KHAOS [LIBRO PUBLICADO]

Capítulo 2

Para que puedan entender la historia, aquellos momentos donde los habitantes de la isla hablen en su idioma serán escritos con letra cursiva y aquellos momentos donde hablen normal serán escritos con letra normal.

***

| N1N4 | Nina |

—Te lo habría dicho antes pero no había nada confirmado. Sabes que nunca tenemos conversaciones prolongadas con ellos y creímos que cambiarían de opinión con todas las medidas de seguridad que les gusta tomar —se disculpa J4K, un protector, una vez más—. Además, eres de las más calificadas para asesorar al resto en esta misión. Fue una decisión unánime.

Había decidido mantener la mente en blanco para alejar la repentina angustia y calmar mi mente. En cambio me puse a reflexionar sobre tener que decir el nombre de J4K por primera vez en voz alta. Para los invasores era común que cada individuo tuviera una forma de llamarse desde el día de nacimiento, aquí no es tan así, estamos acostumbrados a andar en conjunto y nombrarnos conforme a nuestras funciones. Por otro lado, algunos tenemos la casualidad de tener apodos entre familiares.

¿Cómo sería el de J4K? Siempre le dije protector o algún apodo improvisado acorde a la situación.

En lenguaje invasor, supuse que era hora de jugar con las vocales.

Jak.

—La vez que me tocó ser miembro del comité pensé que habíamos acordado no traer más extranjeros a la isla —contesto, molesta pero sin llegar a sonar desagradable. Ignoro el calor y el sudor que de pronto se acumula en mi frente—. Sólo traerán problemas, Jak y lo sabes.

Da un respingo al oír como lo llamo. Parece recobrarse rápidamente.

—Somos un misterio para ellos, Nina —responde, ignorando lo que ocurre a nuestro alrededor. Casi implora que pueda ver con sus ojos que también siente deseos de conocer a esta gente—. Solo vienen unos cuantos representantes a investigar si esta isla es...

—Comprable. Digna de saquear —mascullo. De seguro no hay nada más que los de afuera podrían querer. Destruyen todo lo que tocan.

—Apropiada para mantenerse por sí sola —me corrige con gesto cansado, sabe que no podrá hacerme cambiar de parecer. Al menos intenta que me ponga de su lado—. Ellos no son el enemigo, tener esa creencia podría afectar nuestro trato con ellos.

Al mirarlo de reojo sé lo mucho que quiere ocultar sus nervios. Los extranjeros no tienen la mejor reputación, es como dejarle las puertas abiertas a la peste.

—Voy a ser educada —le tranquilizo y su respuesta es una sonrisa. Añado—: pero haré lo que sea necesario para cuidar de mi gente.