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- ¿Yeosang? - voltee asustado, poniendo mis manos sobre mi pecho, tratando de calmar mi respiración y mi asaltado corazón. Seonghwa estaba ahí, parado con el ceño fruncido, estaba vestido con el uniforme y tenía el labio roto. Me pregunté qué le había pasado, pero se me olvido al escuchar el desgarrador grito de uno de mis amigos, aunque el rubio también lo escucho. - ¿Qué fue eso? - cuestiono y se asomo un paso delante de mi, pero lo tome del brazo, alejandolo. No permitiría que se pusiera en peligro por mi culpa. - Jongho...- susurre. Estaba cerca y debía ayudarlo. - Tengo que buscarlo. - el mayor iba a hablar pero otro grito se oyó en lo profundo del bosque. Estaban en problemas y debía ayudarlos. - ¿Qué es eso Yeosang? Dime. - su voz sonaba firme y no parecía estar bromeando, su semblante serio y duro me dio un escalofrio que recorrio todo mi cuerpo. - Los chicos, estábamos en la cabaña y...- Seonghwa se mordió su labio inferior con poca fuerza y agarró mi mano, entrelazando mi mano con la suya. - Te ayudaré, aunque tengo el presentimiento que ocultas algo, y eso tiene que ver con los locos de ayer. - asentí, no muy seguro.

Ambos seguimos corriendo, sin parar hasta llegar a la zona donde había oído el grito de ayuda de Jongho, estaba más que seguro de que era ahí, pero no había ningún rastro de él. Mire por todos lados, tratando de buscar en la oscuridad, aunque no veía nada y tampoco podía mostrarme así como así a Seonghwa.

Unos ruidos en unos arbustos cercanos nos alertaron, mantuve mi brazo delante del rubio, apartandolo, temiendo que le hagan daño.

- Cubre mi espalda. - dije y dejé que mis ojos tomaron un leve color violeta. Un cuerpo sin forma se movía detrás de él y pude verlo, los ojos iluminados de Jongho, llamándome en silencio.

- ¡Jongho! - grité, sin contenerme, la gran sombra salió disparada a mi dirección y antes de que pueda hacer algo Mingi se interpuso, recibiendo una herida, mis ojos cayeron en él y pude notar como Hong venía desesperado a nuestra dirección. Seonghwa me tomo de la cintura y me arrojó al suelo. Wooyoung ayudando al menor del grupo. Entonce la vi.

Ella sin pena y titubeo clavó su espada en él, y la imagen que vi siempre estará rondando en mi cabeza. Sus ojos se pusieron negros y la sangre brotaba de su boca, su mano cayó sobre su estómago y su mirada oscurecida vio la espada filosa atravesando su cuerpo.

- No...- corrí hasta él y la mire, con total desprecio y odio. Sunmi sacó su espada y luego desapareció, que es lo mejor que sabe hacer. El rubio cayó de rodillas y luego en mi brazos. - No...Seong...no, tú...- no podía unir correctamente las palabras, me sentía herido y una tristeza familiar se formó en mi pecho. Lágrimas calientes se deslizaban por mis mejillas y esa opresión en mi pecho terminó por estallar. Abrace al mayor y sin notar nada más a mi alrededor bese sus mejillas, frías y dolorosamente pálidas. - Hong hyung, por favor...- lo mire, notando la sorpresa en su mirada. Él se acercó y suspiro. - Yeosang, él estará bien, pero necesito que te alejes ¿si? - asentí frenéticamente, confiando ciegamente en mi hyung. - Mingi estaba sentado, siendo ayudado por Jong, yo me permití dejar el cuerpo frío del rubio sobre el césped. Tapando mis sollozos con mis manos me aleje, unos diez pasos de ellos.

Observe mis manos empapadas en sangre y trate de limpiarme con brusquedad el rostro, las manos, lastimandome a mi mismo, pero sin notar dolor, solo le de mi corazón.

Hongjoong hizo lo que hizo, su deslumbrante color natural, que es el verde, salió a luz, rodeándolo a él y a Seonghwa en una burbuja, el viento soplaba con violencia y oía el típico sonido de este en las noches de tormenta.

Vi una vez más, con mis propios ojos, como Hong utilizaba sus poderes, sanando lo que nadie podría. 

La luz verde fue desapareciendo lentamente, dejando ver cómo Joong tomaba distancia del cuerpo, ahora con vida.

- Debemos irnos, ahora. 









Lo llevamos como podíamos hasta nuestra habitación, Wooyoung abrió la puerta y lo dejamos sobre la cama, Seonghwa, aunque parecía haber recuperado su color, todavía lo sentía débil.

Corrimos de aquí para allá durante al menos una hora completa, hasta que pudimos apoyar nuestros traseros sobre el suelo o alguna silla, Wooyoung estaba despierto junto a mi, mientras que Mingi estaba en la cama, recostado, hablando en susurros con Hong, Jongho se había ido a su habitación.

- Dime...- le susurré, él me miró interrogante. - ¿Qué pasa entre San y tú? - sin pelos en la lengua le hable directamente, él se sonrojo. - Nada, solo que es fastidioso como la mierda y siempre quiere competir. - refunfuño. Parecía un niño pequeño. - Si, lo noté. Compiten todo el tiempo. - recordaba esas veces en gimnasia que San peleaba por el primer puesto contra mi amigo. - Es entretenido verlos competir. - dije, él rodó los ojos. - Claro, porque tú no lo tienes dando vueltas a tu alrededor molestando todo el tiempo. - solté una risa, hablar con Wooyoung hizo que mi cuerpo se relajara. Después de lo que pasó con Seonghwa estaba más rígido que una piedra, pero ahora podía respirar tranquilo, sabiendo que estábamos fuera de peligro.

Mis ojos pesaban pero me negaba a dejarme vencer por el sueño, no podría sabiendo que Seong despertará en cualquier momento, exaltado y asustado.

Wooyoung se durmió después de un rato y Hong era el único despierto, además de mi, pero él se aseguraba de que Mingi este bien, después de todo había recibido un golpe por mi. 




Quería disculparme por hacer un capítulo taaaaan corto, pero tengo un montón de tarea y no puedo ni respirar, y también quería agradecerles todas las lecturas ;(  y seguro dentro de poco cuando ya no tenga tanta tarea actualice. 










El elegido¹;; seongsang [ateez!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora