Treinta y tres

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-¡Te dije a la izquierda! Que pelotu...

-¡Epa! La boca.- le grita Nacho a Lena, resulta que hubo una pequeña confusión y nos equivocamos de camino.

-Pero Nacho, te dije a la izquierda y vos fuiste a la derecha, ahí agarramos mal toda la ruta.- explica Lena un poco más calmada.

-¿Y por qué no me dijiste que estaba mal? Aparte dijiste izquierda pero señalarte la derecha, yo seguí tu dedo.- dice haciéndose el inocente.

-¡¿Sos estupido? Si te digo izquierda, ¡Gira a la izquierda!- se altera Helena de nuevo, Nacho por su lado se ríe.- ¡¿De qué te reis?!- se me escapa una risa pero me callo porque es un momento serio.

-Es que... nunca te había visto así de enojada, re tierna sos.- le dice el y toca la punta de su nariz, veo como Lena se convierte en un tomate y me da ternura. Rápidamente se da vuelta mirando para la ventana, yo giro a ver a Valen quien me sonríe de manera cómplice.

-Bueno, nos vamos calmando.- digo tratando de solucionar el problemita-. Nacho, podes frenar así buscamos bien el camino en el celu.- le pido y el hace caso, cuando frena el auto los cuatro estallamos a carcajadas.

-No puede ser que nos perdimos.- dice Valen riendo.

-Si, si puede ser porque tu amigo no sabe cual es la izquierda y cual la derecha.- dice Lena y yo rio.

-Bueno, quien tiene internet para buscar el mapa.- digo y revisamos nuestros celulares.

-No tengo señal.- decimos los cuatro al mismo tiempo, nos miramos y nos tentamos de nuevo.

-Wacho, alta mala suerte.- dice Nacho y le damos la razón.

-Bueno, tendrás que dar la vuelta y Lena fijarte donde era que tenía que doblar.- Nacho arranca el auto y da la vuelta volviendo por donde veníamos.

No puedo creer que en un viaje de hora y media nos perdimos. Por suerte el viaje no se hace aburrido con mis amigos.

Viajamos un rato hasta que Lena reconoce el camino, enseguida Nacho sigue sus indicaciones y ahora parece que vamos bien. Me relajo y apoyo mi cabeza en el hombro de Valen quien me da un beso en la cabeza, sonrio inconscientemente.

Después de más de media hora de viaje, el grito de emoción de Lena nos avisa que llegamos. Ella empieza a mostrarnos todo lo que vemos, literalmente va: "Ese es un árbol, ahí hay otro, ¡Esa es una casa! ¡Un kiosco!" Así hasta que llegamos a una casa chiquita pero muy linda, le pide a Nacho que frene y nos avisa que estamos en la casa de sus abuelos. Nos bajamos y estiramos nuestro cuerpo.

Abren la puerta de la casa y de esta salen una señora y un señor que se nota que son mayores. Enseguida Lena sale a abrazarlos, ellos le devuelven el abrazo y a mi esa escena me llena de amor. Cuando se separan pasa a presentarnos.

Dice mi nombre y me acerco a saludarlos, me reciben con un mini abrazo que me ablanda el corazón, les sonrio y nos invitan a pasar.

Al entrar el olor a casa de abuelos me inunda, la casa es muy acogedora y el calorcito que hay hace que me de sueño. Recorro con la mirada el lugar viendo muchas fotos y adornos.

Nos indican que pasemos al comedor donde ya está puesta la mesa y la comida está servida. Nos sentamos y nos sirven pastel de papa, se me hace agua la boca al tener el plato enfrente. Espero a que todos tengan servido para empezar a comer.

Almorzamos en un ambiente más que agradable, charlamos mucho y curando les contamos lo que nos pasó en el camino ellos ríen e incluso el abuelo jode a Nacho.

Cuando terminamos nos quedamos hablando un rato hasta que levantamos la mesa y, aunque la abuela se niegue, soy yo quien lava los platos y Valen los seca.

¿Que onda tu amiga? ; wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora