún ahora que podía verlo con claridad y no con las inconstantes luces del club.

Giré mi silla de ruedas para poder levantarme y saludarlo correctamente (por mucho que no supiera qué se suponía que hacía en un lugar como este) pero cuando él llegó a donde yo estaba puso su índice sobre mi cabeza y me obligó a que no me moviera.

—Cuánto tiempo, te he estado buscando.

—¿Qué haces tú aquí? ¿Y por qué estarías buscándome?— Pregunté algo desconcertado sintiendo mis orejas arder.

Su contextura era delgada y su piel parecía fina y delicada pero había algo en su mirada que me advertía que tuviera cuidado con la forma en como lo trataba.

—Exacto, ¿Qué haces tú aquí?— Preguntó una molesta Jiyeon situándose a mi lado con rapidez.— No trabajas en Bleed Out, sino yo lo sabría y no dejamos que cualquiera entre así nomás.

—Oh, disculpa mis terribles modales. Me llamo Lee Taeyong, es un placer volver a verte, querida pero por ahora solo quería hablar con este bonito de aquí... Tenemos cosas pendientes.— Respondió él dejándome aún más confundido si cabe.

¿Volver a verla?

—¡Me importa una mierda quien seas! Será mejor que te vayas y dejes a Johnny en paz si no quieres problemas.

Doyoung y Yuta se situaron a mi otro lado de repente al escuchar como Jiyeon levantaba la voz notablemente más enfadada.

—Con que te llamas Johnny, me gusta.— Dijo él guiñándome un ojo mientras me sonreía con coquetería provocando que me sonrojara.— Y más te vale que ni se te ocurra volver a gritarme, niñata.— Su rostro cambió a uno serio en una fracción de segundo al levantar la mirada para contestarle a ella.

Fue la primera vez que vi a Jiyeon flaquear frente a alguien puesto que ella se quedó callada al instante y asintió bajando la cabeza. El destello rojo de los ojos de Taeyong desapareció casi tan rápido como había aparecido para volver a mirarme.

Había un silencio sepulcral en toda la planta, lo único que se oía era mi respiración algo agitada. Taeyong acarició mi mandíbula con delicadeza antes de poner su pulgar sobre mi labio inferior mientras acariciaba mi cuello (más concretamente donde estaba situada mi yugular) con su índice y dedo medio.

La puerta de la oficina de Jaehyun se abrió bruscamente en aquel momento y mi jefe salió de allí intentando simular una calma que no tenía. Cuando llegó a donde estábamos nosotros y miró lo que Taeyong estaba haciendo pude notar por el rabillo del ojo como apretaba sus puños.

—Perdona, pero no está permitida la entrada al edificio a personal no autorizado. Me tengo que tendrás que irte.— Dijo con voz amable mientras contrariamente a sus palabras apartaba de manera brusca la mano de Taeyong de mí.— Y deberías saber que está terminantemente prohibido la extracción de sangre directamente de los humanos.

El pelirrojo rió de forma sarcástica antes de mirarlo levantando una ceja.

—Deberías aplicarte tus mismas palabras, chico. Tampoco es que haya venido a jugar con tu... Capricho. Y he vivido lo suficiente como para saber controlarme... Por la única sangre que volviera a perder el control sería la de Jiyeon... Si es que siguiese siendo humana. Nunca había probado mejor sangre que la de ella.— Respondió dejándonos a todos boquiabiertos.

¿Él había sido quién había convertido a Jiyeon en vampira? ¿Hacía cuántos siglos? ¿Por qué? Según lo que me había comentado Jiyeon ella no recordaba nada de su vida como humana ni de hacía cuánto que la habían transformado.

Taeyong sonrió por el resultado causado gracias a sus palabras y se inclinó hacia mí para dejar un beso en la comisura de mis labios y otra en mi cuello, dejándome completamente petrificado.

—Debería llamar a la policia porque desde que te vi robaste mi corazón.— Comentó Taeyong como si estuvieramos solos haciéndome reír por lo bajo y a Jaehyun bufar.

—Si te lo querías ligar podrías haber sido más original.— Dijo malhumorado Jaehyun al tiempo que Taeyong se despedía de mí con la mano y caminaba hacia el ascensor nuevamente.

—Créeme, mocoso, no hay vampiro más original que yo. Nos veremos pronto, Johnny, ha sido un placer volver a verte.

Y con esas últimas palabras Taeyong se fue dejando detrás de él un gran caos puesto que las puertas del ascensor se cerraron una oleada de conversaciones se oyeron simultáneamente. Yo sentía mi rostro arder, Taeyong me había caído bien pese a su actitud altanera. Yuta y Doyoung habían ido a hablar con Jiyeon tratando de hacer que reaccionara mientras que Jaehyun parecía a punto de explotar.

Bastó dos palmadas de su parte para que todos se callaran de una vez.

—No hay nada que comentar, seguid trabajando que para eso estáis aquí. Johnny, acompáñame a mi oficina ahora mismo.— Dijo aquello último entre dientes y sin siquiera mirarme.

Santa mierda.

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Hooolap, aquí vuelvo con un capítulo nuevo, espero que os haya gustado.

¿Opiniones sobre Taeyong?

Hasta pronto 💞

PD: este capítulo se lo dedico a _wavywaves por ayudarme siempre a idear mis historias.

No Manners | JaejohnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora