Jaehyun
Eché mi pelo hacia atrás intentando calmar mi frustración y excitación. La había liado demasiado. No es como que me preocupara la reacción de Johnny por lo que había hecho, pero sí el hecho de que su sangre había sido como un chute de adrenalina para mí. Era realmente delicioso tal y como lo había imaginado el día anterior al conocerlo y haberme percatado de ese aroma tan especial que arrastraba consigo.
Suspiré de nuevo y miré mis pantalones al notar como me apretaban más de lo normal, me estaba sofocando. No solo la sangre de Johnny era adictiva sino que él también era sexy, un buen partido sin duda... Si no fuera mi empleado.
Mordí mi labio inferior, dudando sobre seguir o no, dándome ya igual que estuviera en mi hora laboral, ese humano había conseguido excitarme con nada y menos. Desabroché el botón de los pantalones de mi traje y cuando iba a bajar el cierre la puerta de mi oficina se abrió bruscamente. Me detuve en el acto, aún sabiendo que el escritorio tapaba la visión a la otra persona y que nadie podía saber lo que estaba haciendo... Excepto Jiyeon.
—Saca la mano de ahí, muchacho. Apestas a adolescentes hormonal.— Sonrío ella con cierto sarcasmo cerrando la puerta detrás de ella.
—¿Qué quieres? Estoy ocupado.— Bufé sintiéndome algo frustrado.
—Dudo mucho que estés trabajando ahora mismo, pero adelante, puedes tocarte pensando en nuestro querido e inocente Johnny, total no es como si no te hubiera visto desnudo antes...
—Calla, no me salgas con eso. Hace más de cincuenta años que no lo hacemos.
—Porque no quieres, la última vez no quisiste unirte a los chicos y a mí.— Rió ella acercándose a la mesa y sentándose al otro lado de esta.
—No me van esas cosas.— Contesté apartando la vista de ella mientras volvía a abrocharme los pantalones.
—Seguro... Ahora desembucha. ¿Qué le has hecho al humano? Entró a penas ayer y ya has logrado que salga huyendo de tu oficina oliendo a sangre fresca.— Dijo ella con voz algo más seria logrando intimidarme.
—No le he hecho nada, se cortó con una hoja y bueno... Puede que le chupara el dedo. ¡Pero es que su sangre no podía desperdiciarse de tal manera!
—¿Y sabe bien?— Negó ella con la cabeza mientras sonreía con sorna.
—¿Johnny o su sangre?— Respondí suspirando y echándome hacia atrás en mi asiento.
—Debes calmarte, no te lo puedes tirar. Trabaja para ti. Si quieres este fin de semana salimos de fiesta, te buscas a alguien y descargas tu frustración sexual.— Dijo ella mientras se levantaba e iba hacia la pequeña nevera que había en una esquina, simulando un mueble más y tomaba un envase con sangre.
La abrió por una esquina y le colocó una pajita para empezar a beber. Puse los ojos en blanco y la miré pensando en lo que había dicho... Pero había un problema con ello.
—Pero yo lo quiero a él. Quiero su sangre y me lo quiero follar a él.
—Jung Jaehyun diciendo palabras mal sonantes... Increíble. Somos amigos desde hace siglos y no puedo decirte qué hacer y qué no pero te aconsejo que tengas cuidado con esto. Si él de alguna manera acepta eso que quieres nadie de la empresa debería enterarse, sino estás acabado, te despedirán y pondrán a alguien más en tu puesto.— Murmuró ella mientras terminaba su ración de sangre la cual miraba con cierto anhelo como si detestase la idea de que no hubiera más.
—Ya veré qué hago, esto puede salir o muy bien o muy mal. Aún así todavía tengo que ver cómo lograr que acepte... Creo que seguiré coqueteando con él hasta que él mismo venga a mí.
—Serías un suertudo si llega a pasar... Yo también tengo ganas de probar su sangre, al igual que cada vampiro de la planta. ¿Y cómo estás tan seguro de que acabará viniendo?— Preguntó tirando el envase a la basura y dirigiéndose a la puerta de nuevo.
—Porque yo no fui el único que terminó con una erección después de que le chupara el dedo y honestamente... ¿Acaso no soy atractivo?— Dije sin pizca de egocentrismo en esa última pregunta, tan solo buscando una honesta respuesta.
—Yuta, Doyoung y yo aún queremos tener algo en la cama contigo por si te sirve de respuesta.— Contestó medio en broma medio en serio antes de salir de allí.
Observé la puerta con una sonrisa en mi rostro, quería demasiado a esos chicos. Hacía siglos que había conocido a Doyoung y a Jiyeon. Al principio nuestras personalidades habían chocado un poco pero nos fuimos acostumbrando pues en aquellos tiempos éramos los únicos en esta zona y debíamos permanecer unidos. Habíamos pasado muchos momentos juntos a pesar de que hubo algún periodo en que nos distanciamos, pero pronto volvimos a juntarnos puesto que nos aburrimos de recorrer el mundo una y otra vez en soledad.
A Yuta lo conocimos cuando tenía diecisiete años y ya iba en su tercer curso de la universidad siendo un verdadero genio. Era algo callado con la gente desconocida pero cuando se soltaba era alguien realmente gracioso, era algo así como mi protegido. No dudaría ni un segundo en matar por cualquiera de ellos tres, eran mis amigos, mis compañeros y mi única familia.
Decidí terminar de una vez los trámites que tenía entre manos, dejando mis pensamientos de lado para poder salir de allí lo antes posible.
Para cuando quise darme cuenta la mayoría de los trabajadores se habían ido ya a casa. Maldije en voz baja por no haberme dado cuenta del transcurso del tiempo. Esto de vivir eternamente dejaba poca consciencia del paso de las horas.
Estaba algo agotado de estar tanto tiempo en la misma posición. Me levanté de mi lugar y apagué todo para después salir de la oficina. Algunos vampiros permanecían allí todavía pero ningún humano. Me despedí de los presentes deseándoles buenas noches antes de ir hacia el ascensor. Una vez fuera del edificio me subí a mi coche y conduje durante no más de diez minutos hasta llegar a mi apartamento. Me deshice de mi traje cuando entré a mi hogar, quitándome primero la corbata y la chaqueta, dejándolas sobre el sofá, para después quitar los botones de mi camisa.
Un baño relajante era lo que más me apetecía en aquel momento. Preparé el agua con los jabones y las esencias aromáticas mientras terminaba de desvestirme y ponía la ropa para lavar.
Cuando todo estuvo preparado cogí mi móvil y puse la música en aleatorio, dejándolo a un lado al entrar en la bañera. Okay de Chase Atlantic empezó a sonar mientras poco a poco el agua cubría mi cuerpo hasta casi tocar mi pecho.
Un pequeño sonido de satisfacción salió de mis labios al poder relajarme por fin. Cerré mis ojos y me recosté un poco más mientras tarareaba la letra de la canción que sonaba.
Sonreí al recordar la visión de Johnny y sus bonitos ojos marrones mirándome desde abajo cuando fui a reñir a Hendery por estropear una entrega de sangre. ¿Sería esa indiferencia o ese intento de profesionalidad lo que me había llamado la atención? Probablemente fuera tan solo su sangre y su belleza en sí, una bonita combinación.
Acaricié lentamente mi cuerpo, pasando una mano por mi pecho, conteniendo un jadeo al tocar el piercing de mi pezón izquierdo. Ahora sí que podía dejarme llevar sin restricción alguna y vaya que iba a hacerlo. Diversas situaciones con el adorable de Johnny pasaron por mi mente poniéndome duro poco a poco. Hundí mi mano en el agua y me dejé llevar gracias a mi imaginación... Que esperaba lograr que se hiciera realidad dentro de relativamente poco si no quería acabar desquiciándome.
************************
Sin comentarios, es la primera vez que escribo cosas como estas así que lo siento mucho si se me da de pena. Hasta aquí el capítulo de hoy y espero que os haya gustado.
Hasta pronto 💞
ESTÁS LEYENDO
No Manners | Jaejohn
FanficBleed Out es la empresa más importante de manejo de sangre humana y animal. La convivencia con los vampiros no resulta un problema para la mayoría, tampoco lo es para Johnny quien ha conseguido un puesto en esta misma. Pero para ser sinceros... Él n...