Desde El Otro Lado Para El Rey

Mundo Oscuro parte 3

Seguías ahí. Mirándome. Y yo en el suelo.

- ¿Ella sufrió? - pregunté. Era sincera. Pero supongo que no lo sentiste así.

- No estoy aquí para compartir nuestro dolor .- dijiste. Eso ya lo sabía. Si había algo que nos había hecho daño era precisamente eso, no compartíamos nuestro dolor. -Vengo a ofrecerte una empresa más satisfactoria.

Tu... Estabas ahí para pedirme un favor.
-Te escucho.

De verdad lo hacía. Tenía planeado escucharte. Reirme, y negarme. ¿Me creías en condiciones de ayudar en algo?

-Se que desean venganza tanto como yo. Ayúdame a escapar de Asgard y te la concederé Loki. Venganza. Luego volverás aquí.

Venganza.
Si, deseaba venganza. Y si ... Primero quería vengaría a Frigga. Después... Después vengaría a mi hija, a la tuya, vengatiría mi cuerpo y mi sangre. Pero...
Tube que reirme.
Si salgo de aquí.
Ya no pienso regresar.
Antes creía que lo merecía, ahora, estar entre estas paredes es un castigo demasiado alto incluso para mi.

-Obviamente estas desesperado para pedir mi ayuda. - una duda vino a mi mente -¿Y piensas que puedes confiar en mi? - pregunté.

- No lo hago. -respindiste de inmediato, sin pensarlo, cortante. Me miraste, y vacilaste-Madre lo hacía. Quiero que sepas que mientras luchamos entre nosotros en el pasado tenía todavía la esperanza de que mi hermano siguiera ahí, en el fondo, pero esa esperanza ya no está aquí para protegerte. Si me traiciona te mataré.

Thor Odison.
Tus palabras me dolieron, por mucha verdad que llevasen dentro, sin embargo ¿conoces a alguien que te conozca mejor que Yo? Piensas mucho cuando mientes, en que palabras utilizar. Estabas dolido y roto.
Y yo también.
Tu matandome.
Esa imagen se profirió en mi cabeza como una muerte dulce.

-Jmn... ¿Cuándo empezamos?

Seguro que Frandal te lo dijo. Seguro que él te dijo que yo te reaccionaría. Sabe todos los motivos que tengo para irme de aquí. ¿que le respindiste? Con esa seguridad sólo digna de ti. Algo así como "lo va a intentar" me lo imagino.
La celda se abrió. Y me indicarse que saliera.

-¿Así? -pregunto. Me miraste de arriba a abajo. Estaba descalzo, tenía los pies y puños ensangrentados. La ropa desgastada y estaba despeinado. Seré una rata, pero tenía orgullo.