Almas Unidas [BNHA x Tú] (Actualizaciones Muy Lentas)

Capítulo 14: ~Preocupaciones silenciosas~

°Narrador Omnipresente°

Luego de discutir con su compañero, Bakugo arremetió furiosamente contra el peliverde, quien temió por la seguridad de su compañera.

-¡Uraraka! ¡Debes irte sin...!- comenzó a decir, más no pudo acabar a causa de la patada que recibió del cenizo.

-¡No te distraigas!- dijo un enojado Bakugo, quien, con sorpresa, sintió algo al rededor de su pierna.

Midoriya había tomado una cinta de captura y con ella había atrapado la pierna del rubio, dándole tiempo a la castaña de huir del lugar. Mientras hacía esto, el peliverde recordaba su libro de estudio de héroes, logrando así saber que haría Bakugo en su siguiente ataque, esquivandolo con facilidad y sorprendiendo a todos en la sala de monitores, quienes estaban asombrados de la forma en la que el peliverde peleaba contra uno de los primeros en el examen de ingreso sin hacer uso de su kosei.

Luego de su exitosa evasión, Midoriya decidió buscar un escondite para ganar tiempo y hacer un plan, esto molesto de sobremanera a su amigo de la infancia.

-¡Vuelve aquí Deku! ¡¿Te burlaste de mí todo este tiempo no es así?! Realmente tu kosei es es bastante llamativo, ¿Verdad? ¡Úsalo! ¡Demostraré que el mío es más fuerte que el tuyo!- gritó el cenizo con ira, el sentimiento de haber sido engañado durante tanto tiempo solo lograba enojarlo más, queriendo desquitarlo en el peliverde quien huía del lugar.

En la sala de monitores, todos se encontraban algo asustados por el evidente enojo de Bakugo. Aún sin saber muy bien que estaba pasando, se veía como el rubio creaba explosiones en sus manos que acompañaban la ira en su rostro. _____ miraba con preocupación a los que consideraba sus nuevos amigos mientras intentaba lidiar con el sentimiento de molestia que le había quedado luego de su charla con Hanta; temia por la seguridad de Izuku y Ochaco, estaba preocupada por la actitud de Bakugo (quién, desde su punto de vista, actuaba mucho más agresivo que de costumbre), y pensaba con enojo que su compañera de equipo, Yaoyorozu, había descartado sus ideas por sentirse superior a ella (algo que realmente no era así), cosa que detestaba que sucediera en cualquier situación.

La pelinegra por su parte intentaba pulir lo más que podía el plan que tenía, ya había estado pensando varias estrategias y se decidió por la que usarían sin pensar muy bien que su compañera también tendría ideas, Yaoyorozu solo cedió ante los nervios de querer estar a la altura de lo que sus padres esperaban de ella, quería estar a la altura de el apellido que cargaba y, para su desgracia, no tomo en cuenta las opciones de su compañera, algo que las afectaría bastante en el futuro.

Volviendo con Bakugo en el edificio, este se encontraba pensando en su infancia junto al peliverde, recordando como Izuku siempre había sido mucho menos "increíble" que él y, aún así, siempre estaba dispuesto a ayudarlo aún siendo más débil al no tener un kosei, cosa que lo enojaba enormemente. Decidido, volvió a buscarlo con la intención de derrotarlo para demostrarle lo débil que realmente era, siendo el cenizo "superior" a él.

En ese mismo edificio, Uraraka había logrado encontrar el lugar donde la "bomba" se encontraba, siendo ésta custodiada por Iida, quien se hablaba a si mismo, llegando a la conclusión de que, para poder convertirse en un héroe digno perteneciente a la familia Iida, debía ponerse en el papel del villano en este ejercicio, haciendo que la castaña no pudiera evitar reír por su seriedad. El peliazul oyó su risa y encontró su escondite fácilmente; él ya estaba preparado para la llegada de la chica, habiendo quitado todo lo que la castaña podría usar con su kosei, dejándola en completa desventaja.

Todos podían ver cómo el equipo de héroes estaban en una clara desventaja, incluido Midoriya quien, cuando intentaba crear un plan, fue avisado por la castaña sobre lo que acababa de suceder. Apenas pudo notar que se encontraba justo debajo de donde estaba su compañera cuando fue hallado por la persona de la que huía; Bakugo, quien se enojaba cada vez más al pensar que era subestimado por el peliverde. Midoriya, en esta desvenajosa situación, solo pudo pensar en una solución.