HIBRISTOFILIA | joshler.

1.4

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Al haber aceptado, Josh tiene que mantener su palabra de tomar las condiciones y reglas que ponga Joseph. Sea lo que sea en lo que consista la propuesta. Se dijo que ésta vez confiaría en sí mismo y lo hará. Por una vez, tiene que hacerlo.

Es la hora del almuerzo. Los reclusos están comiendo en sus respectivas celdas. Brendon accedió a ir él solo a la cafetería, ya que Josh le explicó que tenía algo que hablar con Joseph. Josh está recargado en los barrotes de la celda de Joseph, al igual que el mismo Joseph.

-Bien, te dije que necesitabamos a alguien más- explica el castaño-, y eso haremos, nos uniremos: si tú tienes problemas, aquí estoy; si yo tengo problemas, aquí estarás.

-Lo entiendo- dice Josh.

-No, aún no lo entiendes, ven.

Joseph se levanta, abre la reja de su celda y hace un ademán con la mano para que Josh entre. El teñido lo mira por unos segundos, se levanta y entra a la celda. El castaño entra detrás y deja la reja abierta.

-Siéntate- ordena Joseph señalando el lugar donde duerme y el teñido obedece.

Joseph toma un pequeño banco de al lado y se sienta frente a Josh. Joder, ahora está aún más nervioso.

-Mira, a lo que me refiero es que seremos cercanos. Serás como un cofre para mí, al igual que yo lo seré para tí.

Josh trata de tomar aire más profundo sin que se note. Sus nervios aumentan involuntariamente. Es como si tuviera un ataque de asma sin padecerla, algo de salbutamol no le vendría mal en éstos momentos.

-¿Porqué un cofre?- continua Joseph-, porque dejaremos lo más importante de nosotros en el otro. Seremos como piratas. ¿Porqué piratas? Porque los piratas defienden con su vida los cofres donde depositan lo más preciado para ellos. ¿Y sabes qué más?

Josh niega con la cabeza. Lo entiende, pero no sabe si haya algo más.

-Los piratas entierran su cofre si ya no pueden defenderlo más, si saben que todo terminó, se aseguran de nadie se apropie de su tesoro. Y eso haré justamente- toma a Josh del rostro con fuerza-. No toleraré la traición. Si no cumples con tu palabra, si no eres un buen cofre para mí, te enterraré seis pies bajo tierra. Lleno o vacío, vivo o muerto. Te convertiré en una maldita calle, Joshua William Dun.

Genial, ahora está amenzado. Pero sólo tiene que guardar la calma y no dejarse intimidar tan fácil. Sólo tiene que pensar en ganar la apuesta. Sólo tiene que respirar hondo y dejar que todo fluya. Además, sólo tiene que ser como un amigo para Joseph, ser un amigo es fácil... ¿cierto?

Josh aclara su garganta y habla:

-No hay problema, lo haré. Cumpliré con mi palabra, seré como un hermano para tí.

Joseph suelta una estruendosa carcajada y eso confunde al teñido.

-No, no, no, no- habla Joseph aún riendo-. No estoy buscando un hermano o un amigo, eso lo tengo con Weekes y tú con Urie.

Toma a Josh del cuello de su camiseta, lo levanta rápidamente junto con él y lo recarga contra la pared.

-Pensé que lo habías entendido.

-Lo siento, me confundes- responde Josh neutro tratando de ocultar su nerviosismo.

-Te lo explico nuevamente entonces: no busco un amigo, ni un hermano tampoco- sonríe-. Desde ahora, somos novios.

Mierda, ¿qué?

-¿Q-qué?

Joseph toma a Josh del mentón y deja un beso en sus labios.

-Desde ahora, somos novios?

Josh se queda atónito, no sabe qué decir. Joder.

-¡Josh!- escucha que lo llama Brendon a lo lejos.

-Ánda, ve con él. Te veo más tarde- ordena Joseph.

El castaño deja nuevamente un beso en los labios del teñido. Josh asiente sin nada más para decir, comienza a caminar fuera de la celda y cierra la reja con la llave.

-Adiós- dice Joseph con la intención de ponerle más nervioso, lo cual logra.

Josh no contesta, aún no procesa bien lo que acaba de pasar. Se acerca a Brendon y éste lo toma del hombro.

-¿Todo bien?- pregunta Urie con una sonrisa.

-No lo sé- responde.

Josh quita la mano de Urie de su hombro y camina hasta afuera de la sección. Se sienta en el suelo y se recarga contra la pared.

«Mierda, ¿porqué me pasan éstas cosas a mí?».