Millian

No es justo

—¿Puede repetirnos una vez que fue lo qué pasó?

—Ya les dije que Millian no me hizo daño, que es mi pareja —pronunció mostrándole el brazalete en su muñeca izquierda.

—¿Y por qué se oían gritos?

La morena desvió la mirada, avergonzada. Que vecinos más chusmas, el lugar podía ser muy bonito, pero Liliana estaba pensando seriamente en regresar a la antigua casa de Millian, dónde no habían vecinos chismosos.

—¿Y bien?

—S-Sólo estábamos teniendo sexo —murmuró.

—¿Abusó de usted? ¿Fue muy rudo? ¿La violó?

—¡Por supuesto que no! No pasó nada de eso, fue consensuado.

El oficial la miró a los ojos y luego anotó algo en su libreta.

—Le harán un exámen para determinar su estado actual de salud.

—No puede ser, esto es inaudito —pronunció con fastidio, frustrada—. Millian es mi pareja, él no me hizo daño, no me lastimó ¡Estábamos teniendo sexo!

—En un momento vendrá una oficial que la acompañará hasta el centro de salud, dónde se le realizará el exámen.

—Por Dios, están haciendo un problema ¡De un maldito malentendido! Sólo estábamos teniendo sexo, si... S-Si escucharon que gritaba, es porque estaba muy excitada —pronunció avergonzada.

El oficial la miró, y luego salió de la habitación, sin creerle una sola palabra.

Liliana respiró profundo y luego suspiró, dejándose caer en el asiento. ¿Cuál era su maldito problema? ¿Por qué diablos no los soltaban de una vez a los dos? ¡Ni siquiera sabía dónde estaba Millian!

***

—¿Qué fue lo que ocurrió?

—Bueno, ya tenía una llamada de atención por unos de los oficiales a cargo de la zona, dónde se les prohibía estar a solas con la humana. Luego de dos semanas, y que demostrara que tenía intención de civilizarse, les permitieron salir a solas por unas horas, una cita.

—¿Qué le hizo? —preguntó serio el azabache.

—Los resultados del examen físico aún no están, pero ella insiste que no le hizo daño. Lo cierto es, que los vecinos dieron aviso a los oficiales cuando escucharon los gritos de una mujer.

—¿Tiene heridas visibles?

—Algunas marcas en el cuello y los pechos, que avalarían su coartada.

—¿Y cuál sería esa? —preguntó el jefe de los oficiales.

—Que estaban teniendo sexo.

Ketall dejó de leer el informe y miró incrédulo al oficial.

—¿Es en serio?

—Tenemos una hembra en terapia intensiva luego del ataque de un macho, que presuntamente era su pareja también. Cep y Kumi fueron muy claros, por más minúsculo y estúpido que parezca el caso, será investigado a fondo.

El azabache suspiró y asintió con la cabeza.

—Sí, luego de lo que ocurrió las medidas son otras ahora. Encierren en una de las celdas al tipo, y cuando tengan el resultado del exámen de la humana, házmelo saber.

—De acuerdo.

***

Lo tomaron de las cadenas, obligándolo a caminar hasta la celda que estaba frente a él... Nada de lo que estaba ocurriendo tenido sentido.

¿En verdad lo estaban encerrando por haber tenido sexo con su mujer?

Una vez dentro, lo dejaron con las esposas puestas, ya que era considerado peligroso, por atacar a los oficiales y no acatar las órdenes.

Y es que Millian estaba furioso, era injusto lo que les estaban haciendo.

...

Chicas, mejor sean 🤐🙊 jajaja