El Secuestro

Capítulo 51

Elliot

-¿Y como lo viste?

-Fue muy extraño si te soy sincero estábamos en la finca y él recolectaba manzanas como cuando era niño, lo extraño es que Christian no volvió a la casa de los abuelos después que mi padre le diera la espalda.

-Si, bueno, pero en un sueño todo puede pasar.

-Él se vino a despedir de mí.

-¿En serio? -dice pero luego se pone a llorar al igual que yo, me duele verla así ya no es aquella chica alocada y alegré.

- No llores tal vez eso lo necesitaba él, despedirse de nosotros ya que no tuvo oportunidad de hacerlo.

-Él sufrió demasiado desde pequeño y nosotros no estuvimos con él lo suficiente como para demostrarle nuestro amor.

-Si sufrió mucho, pero él sabía que tú lo amabas o no te acuerdas que solo tú lo podías abrazar gracias a ti hablo, Mia él sabía el amor que le tenías.

-La última vez que lo vi fue cuando celebramos el cumpleaños de Ana  después de eso ya no pude verlo.- me cuenta entre llantos, una pareja pasa y se percata que Mia llora yo les lanzó una mirada de enojo y siguen su camino.

-Yo tampoco pude, la última vez que hable con él me dijo que estaba ocupado con unos negocios y acordó vernos en la constructora dos semanas después pero nunca llegó.

Nos quedamos en silencio observando la vida de todos esos londinenses pasar  y como el mundo continuaba moviéndose pero nosotros estábamos en un punto muerto sin saber que hacer si bien Christian siempre estuvo alejado de nosotros era nuestro hermano y lo amábamos con todos sus traumas y su hermetismo para ser tratado pero al no estar él algo en nosotros murió con él.

Una de las dudas que me quedo rondando en la cabeza desde la mañana es cuando le mencioné a Anastasia y el dijo que estaba lejos del peligro pero...

¿porque me dijo que le preguntará a Carrick?

¿Papá sabrá algo sobre la muerte de él ?

-¿Te dijo algo más en el sueño?

-Solo que regresaría a casa porque estaba cansado y cuando volteo a verme si se miraba cansado y también muy pálido luego siguió caminando hasta que ya no pude verlo.

-Ojala y yo pudiera soñar lo.-su voz suena entre una combinación de tristeza y melancolía.

Después de nuestra pequeña y triste conversación caminamos por la cuidad hasta que ya se hace bastante tarde, nos dirigimos al auto donde nos espera un muy enojado Philips, el hombre no dice nada pero toda su expresión demuestra su estado de ánimo ambos subimos en silencio y nos dirigimos a casa pero para nuestra desgracia quedamos atrapados en el fastidioso tráfico, cada uno va sumido en sus propios pensamientos hasta que el sonido del teléfono de Philips nos devuelve al presente.

-Si...¡Que! ¿Enserio?...pero que mierda...te dije desde el principio que nos hiciéramos cargó.... ¿como que no puedes?... él no merecía esto y lo sabes ...ella debe de estar  destrozada.....solo dame la orden y me haré cargo no esperes más y hazlo....está bien pero no me hago responsable si me provoca el muy bastardo.

Philips tira su teléfono al siento del copiloto no se con quién hablo que está realmente furioso, Mia solo me mira con un gesto asustada yo solo aprieto su mano y me encojo de hombros por haber presenciado está conversación tan extraña.

Al fin logramos salir del tráfico y llegamos a casa.

Cuando Mia y yo entramos nos recibe el olor a comida que proviene de la cocina haciendo que nuestro apetito vuelva.