Capítulo 8

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Capítulo 8

Carla nos dio la tranquilidad de que no dejaría que ninguno de los niños se acercara a la casa central de la manada durante el tiempo que ese alfa extranjero esté aquí. Desde que supe de su llegada, no pude estar completamente tranquila, hay algo de esa persona que no me agrada y eso que solo he visto una fotografía suya que le pedí a Killiam para intentar hacer una proyección que justificara esa intranquilidad, pero no pude ver gran cosa lo cual es bastante extraño.

Todo cambió cuandollegó Cassia, ahora hay alguien más a quién ambos debemos cuidar, no es solo lamanada sino también nuestra hija.

Killiam se había puesto un jean negro y una camisa celeste con finas rayas de un azul oscuro entallada, dejo su cabello desordenado

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Killiam se había puesto un jean negro y una camisa celeste con finas rayas de un azul oscuro entallada, dejo su cabello desordenado. Mientras terminaba de arreglarse frente al espejo, sin hacer ningún tipo de ruido me acerqué lo suficiente para sorprenderlo con un abrazo, al pegar mi rostro en su espalda pude sentir ese perfume que rara vez suele usar y que me encanta por completo.

-Siempre tan guapo mi esposo-susurré aún aferrada a su espalda, al tiempo que él ponía sus manos sobre las mías para separarnos un poco y después voltearnos de forma que quedamos abrazados de frente.

-Tú no puedes dejar de ser tan hermosa-dijo un segundo antes de besarme lenta y tortuosamente.

Al igual que él me había vestido para la ocasión, me puse una falta línea A negra apenas unos centímetros por encima de la rodilla, amo completamente esta falta siento que me hace ver una figura muy bonita, simplemente la complemente con una blusa blanca con volantes anchos y zapatillas negras. Algo que aprendí con Cassia es que no hay mejores calzados que las zapatillas cuando tienes un niño pequeño.

-¿Preocupada?

-Un poco, siento que la seguridad de nuestra pequeña esta siendo amenazada y no puedo visualizar al responsable.

-Ambos vamos a protegerla, no dudes ni un solo segundo en que daría mi vida por las dos.

-No lo dudo, pero tampoco quiero que pongas tu vida en riesgo. Desde hace mucho tiempo eres mi prioridad y ahora mis prioridades se han multiplicado-admití.

Quedamos abrazados un rato más, sé bien que él también podía sentir la amenaza latente, está ahí instalada en algún punto ciego desde el cual ninguno de los dos podría verlo con claridad. Desde que decidí unir mi vida a Killiam, no, mejor dicho desde que él decidió unir su vida a mía, ambos sabíamos que las cosas en definitiva no iban a ser fáciles. Un lobo que tiene por luna a una bruja blanca, por más que pase el tiempo sigue causando revuelo en su mundo y eso puede traernos muchos problemas innecesarios.

Paso alrededor de media hora hasta que llegaron, el alfa y sus dos hombres de confianza estacionaron el coche en la entrada exterior, ya que al parecer no querían invadir nuestro espacio más de lo que estaban haciendo presentándose tan repentinamente. Este hombre solo llamo un día diciendo que iba a venir, no es como que ya mantenía conversaciones con Killiam o algo parecido. Al menos aviso que vendría y no lo hizo de improviso.

La Magia del InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora