¿Qué es una obsesión? Una maldita inquietud que te mueve día y noche y no te deja dormir ¿La mía? Es alta, morena con ojos tan grises que me hacen dudar del tiempo y de quien soy.
Me odia, es un idiota homofóbico que no puede mantener la bragueta c...
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Debería existir un modo en el cual podamos volver el tiempo atrás, al instante en que cometimos el error, al momento en que, como estúpido, dejé que descubrieran mi secreto y desnudaran mi alma.
La noche está fría, el vapor sale de mi boca, y me percato de que el abrigo es demasiado liviano para este tiempo. Mis manos están entumecidas, pero he decidido escapar para despejar mi mente.
«Él destruye todo lo que toca».
¿Eres así realmente? ¿Puedo estar tan ciego? Pero ¿qué pueden saber ellos?
Nadie ha visto lo que yo he presenciado cuando tu alma se toca con la mía y ambas se reconfortan, cuando nuestros cuerpos chocan en una deliciosa fricción que nos eleva más allá del mundo, de los rumores, de las victorias y de las derrotas.
Sé que eres capaz de albergar amor. El cariño hacia tu hermana, hacia Antón, me demuestra que no eres el hombre de hielo al que todos critican. Sé que tienes capacidad de dañar con tu cuerpo, tus palabras, tus gestos. Sin embargo, me quedo con tu otra versión. Me llevo tu imagen, que desborda dulzura y lujuria, paz y guerra, amor y más amor con cada célula cada vez que te entregas a mí.
Cada día que pasa sé que nuestro final está más cerca, y aunque me niego a pensarlo, esa advertencia del maldito reloj despedaza mi corazón y me hace caer un poco más en el abismo, el mismo al que había jurado no volver a caer después de mi último desamor.
***
Ale llegó temprano a la casa de Iván esa mañana. Vanya lo esperaba con un gesto frío y reservado.
—Hola, ¿cómo estás?
—Tenemos que hablar.
—¿Sobre qué?
—No te hagas el tonto, toda la casa los escuchó ayer en el cuarto.
Alejandro cerró los ojos. La vergüenza llenó todo su cuerpo.
—Lo lamento, Vanya.
—Deben ser más cuidadosos. Los empleados han empezado a murmurar.
—¿Y tú estás enfadada?
—¡Claro que no! Bueno, me ofende que no hayas confiado en mí como para contarme que había pasado algo entre ustedes. Mi hermano tampoco dijo una palabra.
—Teme lo peor una vez que lo descubran.
—Sigan comportándose así y los medios se harán eco de la noticia en un segundo.
—Intentaré ser más discreto. Sé cuánto significa para ti Iván.
—¿Y para ti? ¿Qué significa?
—Voy a cuidarlo, Vanya. Haré todo lo posible para mantenerlo a salvo.
—Jamás hablé de la vida privada de Iván con nadie.
