Capítulo 16

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Capítulo 16

El Destino de la Princesa Mestiza

Tras pasar la conmoción inicial, nos reunimos en la casa de la manada y continuamos con las celebraciones, estás duraron más de lo que creía pero al menos nos divertimos mucho y el ambiente mejoró bastante. A todos nos sorprendió el cambio físico de Cassia, quién en años humanos paso a tener doce en una sola noche, cuando al resto de lobos solo se les había sumado a lo mucho unos dos años con ella fueron siete. La madurez acompaña al lobo, es por ello que cambian ya que es la única forma de que el cuerpo pueda soportar las dos presencias y dejar que una domine cada tanto. En el caso de Cassia es un poco más pesada la carga, posiblemente por ello se dio ese cambio a gran escala.

Ahora solo nos queda esperar y pasar todo el tiempo que podamos con ella, ya que eventualmente llegará el momento en que debamos dejarla ir con la diosa y eso es algo que no se puede evitar.

Ahora solo nos queda esperar y pasar todo el tiempo que podamos con ella, ya que eventualmente llegará el momento en que debamos dejarla ir con la diosa y eso es algo que no se puede evitar

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Los días pasaron, mis padres y mi hermano se volvieron a la manada después de pasar todo el tiempo posible con nosotros. Killiam y yo retomamos nuestras actividades a la par, en cuanto a Cassia, tuvimos que contratar un tutor particular para que le diera clases y así se resulte más fácil el incorporarse al instituto el próximo año. Aunque no es algo completamente necesario, de hecho tuve que convencer a Killiam de esto ya que él prefería que se quedara directamente con las clases de la manada. Sin embargo, quiero que pueda disfrutar de la vida estudiantil plenamente, o al menos todo lo que se pueda y así nutrirse con otro tipo de conocimientos, no todo tiene que ver con lobos, magia y dioses.

-¿Estás segura de que no te dejó tarea?-cuestione indagando con la mirada.

-Muy segura, dijo que podía disfrutar de mi fin de semana-Cassia sonreía ampliamente mientras me enseñaba que efectivamente no tenía ninguna tarea pendiente.

-Genial, entonces ¿Te parece ir a ver a tu padre a la casa de la manada? Podríamos salir a comer algo más tarde.

-De acuerdo-dijo tomando la mochila que tenía preparada de ante mano y empezó a susurrar algunas palabras.

-Alto ahí, quedamos en limitar el uso de la magia.

-Prometo no volver a intentar hacerle una broma...

Me limite a mirarla fijamente, es la tercera vez que me dice lo mismo, pero no me atrevo a decirle nada más pues yo era igual a su edad, aumento su manejo y con ello sus habilidades mejoraron, lo cual era de esperarse que pasara a fin de cuentas. Pero Cassia tiene la manía de desaparecer cosas como si de un fantasma se tratase, no quiero ni imaginarme cómo fue que descubrió eso, es decir, si soy honesta no recuerdo haberle enseñado ese tipo de trucos.

-De todas formas, no quiero que simplemente te aparezcas ahí. Vamos juntas en coche-sugerí a lo que ella simplemente asintió.

Uno de los motivos por lo que quiero que vaya a un instituto normal, es que quisiera que deje de depender tanto de la magia, tanto ella como Lu, verse obligada a convivir con humanos es una buena excusa para que explore sus virtudes no-mágicas.

El viaje hasta la casa de la manada estuvo bastante entretenido, Cassia es una niña muy extrovertida y bastante parlanchina por lo que no es posible aburrirse con ella cerca, más aun cuando deja que Lu hable. Esa es otra cosa que tiene que aprender a manejar, su loba no puede aparecerse en cualquier momento, aunque solo sean pequeñas manifestaciones, no es muy bueno que digamos. Aún hay muchos en la manada que no se acostumbran a verla tan grande corriendo por todos lados y volando cosas cada tanto, aunque hay algunos lobos que toman cierta distancia de ella, el resto se adaptó bastante a su presencia. Es completamente entendible ya que para nosotros mismos que somos sus padres es algo complicado y seguidos en proceso de adaptación, tanto ella como nosotros.

Ni bien llegamos, uno de los lobos que estuvo en la ceremonia la llamó incluso antes de que terminara de bajar del auto para ir al bosque con otro grupo de chicos, por lo que ella solo se despidió fugazmente de mi y se fue. La vi alejándose y reuniéndose con un pintoresco grupo, con sonrisas amplias, emanando energías y asumo ganas de transformarse, en ese momento sentí una pequeña punzada en el corazón. Es casi como si estuviera soltando definitivamente su mano, sé que no es así realmente, pero se siente como si lo fuera.

Al entrar a la casa, salude a todos y fui directo al despacho de mi querido esposo, quién volvía a estar detrás de una pila de papeles, esta vez no sé exactamente porque, ya que no tenemos ningún tipo de plan o compromiso que requiera que se llene tanto de trabajo.

-Hola cariño-saludé tras cerrar la puerta, a lo que él me dedicó una pequeña mirada y una sonrisa- No recuerdo que tuvieras tanto trabajo pendiente.

-Hola bonita-respondió con un aire cansado- ¿No vino Cassia contigo?

-Fue retenida por un grupo de lobitos, debe estar en el bosque ahora.

-Esos mocosos-soltó en un tono de broma, aunque no se vio del todo así por su tono cansado, pero esa era la intención.

-¿Por qué tienes tanto papeleo? No recuerdo haber visto todo esto ayer.

-Larga historia, pero no te preocupes no es el tipo de trabajo de siempre, solo hay que poner un sello y ordenar-dijo tendiéndome una buena cantidad de papeles.

Sonreí y comencé a ayudarlo con eso. Esta actividad me recordó vagamente a nuestros inicios como pareja y mis intentos de querer ayudarlo con el trabajo para que pudiera pasar más tiempo conmigo.

Nuestros días transcurrían de esta forma, no siempre eran tan tranquilos ni siquiera se puede decir que hay una rutina más allá de las clases de Cassia, y eso hacia que cada hora fuese especial e importante para nosotros. Después de la ceremonia, el crecimiento y por lo tanto el nivel de madurez de nuestra hija tomo el ritmo humano normal, aunque era un poco evidente el hecho de que algunas cosas en el instituto se le daban más fáciles que a los demás, como el tener que memorizar y la capacidad de audición, entre otras cosas, gracias a su don mágico y bueno a Lu. Dejando eso de lado, verla salir con el uniforme todos los días y que al volver tuviera un montón de cosas para contarnos, esos pequeños momentos nos llenaban de felicidad.

Incluso la vez que tuve que ir a retirarla por un eclipse lunar del cual nos habíamos olvidado, casi no me creen el que sea su madre, claramente tener una hija adolescente siendo tan joven es un poco curioso, casi que no dan los números. Es por eso que Killiam se encarga de las reuniones y todas esas cosas, desde que se dejó la barba aparenta tener unos cuantos años más encima y eso si convence a los profesores.

 Es por eso que Killiam se encarga de las reuniones y todas esas cosas, desde que se dejó la barba aparenta tener unos cuantos años más encima y eso si convence a los profesores

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Los años que siguieron, estuvieron colmados de buenos momentos, unos muy dulces y otros no tanto, pero eran completamente nuestros. El día de la graduación de Cassia, llegó demasiado pronto, y con ello su inevitable partida, finalmente acordó con mi madre el pasar una larga temporada con ella. Su lado divino es más fuerte y está más presente de lo que creíamos, tanto que llegó a predecir la llegada de su hermano casi un año antes de que pasara, eventualmente el mismo año que ella partió se confirmó la llegada de nuestro segundo niño. No tenemos mucha idea de cómo será, tampoco estamos muy concentrados en eso, solo intentamos concentrarnos en la felicidad que nos provoca su presencia.

Desde aquí comienza otra historia, la historia de Cassia y su camino en el reino de los dioses; el verdadero destino de una de las primeras Princesas Mestizas.

La Magia del InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora