Barbara después de un viaje de 12 horas llegó a su destino: Nicaragua. Esa noche decidió quedarse en un hotel en la capital, para la mañana siguiente partir hacia Puerto Momotombo, también llamado León Viejo. De los lugares que había visto en google había uno que le recordaba el lugar donde habían tomado la lancha. Era un mirador y según había investigado era muy fácil de encontrar. Ese sería su destino.
Al día siguiente después del desayuno, tomó la carretera a buscar su pasado y su futuro para poder vivir un presente pleno. Manejó por una hora y media y al llegar a la rotonda de La Paz Centro el GPS le orientó doblar a la izquierda, una vez ahí se sintió en casa, a pesar de lo nuevo y moderno de la carretera los paisajes eran los mismos de sus sueños y recuerdos. Era como que el tiempo se hubiera detenido en esa zona.
❤️❤️❤️
Macarena como todas las mañanas, visitó el mirador una vez más. La rutina de ir a esperar a ese lugar especial la venía siguiendo desde hacía tres años atrás cuando llegó a esa tierra desconocida para ella. En esos tres años se había convertido en una baqueana. Ya había recorrido los lugares donde había vivido su historia de amor. Ya había disfrutado de las aguas termales, y gustaba de recorrer en caballo ese lugar especial donde se habían entregado por primera vez. Esa mañana como tantas otras estaba muda y quieta, admiraba la inmensidad del lago y parecía estar ausente de cuanto la rodeaba, una melancólica nostalgia la inundaba, su larga cabellera la alborotaba el insistente viento, sus ojos azules estaban cubiertas por unas gafas de sol.
El mirador era extenso. Bello y amplio. El verdor del campo parecía más verde bajo los rayos del sol. Le gustaba pasarla ahí y soñar despierta.
De repente, oyó unos pasos lentos, el sonido de los pies al chocar contra el suelo, le trajo recuerdos. No supo porqué pero su corazón se aceleró, un estremecimiento sin aparente causa recorrió su cuerpo. Permaneció impávida. Sintió miedo, un miedo extraño que en un principio no supo a qué atribuir. Muchas veces en esos tres años había volteado al escuchar pasos para luego caer en la cruda realidad que no era su amada, luego le quedaba solo sufrir por la decepción.
❤️❤️❤️
Bárbara llegó hasta el mirador, no era la época alta de turismo por lo que prácticamente no habían visitantes, rápidamente encontró un lugar donde parquear su vehículo. Bajó de este. Llevaba su cabello negro y brillante suelto, vestía un modelito blanco y unas sandalias negras. Lanzó una mirada al mirador, su mirada se detuvo en una mujer que contemplaba afanosa el panorama. Al verla, supo que tenía que acercarse, una fuerza extraña la obligó a dirigirse hacia ella, a medio camino la contempló con ansia, mientras su corazón se encogía por la emoción. Bárbara tuvo que hacer un sobrehumano esfuerzo para no correr a su lado. Avanzó un paso y de pronto pensó, y si no era ella. Si los médicos tenían razón y todo había sido producto de una incipiente enfermedad psiquiátrica. No! No tenía que pensar así.
Irguió su cuerpo y avanzó resuelta. Apreció su cabello, su cuerpo delgado y esbelto, el porte de una Diosa mitológica, tenía que ser ella, con voz trémula por la emoción la llamó,
- Valentina!!
❤️❤️❤️
El corazón de Valentina dio un vuelco, había esperado tres años para escuchar esa voz y ese nombre. Muchas veces se sintió desfallecer y quiso renunciar, pero sabía que el reencuentro se iba a dar, nunca renunció a su sueño. Giró su cuerpo y la vio ahí parada frente a ella, su cabello azabache alborotado por el viento, sus ojos negros y su cuerpo escultural. Resuelta avanzó hacia la mujer, de sus labios brotó un nombre como en un suspiro,
- Juliana!!!
En ese momento fue como que el tiempo se paró, como que los elementos de la naturaleza se confabularan para aislarlas y vivieran ese momento sin interrupciones. El mundo dejó de existir para ellas, eran sólo esos, ellas dos.
Se acercaron, quedaron frente a frente, a centímetros de distancia, sus pupilas penetrantes se conectaron. Hubo un silencio, largo. Sus ojos se fijaron entonces en sus rostros, reconociéndose. Se miraron luego de arriba abajo. El silencio continuaba, pero no las incomodaba, sus manos se buscaron y se enlazaron, la luz del día se reflejaba en sus resplandecientes rostros y destacaba su felicidad.
Barbara liberó su mano, y rodeó por la cintura a Macarena,
- Valentina, voy a besarte! - musitó suavemente. Entonces su boca se adhirió a la de Valentina con tal fuerza que la hizo estremecer. El sabor de unos labios que jamás había besado pero que sus neuronas le mandaban el mensaje de que ya estaba grabado en su memoria. Apretaron el beso, lo disfrutaron. Sus labios temblaban por la emoción. Habían sido besadas por otras bocas, pero nada igualaba a lo que sentían en ese momento.
Sin soltarla y apenas separando sus labios Bárbara balbuceó,
- No puedo creer que esté pasando- exclamó con la voz quebrada por la emoción- Val, soy la misma mujer que te amó con pasión desbordante. Mi espíritu es el de siempre! Mi corazón te perteneció y te sigue perteneciendo por completo.
- Mi Juls!! Sabía que vendrías! - posó sus manos en sus mejillas- Yo te esperaba!. Aquí estamos! Somos nosotras!! Gracias por venir a mi lado!
- Siempre lo supe, Val! - agregó emocionada - Sabía que me esperabas!! Ahora estoy aquí para amarte!Fui y seré tuya en cuerpo y alma!
Se miraron una vez más a los ojos, sus pupilas brillaron de una manera especial, con el mismo brillo que tenían cuando se amaban a escondidas por esos parajes donde se juraban cariño eterno.
❤️❤️❤️
Y de dio el reencuentro! Espero les haya gustado. No se esperaban mi maratón sorpresa, verdad?
Disfrútenla, que yo lo hice cuando lo escribía.
Viene lo mejor en el próximo.
ESTÁS LEYENDO
Reencuentro (Juliantina) Terminada
FanfictionUna historia de amor y de reencuentro. Una idea original.