INTERMESSO: EXILIO
Dos años habían pasado desde mi llegada a Italia. Dos años en otro país, en otra cultura, alejado de mi familia, de mis amigos... De Jimin.
Los primeros meses habían sido duros. Demasiado. Pasaba los días arrepintiéndome de mi decisión, llorando por las noches. Extrañando el calor de mi hogar, los brazos de mi madre, la voz de mi padre. Extrañaba la comodidad de mi mundo luminoso.Aquí me encontraba solo.
O eso creía, hasta que trabé amistad con Hoseok. Nuestras personalidades no podían ser más diferentes: el era extrovertido, amistoso, hablador. Destilaba seguridad en cada paso que daba. A pesar de no hablar el italiano para nada, aprendió rápidamente gracias a su personalidad extravagante y a veces descarada.
Jung Hoseok ganó una beca en la Academia para estudiar danzas, especializándose en coreografía. Una intensa carrera que requería de un gran esfuerzo físico gracias a las largas horas de entrenamiento.
Desde que Hoseok se sentó a mi lado en el avión, nunca estuvimos separados. A pesar de nuestras diferentes personalidades y carreras, nos mantuvimos juntos. Claro que, compartir habitación ayudó bastante al hecho. Pero aún así, no estabamos juntos por obligación. Un lazo de compañerismo y hermandad se había forjado entre nosotros. Ambos estábamos en la misma situación. Alejados de todo lo que conocíamos, en un territorio nuevo e inexplorado. Poco a poco, habíamos aprendido todo uno del otro. Mi mundo luminoso comenzó a forjarse nuevamente, gracias a la presencia de Hoseok.
Y es que él era el tipo de persona que podía hacerte sentir cómodo y seguro. Una persona que esperaba por mí todas las noches con una sonrisa y un abrazo. Con quien compartía risas a carcajadas. Con quien podía sentirme libre y seguro. Gracias a Hobi, pude comenzar a crecer y a disfrutar de mi estadía en Italia.
Después de un año de estudios generales, decidí especializarme en Literatura Medieval. Varias de las cátedras eran impartidas por Gabriel, quien se había convertido en mi profesor favorito... Después de Jimin.
Gabriel era un apasionado de La Divina Comedia, como gran parte de los italianos. Siempre que la nombraba recordaba a Yoongi en aquél edificio, contándome parte de la historia de Dante.
Además, después de haber estudiado el libro, podía incluso, sentirme identificado con el Dante. Ambos habíamos perdido el rumbo, y nos encontrábamos en una selva oscura, vagando. Incluso, ambos teníamos amores imposibles.
Estando en Firenze, lugar de su nacimiento, no dudé en ir, en una tarde fría hasta el puente Santa Trinidad. Un puente eclipsado por su vecino, el Puente Vecchio, que acapara todas las miradas y turistas. Pero allí, ocurrió un hecho que cambió la historia de la literatura por siempre: Dante conoció a Beatriz. Su único amor, su felicidad y tristeza, su musa. Gracias a esa mujer, quien en ese entonces era una niña, nació La Divina Comedia. Dante creó un mundo en donde ellos pudieran estar juntos, ya que en el verdadero ni una palabra cruzaron. Beatriz murió a los veinte años, y nunca supo que el poeta estaba enamorado de ella.
Mientras me encontraba en el puente me preguntaba, si al igual que Dante, tendría que crear un mundo ficticio en el que Jimin y yo pudiéramos amarnos libremente.
.
.
Italia era un país apasionado. A pesar de ser sumamente católico, el amor se vivía de otra manera. Para un niño como yo, que estaba acostumbrado a la sociedad coreana, tan reservada y llena de tabús, fue difícil acostumbrarme a ver parejas besándose fervorosamente, tocándose sin reservas, incluso dentro de mi Academia. Parejas de todo tipo, por supuesto.

ESTÁS LEYENDO
Wandering Child - Kookmin
FanfictionNunca me crucé con una persona que me haga decir: es él. Es con quien mi vida cambiará. Es el que hará que me entregue felizmente a la montaña rusa de lo que significa el amor. Hasta que él llegó. La primera vez que lo ví, estaba atravesando el ha...