XXIII. Nirvana.

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M.

Tan eufórica como canción de Nirvana... recordaba esa frase al ver tus ojos de fuego, al ver tu sonrisa de paraíso, ella era tan oceánica que te llevaba al un colapso mental, dejándote inestable con solo una mirada, llegabas al punto donde te hacia llorar por que te llenaba de vida, te hacia sonreír en medio del caos, en medio del fin, podías sentir como tu corazón latía mas fuerte solo con su presencia, eso era ella, la euforia en el desastre, la calma en el caos, irreal para ser real, aún amo cada pedacito de ti, como si fuera la primera vez, como si nunca hubiese pasado el tiempo, aún quiero mirarte a los ojos como si fuera el fin de los tiempo, aún quiero perderme en el abismo de estos, y renacer en tu sonrisa. Ella era eso, un atardecer en la playa, y un amanecer en el bosque, era las estrellas de un cielo estrellado, era las constelaciones y las galaxias, los planetas y sistemas solares, era el arcoiris después de una hermosa tormenta, era las flores de primavera y la fría nieve del invierno, la brisa del verano, aquella que rozaba mi rostro llenado este de vida, necesitaba correr a ella, debía darme prisa, debía romper todas las reglas, debía abrazarla para sentir de nuevo que estaba viva, que no me estaba rompiendo, supongo que esto estaba destinado a suceder. Porque nada ni nadie jamás y nunca podrá sustituirte, nada puede hacerme sentir como tú, el tiempo es tan cruel, incluso vernos por una vez es tan difícil para nosotras ahora... eso destroza más mi alma, a mi corazón se le agota el tiempo, y siento que me estoy quedando sin fuerzas, siento que muero, no ha pasado un día que no haya pensado en ti, honestamente te echo de menos, trato de olvidarte
pero la verdad es que no puedo dejarte ir, no puedo olvidarte, me gustaría tenerte por solo un día en estos momentos si solamente tuviera un día quiero tranquilamente estar a tu lado y contemplarte hasta morir, si, apreciar la obra maestra que eres porque tu sola existencia es arte. No pienses en nada, no digas nada, ni siquiera una palabra sólo dame una sonrisa, y me conformaría, por que justo ahora, tengo miedo, miedo de perderte, por que mi corazón todavía está buscándote, aún tiene sed de su amor, por que ella era hermosa, hermosa a rabiar, tanto que te hacia tener inseguridad, tener miedo, y yo la miraba y hablaba como si nada, pero la sentía, ella creía que  solo era una más del montón, pero lo que ella no sabia era que yo moría por ella, moría por ver  como todas y cada una de sus pestañas brillaban al compas de su sonrisa, solo un idiota la dejaría ir, todos hablan y recuerdan sus primeras veces, primera palabra, primer beso, pero, ¿que hay de las ultimas veces? Los últimos abrazos, las ultimas miradas, los últimos te quiero, por que eso yo lo recuerdo con mucho dolor.

She Is Rayito. (Rayito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora