Capítulo Diez

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Capítulo Diez.


—¿hablar? ¿de qué?—pregunte nerviosa.

—Sobre nosotros Victoria.—se sentó en el piso a unos paso de mí.

—Te escucho—digo bajando la cabeza, por alguna razón esto me huele mal. Y no, yo me bañé esta mañana.

—No quiero tener más problemas contigo... Me alejaré de tí, siempre que trato de hacer las cosas bien para tí son una porquería o error... Estoy cansado—Bufa—ya no más daño ni para tí ni para mi—miré a otro lado aguantando las lágrimas.

Me atreví a hacer la pregunta que definirá esto:

—¿Ya no me amas?—me miro y desvío la mirada.

—No lo sé.

Y eso es lo que más duele, que no lo sepa.

Sólo hice algo, salí corriendo. Huyendo del dolor.

***

Una semana, ya a pasado una semana desde que mi papá murió y desde que Damian me dijo aquellas palabras.

Es doloroso que te pregúnten por tu padre y se te forme un nudo inmenso en la garganta. Es horrible.

Desde esa noche siempre me siento detrás de aquellas rocas a desahogarme mientras me tomo un chocolate caliente.

Kass y yo nos hemos vuelto aun mas unidas y me confesó su atracción por Tyler y prometí ayudarla en eso. Almenos ayudaré a alguien que sea feliz.

Becky, no se que pasa con ella, sale desde temprano de la casa y regresa tan tarde. Kass me dijo que ella esta muy rara ya que siempre sale de madrugada y regresa temprano para volver a salir, también me llegó a contar que una noche llego oliendo a alcohol y cigarrillos, tengo miedo que se haya vuelto alcohólica.

No es que sea tan despistada como para no darme cuenta de las cosas que pasan. Aparte de mi trabajo en la cafetería de Louis conseguí un trabajo en una pizzería. Trato de no estar mucho tiempo en la casa ya que eso me recuerda más a mi padre y es demoledor.

Me encuentro haciendo unos análisis de biología diversificada. Es abrumador que solo te quede tiempo en la universidad para hacer tareas. Antes no me la pasaba en la biblioteca ahora sí.

Kass bufa y yo dejo de escribir para mirarla.—¿Que te pasa?—riñe mirándome mal.

—¿De que?—pregunto dandole una sonrisa a medias.

—¡Oh vamos! Tory me duele que estes así, ya no salimos como antes ahora me has abandonado—dice triste y me siento culpable, la verdad me he refugiado en el trabajo y lo poco que queda en la universidad que no he podido salir con ella a ningún centro o parque.

Suspiro y miro a otro lado culpable—Lo siento Kass, esto es difícil... ¿Quieres salir? Solo dímelo con tiempo y saldremos ¿va?—asiente y comenzamos a escribir.

Desde ese dia así son nuestras conversaciones.

***

CRUEL |Libro 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora