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Corría tan rápido como podía, estaba descalzo y sus manitos se encontraban heladas, el pasillo parecía interminable y estaba empezando a cansarse.

— Te dije que esperaras. — chocó con el cuerpo de esa mujer, ahora sus ojos azules parecían furiosos y no sonreía como antes, su piel se iba rasgando y su vestido parecía sucio. — Debes esperar, escúchame o esto terminará mal Yeosang. — y se vió, era un pequeño, llevaba puesta su pijama de aquel entonces y se vió en el pasillo de su casa, los policías habían llegado y sus abuelos asustados salieron a ver qué pasaba.

Esa fue la noche la tragedia, esa noche sus abuelos tomaron su tutela pero un juez logró que lo separaran de sus abuelos porque ya estaban demasiado grandes para críar a un niño.

















— ¡No saben lo molesto que es estar ahí con él! ¡Ni me mira! — Mingi entro al salón de Yeosang y Wooyoung, quienes estaban estudiando para su exámen que tomarían en la próxima hora. — ¿Cómo se llama? — pregunto un curioso Woo. Yeosang también se preguntaba quién era, hace días que el pelirrojo se quejaba de su compañero, pero nunca dijo su nombre o de que salón era, aunque decía que era mayor que nosotros. — Kim Hongjoong. — Yeosang que vivía ahí desde hace años, nunca había oído de él, aunque siendo sinceros, Yeosang nunca notaba a nadie. — ¿Lo conoce hyung? — Woo cuestiono. El castaño negó y volvió su vista a las hojas llenas de letras. — Siempre está solo y no deja que me acerque a él. — puchereaba Mingi, cruzando sus brazos y poniendo una mirada triste. Yeosang pensó que era gracioso. — No lo sé, a penas vine hace dos semanas hyung. — el castaño observó a sus dos menores, los dos cabizbajos, como él. — Nunca escuché de tu compañero, pero si pasó mucho tiempo aquí no debe estar acostumbrado a tener un compañero, ya que hace un par de meses atrás las habitaciones eran individuales y muy pequeñas. — era la primera vez que Yeosang hablaba tanto, eso emocionó a Wooyoung quien lo miraba con un brillito especial. — Intentaré acercarme a él lentamente hyung y lo traeré conmigo la próxima. — la campana que indicaba el inicio de otra hora de clases resonó, Woo siguió repasando un poco más y Mingi se había ido. Yeosang solo obsevaba como todos sus compañeros tomaban asiento y no pudo encontrar a esos chicos que lo molestaban.

Esto empezaba a ser extraño para el castaño, ellos nunca faltaban a clases y menos a las de Son quien era la más exigente. Además tampoco los vio en la cafetería esa mañana y menos por los pasillos.

— Muy bien clase, está mañana decidí atrasar el exámen por el acontecimiento que recientemente sucedió y no hablo de los nuevos ingresantes, sino que...esto es una noticia impactante. — se tomó unos segundos para respirar y miro a cada uno de ellos. Yeosang sentía su mirada, algo malo había ocurrido y eso tenía que ver con esos chicos. — Sus compañeros, Woomi, Jaeyul y Daehyun desaparecieron de las instalaciones hace más de veinticuatro horas y la policía vendrá para hacerles preguntas...— todo el mundo empezó a murmurar. — Deben estar tranquilos, solo serán preguntas simples, por ejemplo, donde los vieron por última vez, si hablaron con ellos antes y dónde estaban en el momento de la desaparición. — habían desaparecido, pero ni Yeosang lo creía ¿Cómo sucedió? Nadie podía salir más allá de las rejas, a no ser que sea fin de semana donde el orfanato dejaba que los mayores salieran al pueblo y eran supervisados por profesores y gente que vivía ahí. Era un pueblo pequeño y no había escapatoria, a no ser que alguien vaya por ellos, no tenían autobuses, ni taxis. No pudieron ir tan lejos.

— La secretaria Yoora vendrá y los llamara por sus nombres y apellidos para que sean interrogados y una vez más, no estén asustados, yo estaré con ustedes ya que son menores y estan a cargo de la institución.

Los zapatos de la profesora resonaron, camino hasta la puerta donde detrás de ellas estaban la secretaria Yoora y unos efectivos de la policía.

El castaño nunca los había visto y tampoco recordaba un incidente de gravedad en el orfanato.

















— Kang Yeosang. — el castaño tomo sus cosas y se dirigió hasta la puerta donde lo esperaba Yoora, ella se veía cansada y tenía una mueca en su rostro, tal vez ir de aquí para allá estaba haciéndola enojar. — Tu profesora estará ahí en todo momento y si te sientes incómodo solo solo ¿De acuerdo? — él asintió. — Adelante. — abrió la puerta de un salón, este tenías las ventanas cerradas pero las cortinas corridas así podía entrar la luz solar, había dos detectives sentados en en el escritorio que se encontraba en medio del salón, los bancos y sillas habían sido apartados al fondo.

— Kang Yeosang, adelante, toma asiento. — se sentó en frente de ellos, al lado de su profesora. — Bien, dijo Yeosang ¿Cómo eran tus compañeros contigo? — fue al punto rápidamente. El castaño tragó saliva y miro a la señorita Son que lo incitaba a responder. — Ellos...yo...— rascaba sus muñecas sin dañarse por completo, se notaba nervioso y las miradas fijas en el lo terminaban por poner más nervioso de lo que ya estaba. — No eres sospecho de nada Kang, solo queremos saber que les pasó a tus compañeros. — hablo la mujer, ella tenía el pelo sujeto en una cola, vestía un traje negro y llevaba un anillo en su dedo. — Ellos me molestaban. — podía sentir la mirada filosa de su profesora sobre su nuca. — ¿Te molestaban? ¿Qué hacían? — se notaba que ella quería saber más, en cambio su colega solo se dedica a anotar y grabar, además de mirarlo debes en cuando. — Me golpeaban. — susurró, en ese punto ya quería irse y no paso más de cinco minutos ahí dentro. — ¿Esto ocurría todo el tiempo? — el otro se atrevió a preguntar, dejando su lapicera de lado y uniendo sus manos, entrelazando sus dedos, sin apartar los ojos del castaño quien se rascaba con más fuerza las muñecas. — Si. — ellos se miraron entre si. — ¿Cuándo fue la última vez que los viste? — ahora ella empezó a anotar. — Hace dos días, en gimnasia. — y era la verdad, ellos estaban ahí, Woomi estaba con sus amigas, Jaeyul y Daehyun estaba jugando básquet. — Ellos estaban jugando básquet y Woomi estaba con sus amigas. — era todo lo que sabía de ellos, después no los había visto más. — ¿Dónde estabas a las diez menos diez de la noche del domingo quince de abril? — los tres pares de ojos estaban puestos en él, se sentía intimidado. — En mi habitación con Wooyoung, ambos estábamos listos para acostarnos. — ellos suspiraron, no podían ser los estudiantes, los profesores siempre pasaban por cada cuarto a verificar que ellos estuvieran ahí. — Yo pasé por su cuarto a las once en punto, estaba con su compañero Jung. — Gracias Yeosang, ya puedes irte.

El elegido¹;; seongsang [ateez!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora