Cincuenta

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-¿Qué?- digo mirando a Valentín, el sigue cruzado de brazos re serio.

Suelta un fuerte suspiro y yo río, el me mira confundido y empiezo a reír descontrolada.

-Maite la puta madre, ¿Que te dieron?- dice acercándose.

-Nada...- digo y vuelvo a reír.

-¿Fumaste?- me pregunta bajito, yo río.

-¡No! Solo tomé- digo y el asiente-. Igual... ¿Qué te importa? ¿Sabes por qué tomé?- le pregunto, él me mira divertido.

-¿Por qué tomaste Maite?- me pregunta y yo sonrio.

-¡Porque soy una mujer libre y hago lo que quiero!- digo descontrolada y el rie.- ¿Y querés saber algo más?- el asiente-. Me chape a Dam por eso mismo, porque soy una mujer libre y ¡Soltera! Así que no me podes decir nada, no me recrimines nada.- le digo señalandolo y después me cruzo de brazos.

-No te dije nada Mai...- dice tranquilo con una media sonrisa y yo abro la boca para hablar pero no se que decir porque tiene razón.

-Bueno, por si pensabas decirme algo.- digo y me siento en el piso.

-Te voy a traer agua, quédate acá.- me dice y yo asiento.

Cierro los ojos y me recuesto en el pasto, levanto mis brazos y me quedo así. Me acuerdo de lo que le quería hablar a Valen por lo que repaso el diálogo.

-Valen, yo te quería hablar pero te vi con Ángela... no, no le voy a decir eso. Valen, te quería hablar para decirte que te extraño, ¡No! Que no se de cuenta que soy débil...- práctico que decirle a Valen en voz alta.

-Mai, sentate.- me quedo callada y abro los ojos para ver a Valen quien esta con un vaso en la mano.

Le sonrio y me siento, me entrega el vaso y tomo el agua. Me lo bajo entero, tenía sed.

-¡Fondo fondo fondo!- me aliento a mi misma y río, Valen me mira mordiéndose el labio mientras niega.

Se agacha y se sienta al lado mío. Siento que me mira pero hago como que los árboles son más interesantes.

-Bueno... me voy adentro.- digo y amago a pararme pero el me frena agarrandome de la muñeca.

-No, quédate acá. Hasta que se te pase.- dice y yo lo miro.

-Bueno...- digo y quedamos callados sin saber que decir.- ¿Así que Ángela Torres?- pregunto mirandolo y el abre los ojos.

-¿Qué?- pregunta nervioso.

-Que hoy estabas con ella.- el me mira sorprendido.

-Me vino a pedir perdón, por lo que pasó...- dice y yo asiento.- Mai, se que no es el mejor momento pero tenemos que hablar, me tenes que dejar explicarte todo.

-Si, hoy te iba a decir que nos juntemos el finde porque ya estoy lista para hablar.- digo sonriendo, el me devuelve la sonrisa aún más grande.

-Te extraño... mucho.- dice poniéndose serio.

-Yo también- digo y me puteo mentalmente, dije las dos cosas que había acordado no decir-. O sea, no es que te extrañe sino que...- me quedo callada porque no se que decir, no se me ocurre ninguna excusa aparte su mirada me pone muy nerviosa.

-¿Querés más agua?- me pregunta y asiento. Agradezco que haya cambiado de tema.

Se levanta para dirigirse adentro de la casa y yo suelto un bufido. Siento que ya estoy un poco mejor, el efecto del alcohol se está yendo de a poco.

De repente escucho una chica gritar, giro mi cabeza asustada buscándola pero no la encuentro. Decido levantarme y empezar a caminar, escucho dos voces, una masculina y una femenina. Me acerco más y veo a un pibe acorralando a una chica y ella intentando salir. Lo empuja pero el no la deja.

¿Que onda tu amiga? ; wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora