Capítulo 57

2.7K 235 42
                                    

Anastasia

No voy a negar que desde ayer el miedo y la incertidumbre se apoderaron de mi. ¿Cuál él era el futuro que nos espera a Christian y a mí? No lo sé en su condición todo era incierto.

Para muchas personas incluso para mí, Christian siempre proyecto la imagen de un hombre poderoso y dominante pero a medida que el tiempo pasó y lo fui conociendo me di cuenta que solo era una máscara para ocultar su dolor y detrás de esa máscara se encontraba mi niño perdido, asustado y lleno de miedo a todo aquello que no podía controlar que ahora más que nunca se encontraba aún más vulnerable. Y luego estoy yo que para los ojos de Christian era frágil y vulnerable que no quería que nada me pasará pero yo no soy así yo soy incluso más fuerte que él pero en estos momentos de nuestras vidas la pregunta que siempre me hago es ¿Tendré la suficiente fuerza para ambos? La verdad no lo sabía.

Hace media hora despertó e igual que ayer se muestra ajeno a todo, su mirada se encuentra fija en mismo punto aveces parpadea, cierra sus ojos por varios minutos y vuelve abrirlos. Me duele y me rompe el alma verlo tan enfermo y no poder hacer nada para ayudarlo. Y lo peor de todo es que debido a su estado ni siquiera puedo abrazarlo como yo quisiera.

Mi pobre Cincuenta ahora me toca luchar por ambos y como dijo Sara la verdadera lucha será cuando tengamos que regresar a casa y tener que crear una nueva rutina de vida llena de constantes cuidados médicos.

-Cariño, iré por una taza de café ahora vuelvo.

-Tu ve tranquilo, papá, no te preocupes.

Mi padre que desde ayer a estado muy callado e inquieto se que algo me oculta pero no quiero agobiar lo con mis preguntas y máximo que ha estado estos últimos meses sin descansar.

Mi vista se vuelve dirigir a Christian y me decido por hablarme aunque tal vez no me entienda.

-Extrañaba tanto ver tus hermosos ojos grises, no sabes la felicidad que me da que  hayas despertado y se que aunque ahora estés así poco a poco, mi amor, se que te recuperarás.-tomo su mano y la llevo con delicadeza hasta mi vientre.

-Vamos mi pequeño bip enséñale a papi que tú también que estás feliz porque despertó.- En ese momento mi pequeño empieza a dar pataditas como intentado hacerle saber a Christian que está feliz y aunque las manos de Christian no tengan movimiento yo sé que ha sentido la reacción de su bebé, él con mucha dificultad logra enfocar su vista en mi y un pequeño destello aparece en su mirada.

Eso me hace pensar que por pequeños momentos mi Christian tiene al menos un poco de lucidez y se da cuenta de su entorno.

Durante un largo rato sostengo la mano de Christian sobre mi vientre y mi bebé no deja de moverse hasta que su padre se vuelve a quedar dormido cuando eso pasa mi pequeño deja de moverse.

¡Vaya ahora me he quedado sola! Mis dos amores al parecer se cansaron hasta dormirse.

Vuelvo a acomodar la mano de Christian en la cama y lo cubro con la sábana. Dentro de unos meses nacerá nuestro bebé y aunque su padre se encuentre enfermo le enseñaré a que lo quiera tal y como es, por nada del mundo voy a permitir  que mi bebé se aleje de su padre o en un futuro se avergüence solo porque Christian tiene alguna discapacidad.

Escucho dos toques en la puerta contesto que pase y entra el doctor Maxwell.

-Buenos días, señora Grey.

-Buenos días.

-Me gustaría darle algunas indicaciones ¿Le parece si hablamos aquí o en mi consultorio?

-Aquí está bien.

-En el caso de su esposo y tras consultarlo con mis colegas llegamos a la conclusión que aunque son pocas la probabilidades de que mejore podemos intentar enseñarle todo desde cero.

El SecuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora