Almas Unidas [BNHA x Tú] (Actualizaciones Muy Lentas)

Capítulo 16: ~Perder la batalla pero ganar la guerra~

°Narrador Omnipresente°

Cuando ambos jóvenes volvieron a la sala, lo que vieron en los monitores frente a ellos era una situación preocupante; se podía ver cómo el joven peliverde llamado Izuku estaba acorralado por un muy enojado Bakugo mientras, por lo que sus rostros demostraban, tenían una acalorada discusión.

-¡¿Acaso me estás menospreciando maldito?!- gritó con ira el rubio ceniza, mirando con odio en sus ojos al peliverde frente a él.

-¡Kacchan, es porque eres asombroso que quiero ganar!- respondió el pecoso, con lágrimas formándose en sus ojos.

Midoriya sentía miedo; su amigo de la infancia a quien había admirado durante tanto tiempo lo miraba con un odio abrazador, como una llama que lo envolvía por completo y no le daba oportunidad o forma de huir. Pero ya no buscaría huir, el Izuku que buscaba evitar todo enfrentamiento posible con Bakugo quedaba atrás, el Izuku cuyo apodo "Deku" significaba "inútil" fue reemplazado por el nuevo; el Izuku que había logrado entrar a la UA, aquel que tenía amigos al fin, aquel que ahora tenía un kosei, aquel que podía ser un héroe, aquel cuyo apodo significaba "puedes hacerlo" y, lo más importante, el Izuku cuyo miedo era reemplazado por determinación y ganas de superar a quien tenía en frente.

-¡¡Quiero ganarte y superarte!! ¡¿Acaso no lo entiendes idiota?!- gritó con fuerza y cierto enojo el peliverde, mirando con determinación al rubio ceniza.

-¡¡Quita esa maldita expresión de tu cara de nerd!!- respondió con ira y odio el cenizo, con una sonrisa macabra plasmada en su rostro.

-Hombre, ese Bakugo no va a dejarlo ir, ¿No es así?- comentó un pelirrojo en el salón de monitores, mientras todos los presentes ahí miraban con atención la pelea.

-No lo dejara ir por nada del mundo- contestó por lo bajo la peliazul, quien sudaba frío ante la situación que se desenvolvía frente a todos.

Volviendo a la pelea que era grabada por las múltiples cámaras, Bakugo y Midoriya ahora corrían agresivamente hacia el otro, preparados para cada uno realizar su ataque. Las manos del rubio chispeaban, preparándose para la gran exposición que crearían en contra del peliverde.

-¡¡Detroit...!!- por su parte, el más bajo podía sentir como su brazo comenzaba a calentarse ante el flujo de energía que corría por el, la cual comenzó a destrozar la manga de su traje, quedando solo retazos en el suelo.

-¡Sensei! ¡Debe de parar esto ahora!- expresó con fuerza y algo de miedo el pelirrojo, temiendo por lo que podría pasar en el edificio que estaban viendo, el cual ya tenía su estabilidad en peligro por el previo ataque del rubio.

El rubio mayor dudaba aún sobre el encuentro que veía; sabía que su joven heredero y su amigo necesitaban está pelea para arreglar finalmente la tensión que había notado con facilidad, pero esto se le estaba yendo de las manos y corría peligro la vida del peliverde, además del posible peligro de derrumbe, corriendo también peligro los tres alumnos restantes.

-Atención ambos equipos, ¡El encuentro se susp...!- fue cortado por el ruido que emanó del aparato que tenia en su oído el cual lo sorprendió.

-¡Uraraka! ¡Aquí estoy!- gritó desde el fondo de sus pulmones el peliverde para avisar a su compañera.

-¡Bien!- contestó la castaña mientras abrazaba con fuerza una viga, confundiendo al peliazul que se paraba frente a ella.

Se encontraban cara a cara finalmente los amigos de la infancia, mirándose con ferocidad a los ojos; unos demostraban superioridad e ira, buscando rebajar a su contrincante. Los otros, determinación y superación, demostrando que el miedo que había sentido durante años se había ido en ese momento.