Capítulo 4

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Johnny

Me estiré en mi asiento y cerré un momento los ojos para poder relajarlos, estaban algo irritados de tanto mirar la pantalla que tenía frente a mí.

—Johnny, ven un momento.— Dijo Doyoung desde su lugar.

Le agradecí mentalmente el poder descansar la vista mientras me levantaba de mi asiento y rodeaba la mesa pasando por al lado de Donghyuck que me dirigió una sonrisa traviesa antes de llegar a la mesa de Doyoung.

El vampiro en cuestión no dejó de teclear, sacando levemente su lengua por la concentración, dejándome allí plantado a su derecha.

—Lleva esa documentación a la oficina de Jaehyun, por favor, yo no puedo hacerlo ahora mismo y los necesita.— Musitó él frunciendo el ceño por alguna razón desconocida para mí.

—Pero...

—No estás en posición de negarte, solo haz tu trabajo.— Me cortó él haciéndome suspirar.

Adiós a mi plan de evitar a Jaehyun para no ponerme cachondo en el trabajo. Bien... Tan solo debía procurar no mirarlo demasiado. Misión imposible tratándose de semejante escultura digna de haber sido tallada por un artista del neoclasicismo.

Cogí con cuidado la pila de papeles que había junto a él y me encaminé hacia aquel lugar prohibido que se suponía que no iba a volver a pisar.

Respiré profundamente para calmar los latidos de mi corazón, que aproximadamente el ochenta por ciento de mis compañeros estarían escuchando, y me detuve frente a la puerta. Por suerte o por desgracia para mí, esta se abrió por dentro dejándome ver a mi odiosamente sexy jefe.

Este no se percató de mi presencia hasta que casi choca conmigo debido a que estaba concentrado escribiendo algo en su teléfono móvil.

—Oh, Johnny, perdona, pasa, justamente iba a buscar esos papeles. Hace media hora que se los pedí a Doyoung.— Dijo él con una bonita sonrisa, haciéndome pasar.

Mierda, era exageradamente perfecto ese tipo. Su traje negro se adaptaba encantadoramente a su cuerpo haciéndome imaginar cosas que no venían a cuento en aquel instante.

Cerró la puerta detrás de mí y cogió los papeles para después indicarme que aguardara un momento. Aparté la mirada de él cuando empezó a hojearlos y observé a mi alrededor, viendo lo impoluta que estaba la oficina. Había otra chaqueta colgada tras la puerta, algo más larga y de un bonito tono marrón beige. La luz entraba tenue por la ventana, haciendo del ambiente algo muy agradable y luminoso.

—Le dije que no necesitaba esto, la próxima vez se lo encargaré a Yuta. — Susurró con cierto tono molesto, llamando mi atención.— ¿Puedes devolverle esto a Doyoung?— Continuó, esta vez dirigiéndose a mí, mientras me tendía los papeles restantes.

Asentí, pues las palabras no me salían y al cogerlos hice una pequeña mueca de dolor. Torpe como pocas veces era, me había cortado el dedo índice con una de las hojas. Ya me había girado hacia la salida pero la profunda inspiración de Jaehyun detrás de mí me detuvo y me hizo temblar. Era un vampiro experimentado y trabajaba en una empresa con despensas llenas de sangre, seguro que una gota de la mía no le afectaría en absoluto.

—Déjame ver eso.— Susurró su voz más grave y ronca que antes.

Debo admitir que casi tiro todo al suelo. Con incertidumbre me di la vuelta y tragué intentando no emitir sonidos alguno. Su mirada se había oscurecido y sus movimientos se habían vuelto, de alguna forma, más lentos y precavidos.

Alcé mi mano, sosteniendo los papeles con la que no estaba herida y le enseñé el índice que ya empezaba a gotear un poco.

—No te preocupes, ahora iré al baño y me lo limpiaré...

Cogió con delicadeza mi mano y observó el pequeño corte con concentración antes de que hiciera lo que menos me esperaba. Metió mi dedo en su boca y lamió mi sangre dejándome estupefacto. Alzó la mirada y el batir de sus pestañas casi me deja inmóvil. El calor de su boca mientras succionaba con cuidado me envió corrientes por todo mi cuerpo haciéndome pensar en lo satisfactorio que sería tener su boca en otras partes de mi anatomía.

Retiré rápidamente mi dedo y lo miré sintiendo mi respiración más agitada que antes. Le pedí disculpas en un susurro y salí de allí tan rápido como pude. Mierda, solo era mi segundo día de trabajo y ya sabía que no iba a sobrevivir mucho más. ¡Era totalmente innecesario que hiciera eso! Jodido vampiro sexy.

Dejé con descuido los documentos sobre el escritorio de Doyoung y me dirigí al baño para poder encerrarme allí todo el tiempo que hiciera falta. Fui demasiado consciente de las miradas que me dirigieron los demás vampiros, no solo por el olor a sangre que debía tener sino por el de excitación también. Porque soy débil y ese hombre me trae mal, a estas alturas no sabía si se trataba solamente de su amabilidad o de una descarada forma de coquetear conmigo. Las miradas, las sonrisas y su desquiciante forma de tocarme que hacía que mi interior ardiera en llamas.

Lavé mi rostro que estaba algo sonrojado y cogí algo de papel para envolver el dedo con este, en mi escritorio tenía tiritas (Taeil me había cargado con un montón de cosas que según él eran necesarias para el trabajo) así que después me pondría una.

Cuando me hube calmado un poco salí de allí algo más sereno y me dispuse a sentarme, no sin antes oír la risa de Jiyeon y Hyuck. Me puse la tirita, que al parecer era de lunitas, y tiré el papel en la basura antes de suspirar. Miré la hora en el reloj, a penas las doce y yo ya tenía ganas de marcharme a mi casa a comer helado como si no hubiera un mañana.

—Pst, Johnny.— Escuché a mi derecha.

Lucas sonrió por encima de la pequeña pared que nos separaba y me tendió un papelito en el cual había su número de teléfono y un "escríbeme". ¿Acaso me estaba coqueteando? Iba a decirle algo pero él me indicó con señas que hiciera lo que ponía allí, así que simplemente me resigné y agendé su número en mi teléfono.

¿Pasa algo?
12:03

Sí, bueno, verás... Me gusta una persona y quería saber si podías ayudarme con eso. 😣
12:04

Lucas, me siento halagado, de verdad.
12:04

Sabía que podía contar contigo. Ahora bien, ¿Podrías presentarme a Jiyeon? Llevo tiempo aquí como becario pero nunca me he atrevido a hablarle y como veo que te llevas bien con ella pensaba que podrías hacerme ese favor.
12:04

No, no me estaba coqueteando a mí.

Claro, no hay problema, cuando vayamos a comer busca alguna excusa sobre que no tienes sitio o algo así y te sientas con nosotros ¿Sí?
12:06

¡Genial! Muchísimas gracias, Johnny 💖
12:06

Me reí por lo bajo antes de negar con la cabeza. Ese chico era demasiado tierno, ya me había percatado de ello al día anterior, era muy simpático y bondadoso. Me había contado que vivía a las afueras de la ciudad con sus perros y que tenía un pequeño huerto ya que su familia era muy humilde y antes se ganaban la vida con ello, pero que gracias a su esfuerzo en los estudios había podido entrar como becario aquí y que con el salario que le daban había conseguido pagarle un pequeño apartamento a sus padres. Él se había quedado con la casa y allí seguía con el legado familiar porque le recordaba a su niñez. En el escritorio tenía una foto de sus cachorros y de él con un sombrero de paja, me alegraba saber que ellos lo hacían feliz y que, a pesar de todo, no se sentía solo.

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Hooolap, hasta aquí el capítulo de hoy. Espero que os vaya gustando la historia. Lucas me pone soft, es un baby.

Hasta pronto 💞

No Manners | JaejohnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora