Todavía estaba sorprendido por lo sucedido, el atreverse darle la cara a la oscuridad y tomar un poco de valentía, aunque ahora estaba un poco paranoico, siempre observando de reojo algún cambio o fingía que leía en la biblioteca mientras observaba a su alrededor, también en su salón, donde sentía la mirada potente de alguien sobre su espalda.
Dejo salir un poco de aire y se recostó sobre su silla, el aula se encontraba vacía, o eso pensaba.
La chica rubia, Park Jiwon, venía entrando y arreglándose la ropa, hace un rato se había ido a visitar a la pequeña niña, que luego de todo lo sucedido, tuvo la suerte de ser adoptada el día de hoy. Eso le recordaba cuando era más pequeña, donde Jiwon también esperaba ansiosa que alguna pareja la llevara para formar una familia, pero nunca se le concedió tal dicha.
Camino en dirección a su pupitre, tomo uno de sus libros e ignoro la presencia de su otro compañero, la realidad es que nunca estableció una charla con Seonghwa hasta aquel trágico día. Sí, notó que era un chico atractivo, pero no tenía otra clase de interés con él, lo veía como uno más.
Estaba a punto de irse cuando el chico rubio soltó un sollozo, frunció el ceño y se detuvo, pero le dio la espalda, tal vez si se iba rápidamente no incomodaría al chico, si eso haría, pero otro alarido la detuvo. Volteó, el chico se encontraba con la cabeza sobre la mesa, temblaba cual hoja.
Le dio un poco de pena, lo admitía, Seonghwa no era de los chicos que lloraban, siempre se mantenía fuerte frente a todos, pero estaba segura que era porque su compañero Hongjoong había sido elegido por una familia, o eso dijo la profesora Son. Aunque antes esos dos solían ser amigos, luego se distanciaron por mucho, mucho tiempo, pero hace meses que andaban junto a su grupo de aquí para allá, todos unidos y siempre tuvo la curiosidad de a dónde iban, pero no era una metida, no era su asunto.
Se fue acercando a él lentamente y poso su mano sobre su espalda, este se enderezó casi de inmediato y tomo su muñeca apartándola de él, al voltear su cabeza abrió sus ojos en grande y formo una mueca.
- Lo siento, creí que era alguien más. – paso sus manos por su rostro tratando de borrar cualquier rastro de tristeza en él. - ¿En qué te puedo ayudar? – susurro. – Nada, solo...- Jiwon se quedó pensando una buena excusa, entonces lo recordó. – Jaehui, la niña que salvaste...fue adoptada. – Seonghwa asintió, apenas tenía recuerdos de ese día, aunque si la podía ver a ella en sus recuerdos, tan asustada y sola.
– Eso es grandioso. – ella asintió, de pronto el ambiente se puso incómodo y ninguno sabía que decir. Jiwon movía su pie izquierdo con nerviosismo.
- Entonces...
La incomodidad se podía sentir, el nerviosismo y el hecho de que nunca habían cruzado más que dos palabras en todo ese tiempo como compañeros.
Seonghwa carraspeó y se levantó, Jiwon hizo una mueca y señalo la puerta en signo que debía irse, él le dedico una pequeña sonrisa por cortesía y ambos se fueron por distintos caminos.
Por otro lado, Wooyoung se encontraba sentado sobre las escaleras de la entrada del orfanato/instituto. Jugaba con pequeñas piedras que había en el suelo y esperaba pacientemente a San, con quien se había empezado a relacionar mucho más, pasaban tiempo juntos y hasta evaluaban la idea de compartir cuarto, aunque le apenaba la idea de dejar todas las cosas de Yeosang en otro lado, porque todavía tenía la esperanza de que él volvería.
Suspiro de aburrimiento, en esos momentos les gustaría que este Yeosang ahí, al menos disfrutando del silencio, observando las formas de las nubes, algo, aunque su mayor siempre solía hablar mucho con él, siempre tonterías, evitando su dolor interno ¿hizo malo? Tal vez no le vio con tanta confianza ¿debió hablar más?
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El elegido¹;; seongsang [ateez!]
ФанфикYeosang era molestado por sus compañeros, por ser tímido y no hablar mucho, pero un día en uno de los pasillos escucho una dulce voz que lo guiaría a dónde verdaderamente pertenece y tendría que elegir entre la oscuridad o la luz. ¿Qué elegirá? ...