HIBRISTOFILIA | joshler.

0.6

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Fin del trabajo en este día. En éstos momentos, Josh y Bill están sentados en una mesa de la cafetería Owl Nest, la cafetería preferida de los dos. El teñido teclea un poco su celular y luego lo deja sobre la mesa.

—Listo, le avisé a Laura que llegaremos en cuarenta minutos más— informa Josh.

—Bien— responde Bill y asiente.

Un mesero de ojos grisáceos se acerca a ellos, pide sus órdenes amablemente y luego se retira sin más. Josh mira por la ventana un momento, divisando todos esos autos y personas pasando por la calle; la perfecta definición de la vida urbana, de la vida en sociedad.

¿Qué sería del ser humano sin poder compartir pensamientos y criterios con sus semejantes? Locura, pérdida total de la cordura, un colapso, un completo colapso.

—¿Por qué quisiste que vinieramos a cenar juntos sin ser una ocasión especial, William?— cuestiona Bill rompiendo ese pequeño silencio.

Josh voltea a verlo a los ojos, suspira y responde.

—Quiero pasar un momento juntos.

—Claro, pero hay algo más, lo presiento.

Bill lo mira con los ojos entrecerrados y eso hace que Josh sienta que lo fulmina con mayor concentración.

—Aquí tienen lo que pidieron— el mesero interrumpe su guerra de miradas y luego se retira.

Los dos miran su comida un momento para después comenzar a devorarla. Bill bebe un poco de café, limpia su boca con una servilleta y carraspea llamando la atención de su hijo.

—Dime el porqué me trajiste aquí en realidad— ordena Bill.

Josh termina de tragar lo que hay en su boca; piensa un poco sus palabras y se convence a sí mismo de que habrá buenos resultados.

—Por una verdadera explicación— responde Josh.

Bill frunce el ceño levemente.

—Es por la fuga.

—Sí, quiero saber el porqué yo y Urie no sabemos nada sobre ese tema.

Su padre no responde, simplemente continúa devorando los waffles como si no hubiese salido ninguna palabra de la boca de su progenito.

—¿No habrá respuesta ante mi duda?— cuestiona Josh nuevamente.

Bill frunce el ceño, deja el tenedor sobre la mesa, limpia su boca y luego habla:

—Ya lo había dicho: no tienen mucha experiencia en el plantel. No van a entenderlo.

Bill trata de volver a lo que estaba, pero Josh llama su atención nuevamente antes de que lo haga:

—¿Porqué?

Su padre levanta la cara y lo mira directo a los ojos pidiendo una pregunta completa, una pregunta bien formulada.

—¿Porqué me considera un inútil, señor?

—No lo hago.