Segunda parte de "El invierno en tus ojos"
Nubia y Killiam comenzaron su flamante vida de recién casados, con una manada que dirigir y peligros más allá de los enfrentados hasta el momento.
La oscuridad tiene muchas formas de presentarse.
¿Podrán e...
No sabía que tan poderoso se había vuelto Radu, tampoco es que quiera si quiera imaginar lo que sería si llega a liberar todo su poder, el mundo no esta preparado para algo así. Visualice un hechizo en mi mente y pise con fuerza, logrando que un par de raíces gigantes lo rodearan, puesto que no llegaron a tocarlo ¿Cómo? ¿Cómo logra evitar así a la naturaleza? Tal vez debí ponerle más atención a este hecho, su voz, el brillo de sus ojos... demonios.
Tome un puñado de tierra rápido y susurre tres palabras, esparciéndola en forma circular para garantizar una especie de escudo ante cualquier otro ataque, Radu no cambió su expresión en ningún momento. Fue el comienzo de una batalla que parecía de iguales, el mago no mostraba todo su potencial, sus ataques parecían más bien una prueba. No iban a matar, por lo que tampoco me molestaba en gastar demasiada energía el escudo funcionaba, pero no era irrompible.
En un momento, baje la mirada hasta fijarla en la sortija que me había dado Killiam, la sentía pesada más de lo normal. La gire un par de veces hasta dar con el punto justo de sentir también la suya, una imagen de mi esposo vino a mi mente, estaba en su despacho bebiendo lo que parecía ser té rojo. El alivio se instaló en mi corazón, aunque baje la guardia, Radu no me atacó, se quedó quito mirando mis pies mientras recitaba un hechizo en una lengua antigua y oscura. Antes de que pudiera reaccionar, mi escudo fue destruido y un par de cadenas formadas por ramas caídas llegaron a inmovilizarme, dejándome a completa merced de mi enemigo o eso es lo que él cree.
-Ese lobo además de inútil, es tu mayor distracción... quién diría que me subestimarías tú a mí-dijo manipulando las cadenas de forma que cada vez presionen más y más.
-Entonces tu plan es matarme?-dije en un tono sarcástico no iba a darle el gusto de verme asustada.
-Bien sabes que no, muerta no me sirves-sentenció acercándose lentamente.
Cuando lo tuve a escasos centímetros, pude notar que su piel simulaba la de una serpiente, escamosa de aquel tono canela, sus ojos ya habían perdido cualquier rastro de color, al igual que su cabello. Físicamente lucía terrible y aterrador, las voces que lo seguían las cuales pude deducir eran de sus seguidores, se habían ido y con ello sus presencias. Ese pequeño detalle provocó que un escalofrío recorriera mi cuerpo, al punto en que Radu se dio cuenta de ello y soltó una carcajada que resonó tanto que me dio un tipo de información que no tenía. La forma en la que el sonido viajaba no correspondía al lugar en donde nos encontramos, lo que me deja con la opción de que este sujeto en algún punto nos transporto hacia otro lugar, uno más cerrado como una habitación o tal vez simplemente creo un campo de energía con tal fuerza que simulara un cubo. Aunque estaba literalmente atada de pies y manos, mi única preocupación era Killiam y la manada.
No sé bien cómo paso, pero de pronto me vi en lo que parecía ser un cuarto oscuro carecía por completo de aire al punto de que respirar era difícil y eso hacía que poco a poco comenzara a desesperarme ¿Cómo se supone que voy a salir de este lugar sino puedo respirar? Radu apareció con aquella neutralidad presente en su rostro, no dejaba ver ningún tipo de emoción y eso era lo que más ruido me hacía, no importa que tipo de magia esté usando, él sigue siendo humano ¿Cierto?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.