Capítulo 17

2.3K 195 7
                                    

Anastasia

El entierro termino y nos despedimos de todos y aunque fuimos pocos los presentes éramos los únicos que conocíamos a Christian, no quería que el entierro de mi esposo se volviera como una reunión social llena de personas hipócritas de sociedad que daban sus condolencias solo por puro compromiso.

Solo sus empleados más cercanos y familia eran realmente los únicos que sentirían con pesar la muerte de Christian, así que esto se llevo con suma discreción, se en mi corazón que así lo querría Christian y fue así como lo hice.

Los abuelos Trevelyan, mamá y Bob regresarán hoy mismo a sus hogares así que solo la familia Grey, papá y yo regresaremos a Escala donde tendremos una pequeña reunión familiar.

Voy en el auto de regreso a Escala, por la ventana voy viendo parejas agarradas de las manos otras con sus bebés en brazos y me doy cuenta que nunca podré hacer eso de ahora en adelante solo seremos mi bebé y yo y un triste recuerdo de su padre.

La vida es una montaña rusa de emociones en un segundo puede estar arriba y luego en un parpadeo estas tan abajo que no sabes que hacer y es así como me siento sin rumbo y perdida, sin ningún propósito a seguir porque al estar despidiéndome de él sabía que aquel bello mundo que él me mostró se torno gris y sin sentido solo espero que cuando nazca mi pequeño bip un poco de alegría regrese a mi vida y tal vez recobre el sentido que algún día tuvo cuando su padre estaba con vida.

-Annie, llegamos a casa.-dice mi padre y ni siquiera me di cuenta que perdí la noción del tiempo.

Todos subimos en silencio al ático y cuando entró me dirijo directo a mi habitación me acuesto en la cama y me hago un ovillo y  dejo salir mis lágrimas hasta no poder más.

-Annie, tranquila no me gusta verte así cariño.

-Papa lo perdí y jamás lo volveré a ver.-él se acerca a mí y me abraza.

-Tienes que ser fuerte te aseguro que a él no le gustaría verte así.

-Pero él ya no está aquí ya no podrá verme.

-Mi amor, Christian siempre vivira en aquellos corazones de quienes lo recuerden.

-Pero lo necesito aquí conmigo, papá.
 
-Lo siento mucho cariño no sabes cuántas ganas me dan de borrar tu dolor pero lamentablemente no puedo.

-No me dejes, papá.

-Claro que no, cariño, yo estaré contigo en este proceso.-sigo llorando hasta que logró tranquilizarme.

-Annie, te puedo preguntar algo.

-Si, papá, pregunta.

-¿Porque Taylor dijo que cuidaría a los dos tesoros que dejó?

Bien Ana es hora de decir la verdad.

-El asunto es que...

-¿Qué? Ana, habla.

-Es que estoy embarazada.

-¡Dios Santo! él murió sin saberlo.-dice y se lleva las manos a la boca jamás había visto a mi padre tan sorprendido.

-Él si lo sabía se lo dije el mismo día que lo secuestraron.

-¿Pero cómo? ¿y porque se encontraba solo?

Le cuento todo lo que ocurrió ese día desde que me enteré que estaba embarazada hasta el momento donde Taylor me informó que él había sido secuestrado.

-Él no debió salir como un cobarde, Ana eso no estuvo bien.

-Si, papá, se que estuvo mal pero si tú supieras todo lo que él paso me entenderías yo no puedo odiar a Christian por lo que hizo esa noche y por eso te pido que tú tampoco lo hagas.

-Nunca podría odiar al hombre que hizo a mi hija tan feliz aunque sí estoy molestó pero no con él sino con esos infelices que lo asesinaron.

-Tienes un corazón tan grande, papá.-le digo porqué escuchar eso para mí es un alivio.

-Asi que voy a ser abuelo no te preocupes, cariño, yo voy a criar a ese bebé junto a ti y siempre le diré cosas buenas de su padre y le contaré muchas historias sobre él.

-Papá, pero tú no conviviste mucho tiempo con él.

-No importa el poco tiempo que tuve con él me basta y además siempre puedo inventar historias sobre él.

-Por eso te amo papá gracias por nunca dejarme sola.

-Cariño, solo vivo por ti y ahora por este hermoso pequeño, en unos meses tendré un mini Christian en mis brazos.

-Papá, puede ser niña.

-Como sea yo siempre lo cuidare de la misma manera que cuide de ti.

A pesar de que no llevo su sangre nunca me ha fallado Ray siempre está ahí para mí. En los momentos más felices a estado a mi lado y ahora en los más tristes me demuestra nuevamente el inmenso amor que me tiene, no sé cómo agradecerle todo lo que hace por mí.

-Muy bien, cariño, pronto servirán la cena y creo que es lo correcto que les digas la verdad a toda la familia porque me imagino que no lo saben y por cierto ¿cuanto tiempo tienes?

-Ellos no saben nada y tienes razón es mejor decirles y con respecto al tiempo tengo apenas ocho semanas de embarazo cuando secuestraron a Christian tenía apenas cuatro semanas.

-Llevas muy poco tiempo, Annie, eres más fuerte de lo imaginé has cargado con este peso tú sola  ¿y porque no me llamaste cuando lo secuestraron?

-No quería preocuparte y creí que sólo querían dinero pensé que el volvería a casa pronto.

-Pero no fue así .-dice mi padre en un susurro.

Él me abraza y seguimos así por un largo tiempo hasta que nos informa Gail que la cena pronto será servida.

Bien es hora de decir la verdad sólo espero que ellos se lo tomen bien porque si no es así no lo soportaría.

-¿Lista, cariño?

-Si, papá.

-Bien entonces vamos y recuerda que yo siempre estaré apoyándote.












El SecuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora