Cincuenta y uno

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Abro los ojos cuando escucho la puerta de mi pieza cerrarse, miro confundida a mi alrededor y no encuentro a Lena por lo que supongo que fue ella quien salió de mi habitación.

Paso las manos por mis ojos para abrirlos bien, después me estiro y me siento en la cama soltando un suspiro. Miro la hora en mi celular y me doy cuenta que es temprano, son las once de la mañana. Dejo el celu en la mesita y me estiro una vez más para finalmente levantarme y salir de mi habitación.

Llego al comedor y está mi mamá tomando mates con Lena, le dejo un beso en la cabeza a cada una y voy al baño para asearme y hacer mis necesidades. Al terminar vuelvo al comedor y me siento al lado de Lena para tomar mates con ellas.

-¿Cómo les fue anoche?- pregunta mi mamá, con mi amiga nos miramos sin saber que responder.

-Bien...- respondemos dudosas al mismo tiempo por lo que reímos.

-¿Por qué no suenan tan convencidas?- nos volvemos a mirar y mi mamá levanta una ceja.

-Fue una noche... rara.- digo sin encontrar la palabra.

-¿Por? ¿Que pasó?- vuelve a preguntar y yo río.

-¡Ay mamá! Parece un interrogatorio.- las tres reímos.

-Bueno, extraño mi juventud así que me divierto con la de ustedes.- responde levantando los hombros.

-Nacho se agarró a las piñas con uno.- digo y mi mamá abre los ojos.

-¡¿Qué?! ¿Está bien? ¿Por qué?- dice llevándose una mano a la boca.

-Esta bien ma, tiene un par de golpes nomas- le explico y ella se tranquiliza-. Un pajero de mierda molesto a Lena y el le puso los puntos.

-Maite... la boca nena- me reta y yo río-. Lena, ¿Estas bien? ¿Que te hizo?- se dirige a mi amiga.

-Si, estoy bien gracias- le dice sonriendo-. Estábamos bailando y me agarraba la cintura y después otras partes... yo lo separaba pero no hacía caso y justo Nacho lo vio.- habla mirando la galletita que iba a comer.

-¡Pero que pendejo de mierda!- exclama y yo no puedo evitar reír, hace cinco minutos me reto por decir lo mismo con otras palabras.- Bien merecido, aunque no está bien que se peleen pero bueno.

-Si, me parece que los pibes andaban medios pelotudos anoche porque Mai también ayudó a una chica que le pasaba algo parecido.- habla mi amiga.

-Siempre son pelotudos.- digo llevándome la galletita a la boca y mi mamá me da una mala mirada, yo levanto los hombros.

-¿A quien ayudaste hija?- yo dejo de masticar.

-Eh... a una chica.- digo después de tragar y mi mamá me mira mal.

-¡No me digas! ¿Cómo se llama Maite? ¿La conocías?

-Si... Ángela se llama.- digo y ella frunce el ceño.

-¿La misma Ángela que sale besando a tu novio?- Lena suelta una carcajada.

-La misma.- digo y ella abre los ojos.

-Bueno, muy bien hija. Eso demuestra lo buena persona que sos, si esta en problemas no importa lo que haya hecho siempre hay que demostrar que sos diferente.- dice y me sonríe, yo asiento.

-Si obvio, no importa quién sea o que haya hecho, nadie merece que le hagan eso.- digo y ellas asienten.

-Pero dentro de todo la pasaron bien, ¿No?- nosotras asentimos- ¿Algún chico por ahí? ¿Lena con Mauro?- yo frunzo el ceño.

-¡Mamá! Lena tiene que estar con Nacho.- le digo y ella sonríe.

-¿Te gusta Nacho?- le pregunta y Lena se pone rojita.- ¡Viste que es un amor ese nene! Al fin alguien que tiene buen ojo.- dice mirándome y yo abro la boca ofendida.

¿Que onda tu amiga? ; wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora