Diecinueve

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Ver a Valen en mi casa no era lo que esperaba. Había estado toda la tarde con Nacho y Mau hablando sobre nuestros problemas. Le dijimos a Mauro que vaya de a poco, que no pierde nada intentando. Para mi caso, lo que ellos dijeron fue que primero que nada, le diga Dani que no quiero nada porque, según ellos, el esta enganchado. Y después, que pase más tiempo con Valen.

Le escribí a Dani para ver si se quería juntar porque se lo quiero decir en persona y me contesto que si, que el también me quería ver. Me siento un poco mal porque es re buen pibe, pero bueno.

-¿Por que viniste?- le pregunto a Valen después de un rato de silencio.- ¿Paso algo?

-No, te quería ver nada más.- hijo de puta si decís estas cosas como no me vas a gustar.

-¿Pero para que? ¿Necesitas algo?

-Vine porque tenía ganas Mai, no pasó nada, quería verte.- me sonríe y yo asiento.

-Bueno... ¿Te quedas a comer? Podemos cocinar algo porque mi mamá se va a trabajar.

-Si, de una. Y también me puedo quedar a dormir como el otro día ¿No? Para que no te quedes sola.- yo río.

-Como quieras- respondo levantando los hombros haciéndome la que no me importa pero enrealidad estoy muriendo, obvio que quiero que te quedes a dormir Valentín Oliva.- ¿Que querés comer? Vamos a ver que hay para cocinar.- le digo dirigiendome a la cocina, el me sigue. Cuando llegamos aparece mi mamá despidiéndose y se va al trabajo.

-¿Sabes hacer fideos caseros?- niego.- Bueno yo te enseño.

-Mira vos a Valentín che, ¿Te gusta cocinar?

-Cuando era chiquito mi abuela me hacía cocinar con ella y me re gustaba. Cuando crecí perdi la costumbre pero si, me gusta y todavía me acuerdo algunas recetas.- me explica sonriendo.

-Entonces te dejo que hagas tu magia.- digo levantando las manos y yendo para atrás. El me agarra la mano y me acerca.

-No señorita, usted se queda conmigo ayudándome. Aparte, no se donde esta cada cosa, es tu casa.

-Bueno, es verdad- digo y el sigue agarrandome la mano-. ¿Que necesitas?- me dice todo lo que precisa para cocinar y yo me suelto para buscar cada cosa. Cuando ya está todo se saca su buzo para no ensuciarlo supongo y me hace una seña para que me acerque.

Me explica cómo poner la harina y después le ponemos huevos y sal. Cuando hay que amasar empiezan los problemas.

-¡No Mai! Así no.- me dice corrigiendo.

-¿Pero como?

-Mira, estás haciendo que los huevos se vayan para cualquier lado.- dice riendo.

-Ay no me sale- digo y me corro para atras-. Hacelo vos.

-No te frustres bobita- me dice sonriendo-. Veni mira, es así.- dice amasando y yo ya entiendo.

-Ah, yo estaba tirando todo.- digo y reimos. Empiezo a amasar y ahora si esta bien. Cuando ya está lista la masa la dejamos reposar.

-¿Viste que no es tan difícil?- me dice y yo asiento.- Uh tenes harina ahí.- me señala un lugar de la cara.

-¿Donde?- digo pasando la mano por mi cara, el rie.

-Ahi mira.- dice y pasa su mano llena de harina que saco del paquete por mi cara. Yo abro la boca y lo miro.

-¡Hijo de puta!- le grito y el larga una carcajada.- Te voy a matar.- digo agarrando un poco de harina.

-No Mai, era un chiste perdón- dice caminando para atrás y ahora la que rie soy yo. Cuando se choca contra la heladera sigue pidiendo perdón, me acerco más y le tiro harina en la cara y el pelo-. ¡El pelo no!- grita y yo estoy tentada.

¿Que onda tu amiga? ; wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora