HIBRISTOFILIA | joshler.

2.0

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El sonido de varios susurros hace que Josh abra sus ojos lentamente para ver de qué se trata. Cuando sus párpados llegan al punto más alto, divisa a varios de los reclusos posados frente a él. Se reincorpora rapidamente, se observa a sí mismo y se da cuenta de que su camisa aún está desabotonada.

Abotona su camisa lo más rapido que puede para cubrir su abdomen que sigue cubierto de semen. Pasa sus manos por su cabello para que no se vea tan revuelto, suspira y vuelve a dirigir su mirada a los reclusos que están a un lado de él.

—¿Qué tanto miran?— pregunta el teñido un poco molesto y apenado.

—Cállate, rosadito— habla uno de los prisioneros—. Ghost nos pidió que te entregaramos ésto— le tiende una hoja de papel.

(por si no lo recuerdan, en los expedientes, a Tyler se le conoce como "Ghost").

Josh toma la hoja de papel, se levanta y comienza a leer lo que hay escrito en ella.

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rosita fresita,

comencé a decirte de esa manera desde apenas ésta mañana, pero me parece un apodo lindo.

en fin, vayamos al grano para que no te enfades de leer y yo pueda terminar la carta antes de que despiertes.

bien...

¿sabes qué significa lo que acaba de pasar entre nosotros?

bueno, para mí significa que he corroborado que eres mi razón para vivir; había querido comprobarlo desde hace tanto tiempo, que ahora que ha pasado, parece irreal.

y creo que para tí significa que eres libre. sí, libre, totalmente.

libre de buscar algo por lo cual estar en éste mundo. libre de encontrarte a tí mismo. libre de saber porqué vale la pena vivir.

he dejado ésta pequeña carta para decirte que me voy, sí, por fin dejaré éste lugar. y pienso que deberías hacer lo mismo.

antes, te hubiera obligado a venir conmigo. pero ahora que nos hemos unido, te doy la oportunidad de elegir si quieres venir conmigo.

si decides no estar conmigo, lo acepto y espero que entiendas que, al fin, puedes ver solo por tí. y si tu desición es seguirme, solo mira la parte trasera de la carta.

espero que decidas lo mejor para tí, rosita fresita.
–Joseph.

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Josh se queda un momento en silencio repasando cada palabra varias veces. ¿Cómo es que se fue así de la nada? Además, no sabe qué más pensar. Lo único que viene a su mente es ir tras él, darle la vuelta a la carta y ver lo que hay.

—¿Y qué esperas para darle la vuelta a ésa maldita hoja, rosadito?— habla uno de los reclusos y Josh gira su vista hacia él—. Sí, leímos la carta, y no lo sentimos.

—Hijos de puta— responde Josh y ríe con diversión, por alguna razón, no le molesta.

—Ya, dále la vuelta, perra rosa.