Yeosang tenía uno de los corazones más puros, en su infancia era criado con amor y cariño por sus padres, ellos lo protegian y le daban el cariño que merecía, jugaba con ambos y era un niño feliz con una familia feliz ¿No?
Eso no duro mucho, en su cumpleaños número siete sus padres murieron, según las autoridades, en un accidente, pero algo más había ahí, no sabía que era, tenía siete años y no podía diferenciar muchas cosas.
Lo único que le quedó de sus padres fueron sus collares, el de su madre era un niño, de oro y tenía un sombrerito, su padre tenía la inicial de su nombre y antes de entrar a ese orfanato se prometió cuidarlos.
A la temprana edad de los quince empezaron a molestarlo y Yeosang se volvió más callado que antes, no tenía amigos y ningún hombro en el cual apoyarse así que aprendió por las malas que en este mundo naces solo y muere solo y que no podía bajar los brazos, debía esperar un poco más para terminar con la tortura, pronto cumpliría sus dieciocho años y se iría de ese lugar.
Al cabo de unos meses empezó a ir a la biblioteca pero no para leer, sino que para ocultarse, sus compañeros lo buscaban para molestarlo y él solo deseaba que todo acabará de una vez.
A veces llegaba a pensar que sería bueno desaparecer a sus compañeros, hasta terminaba imaginando escenas donde él se vengaba de ellos, pero algo lo detenía, no sabía que, pero terminaba llorando y culpandose por esos pensamientos.
No era igual a ellos.
Nunca lo sería.
Un años después, nuestro protagonista corría por los pasillos escapando de sus agresores, estaba algo golpeado y débil pero debía esconderse.
¿Cómo podía vivir así?
Una voz lo detuvo, al final del pasillo, una voz femenina cantaba y se oía tan limpia y suave que algo lo atrajo, sentía una clase de conexión como si lo llamará.
¿Quién es?
Ninguna de sus compañeras tenía una voz tan melodiosa.
Todo a su alrededor se oscureció y volvió algo tétrico, el frío recorrió cada extremidad del pequeño cuerpo y este se abrazo tratando de entrar en calor, sus pasos eran lentos pero seguros, su respiración era pesada y su pulso se aceleraba cada vez más.
La voz se podía oír con más claridad.
Ese salón.
Una puerta de abrió.
No había ni un rayo de luz, todo era tan oscuro que cuando estaba por entrar por esa puerta alguien lo detuvo.
— Si entrar ahí no volverás. — una mujer, de unos treinta con un largo vestido azul, tenía una media cola y sus ojos eran azules. — Debes esperar por ellos Yeosang.
Sin más se desmayó.
Siento que mi cabeza no puede dejar de crear cosas y después las dejo inconclusas pero está la voy a terminar antes que las otras seguro.
[15/02/2020]
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El elegido¹;; seongsang [ateez!]
FanfictionYeosang era molestado por sus compañeros, por ser tímido y no hablar mucho, pero un día en uno de los pasillos escucho una dulce voz que lo guiaría a dónde verdaderamente pertenece y tendría que elegir entre la oscuridad o la luz. ¿Qué elegirá? ...