Capítulo Cuatro

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Capítulo Cuatro.

Tory.

Expulso por decima vez el humo del cigarrillo, tube que salir a las afueras de hospital para poder fumarlo.

Tengo que sacar de alguna forma esta culpa de adentro, me siento culpable y no sé por que. O mejor dicho si sé, debi de apurarme y estar allí mas rapido pero no tory tenias que caminar con tu paso de tortuga.

~•°•~

Miro la cara de ese chico que me invita a bailar, no lo conozco  pero es atractivo. Debo admitir que llevo unas cuantas copas de más y puede que este borracha.

-Vamos linda solos tu y yo... En mi casa-niego, no quiero ir con él solo quiero bailar, beber y olvidarme de todo.

-No-dije arrastrando las palabras, me daba risa a mi misma. Reprimi una carcajada-Quiero bailar.

-Te doy todo lo que quieras-Dice y yo niego.

Derrepente se escuchan unas voces y las oigo por que la música se a detenido.

-¿¡Qué hacen aquí capullos!?-Grita uno de ellos sacando un arma.

-¡Se acerca tu fin Henryk!-dice un castaño, no le puedo ver la cara pero se me hace conocido.

los cuatros chicos sacan un arma cada uno y el tal Henryk hizo una seña y tres tipos se en fila.

He visto muchas armas últimamente...

Y sí resumimos todo es verdad derrepente unos de los hombres se giro y clavo su azulada mirada en mi. Sin ninguna expresión tanto que me asusto. ¿En que te has metido Damian?

Le dijo algo al que se encontraba a su lado y el también se giro captando la atención del tal Henryk. Trono sus dedos y derrepente senti unas manos en mis dos brazos que me llevan hacia él, forsajeo para que me suelten pero es imposible.

-¡Suéltame!-dije-¡Desgraciados!-le riñe cuando me saltaron haciendo que me golpee con el piso. Malditos.

¿no era lo que querias pues?

-¿Quien eres linda?... ¿Sera la puta de Damian? ¿Noah? ¿Matthew? O ¿Logan?-lo mire mal, que puta ni que puta lo que estoy es molesta, juro que mi cara debe de estar mas roja que la de tinkerbell, sí la veo ¿algún problema?

-Ni puta, Ni perra. Ni linda, mi nombre es Victoria y no dejo que desconocidos tan desagradables como tú-toque su pecho con mi dedo índice-Me hable así.

A la lejanía se escucho un perfecto "Veee", reí si nisiquiera sabia por que pero reí.

-Me gusta, la quiero para mí-dice y quito mi cara de gracia para verlo alzando una ceja, ¿que se ha creído este?-llévenla.

-Le ponen una puta mano encima y les juro que les cortaré sus asquerosas manos-hablo Damian mirandome fijamente, pero su expresión es fría y molesta. Sus manos están tensas alrededor de esa arma.

-¡Ja! ¡Les he mandado yo! ¡no él! ¡llévenla a mi habitación! ¡ya!-dice este, ¡uf! A este paso me dejara sorda.

-¿Qué te has creído? ¿Idiota? ¿Imbécil?-pregunto-Además deja de gritar que me dejarás sorda.

CRUEL |Libro 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora