El Secuestro

Capítulo 21

Anastasia

He estado pensando todos los acontecimientos de estos días y no asimiló la pérdida de Christian me siento perdida porque no sé qué hacer con todo lo que me dejó y yo no quiero su dinero lo único que quiero es retroceder el tiempo y abrazarlo y nunca soltarlo.

Estoy acostada en la cama llorando y recordando todos los momentos especiales con Christian, escucho que tocan la puerta así que me limpio las lágrimas que recorren por toda mi cara.

-Adelante.-digo en un susurró veo que es Taylor, él entra haciendo que luego me incorporé y me siente en la cama.

-Perdón por molestar pero quería hablar con usted Ana.

-Siéntate, Taylor, y dime qué quieres hablar.

Él suspira y luego se sienta en el sillón que está junto a la cama.

-El día a sido muy complicado y desde hace un tiempo quería decirle que me perdone.

-¿Perdonarte porque, Taylor?

-Le falle a Christian y lo deje solo.

-Taylor, no te culpes más por eso, nadie pudo hacer nada.

-Hace años prometí nunca dejarlo solo sabe.-Su voz suena apagada y no hay rastro de ese hombre sereno que siempre conocí.

-Entonces porque lo hiciste.

-El día que usted discutió con él, estaba dispuesto a ir con él pero horas antes me hizo jurarle que siempre la cuidaría cuando salí tras él me lo impidió y las últimas palabras que me dijo fueron que cuidara de usted.

-Y es por eso que no lo seguiste y no fue por darle su espacio.

-Si así fue, pero se lo prometí.

-Entiendo y como ya dije antes no te culpes más, eso jamás lo va revivir.

-Tiene razón pero esto que siento en mi corazón no me deja en paz.

-te puedo hacer una pregunta.

-Si, señora.

-¿Cuando fue que le prometiste no dejarlo solo? dijiste que hace años se lo promestiste.-Respira profundamente y me dedicaba una mirada llena de tristeza.

-Cuando empecé a trabajar para él me di cuenta de todos sus problemas usted ya sabe cuáles, trataba de no preguntar porque no era mi incumbencia pero un día sin querer entre a su habitación y el estaba dormido me acerqué un poco para ver si estaba bien y fue ahí donde vi las marcas en su pecho y espalda él estaba sin camisa y no pude evitar verlas.-sacude un poco su cabeza como intentando sacar esas imágenes en su cabeza.

-¿y que pasó después?

-Estaba muy enojado pensé que su familia lo hizo y estuve tentado a reclamarles veía que jamás lo abrazaban y el casi no hablaba con ellos así que era fácil pensarlo además solo llevaba como un mes trabajando con él.

-pero no lo hiciste me imagino.

-Por suerte no, así que un día busque su expediente el que la policía entrego cuando lo encontraron  y vi que fueron hechas esas marcas antes de ser adoptado deje pasar eso pero luego lo empecé a notar muy deprimido así que le atribuye a lo que le había pasado en su infancia que por cierto en el expediente no dice mucho. Lo llevaba con muchos psicólogos pero ninguno le ayudaba porque siempre cambiaba, una semana era uno y a la otra era alguien diferente. Lo único que lo calmaba era ese cuarto de juegos.- se queda pensativo y no sé si quiere seguir hablando.

-Sigue por favor.- lo instó porque quiero saber qué pasó después.

-Una noche escuché unos gritos desgarradores pensé que alguien le están haciendo daño tome mi arma y fui a su habitación lo encontré sentado completamente asustado y cubierto en sudor y le costaba mucho respirar me acerqué a él y fue ahí donde me confesó que estaba cansado de vivir.- eso me deja en shock y empiezo a llorar.