Segunda parte de "El invierno en tus ojos"
Nubia y Killiam comenzaron su flamante vida de recién casados, con una manada que dirigir y peligros más allá de los enfrentados hasta el momento.
La oscuridad tiene muchas formas de presentarse.
¿Podrán e...
Pasamos un día demasiado agitado y divertido con la familia, por suerte mis padres se tomaron la libertad de elegir un lugar alejado de la manada para que no tuviera chance de toparme con Matías, quién por cierto parecía haber encontrado a su pareja o eso decían los rumores. Mi hermano tampoco supo decirnos si aquello era cierto, dado que él no dio ningún aviso a la manada ni nada parecido, a Killiam le pareció extraño y de hecho lo era. Por eso es mejor mantenernos lejos de ese lugar.
Se nos pasó el tiempo y sinceramente no quería que condujera de noche, no después de haber notado aquella energía extraña, por lo que nos quedamos en un hotel de paso. El lugar tenía una decoración rústica muy agradable, las habitaciones mantenían una distancia considerable la una de la otra y por suerte conseguimos un lugar.
Gracias a que Killiam se dispuso a bajar algunas cosas del coche, encontró la mochila que había metido por las dudas, en la cual tenía una muda de ropa para los dos. Esto era principalmente porque después de haberme criado literalmente entre lobos, sé lo importante que es tener algo como esto a mano.
-¿Vas a decirme por qué no querías que conduzca en la noche?-cuestionó el lobo, mientras comenzaba a secarse el cabello tras tomar una ducha- y no me salgas con eso de que es peligroso andar de noche, sé que hay algo más.
Un suspiro se escapó de mis labios, sabía que no era posible el mantener esto en completo secreto. Le explique más o menos lo que había notado, aunque él se mantenía serio sé muy bien que había comenzado a preocuparse, después de todo no tenemos buenos recuerdos en situaciones similares.
-Ya dime algo-se había mantenido callado por demasiado tiempo y empezaba a preocuparme un poco.
-Solo por curiosidad, ¿Cómo por cuanto tiempo ibas a mantenerlo en secreto de mí?
-Killiam... sabes que no es así. Simplemente no quería alarmarte hasta saber con exactitud qué es.
-Ese es el problema-dijo acercándose y tomando mi rostro en sus manos- te expones tú sola, olvidando que ahora somos un equipo. Sé que quieres protegerme cariño, pero tienes que dejar que yo también te cuide.
Asentí al tiempo que rozaba sus labios con los míos, en un beso dulce ytranquilo, entendía su punto y hasta me sentí un poco mal por habérseloocultado sin considerar que efectivamente somos un equipo. Hay muchos factoresen juego esta vez, por lo que voy a tener que reforzar la seguridad en lamanada, bajo ninguna circunstancia quiero arriesgarlos.
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En el camino de regreso, nos detuvimos en el lugar exacto donde había detectado aquella energía, Killiam insistió en que deberíamos darle un vistazo, en realidad me leyó el pensamiento. Esta zona boscosa es un poco oscura de por sí, pero esta llena de vida, los animales sintieron nuestra presencia y la tierra nos recibió con cierto recelo. Me detuve frente a un árbol en particular, este no parecía encajar con el resto, tenía un aura demasiado expuesta. Miré a Killiam un par de segundos al tiempo que me apresuraba para ponerlo tras de mí, conjurando en mi mente un campo de protección para él.
