𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔 𝑴𝒂𝒓𝒗𝒆𝒍

Natasha Romanoff

Mis tacones resonaban por los vacíos pasillos de la torre Vengador. Caminaba con dirección a la cabina de observación, al parecer el Señor Stark me necesitaba allí. Llegué a la puerta, tomé mi tarjeta y la pasé por el scanner, está se desbloqueo abriéndome paso hacia la habitación.

-Hola, doctor Banner -saludé al hombre que se encontraba enfrente de la ventana.

-¿Qué tal, ___? -me devolvió el saludo con una sonrisa.

Mi mirada se dirigió a la ventana enfrente de nosotros, está daba a la sala de entrenamientos. Allí se encontraba al equipo que S.H.I.E.L.D había creado recientemente, "Los Vengadores".

La pelirroja llamó potentemente mi atención, su velocidad y agilidad la hacia potencialmente peligrosa, verla destrozar los robots de entrenamiento era simplemente fascinante.

-¿Qué la trae por aquí? -habló Bruce sacándome de mi pequeño trance.

-Ammm... Stark me mando a llamar -contesté-. ¿Y a usted? -pregunté volviendo a poner mi mirada encima de la rusa.

-El aburrimiento -reí ante su respuesta.

[...]

El entrenamiento había acabado, el equipo había salido del enorme lugar de entrenamiento y ahora se encontraban descansando en la sala.

-Señor Stark -lo llamé entrando al lugar.

-Hola, ___ -me sonrió con una taza en su mano-. ¿Cómo has estado? -preguntó volviendo a poner su vista encima de su celular.

-Bien. Emmm... ¿Para qué me mando a llamar? -pregunté un tanto confundida.

-¿Yo te mande a llamar? -preguntó levantando un ceja-. Yo nunca te mande a llamar -contestó frunciendo el ceño.

-Yo lo hice -se escuchó a mis espaldas. Volteé encontrándome con la pelirroja que me traía hipnotizada, su cabello húmedo soltaba algunas gotitas de agua sobre la toalla encima de sus hombros, se acababa de bañar. Luego del entrenamiento forzoso que tubo el equipo. ¿Quién no querría tomar una ducha?-. ¿Podemos hablar? -preguntó caminando escaleras arriba.

Supuse que tenía que seguirla y así lo hice, llegamos a una puerta con un símbolo, al entrar visualice una cama y algunos otros muebles.

Okay, estoy en su cuarto. Esto es raro.

-Supongo que sabes porque estas aquí -quitó la toalla de sus hombros para frotarla contra su cabello.

-Creo que si. Y lo lamentó, no quería parecer una acosadora psicópata ni nada por el estilo, me siento muy apenada, lo siento mucho Agente Romanoff -ella se acerco a mí y por instinto cerré lo ojos-. En la cara no -rogué esperando alguna clase de golpe, pero fue todo lo contrario, sentí una presión sobre mis labios. No duro mucho, abrí los ojos y la miré sorprendida.

-¿Te gustaría salir conmigo? -preguntó dejándome shock. Natasha no se andaba con rodeos ni nada por el estilo, y eso me encantaba de ella.

-Amm... Claro -sonreí, y a juzgar por su pequeña risa, debió haber sido una sonrisa de idiota enamorada.

-Nos vemos a las ocho.

-Espera. ¿Hoy? -pregunté alarmada. Ella asintió-. Okay, genial. Nos vemos -salí de su habitación simulando estar completamente tranquila.

Cuando salí completamente de su rango de visión comencé a correr escaleras abajo.

-Stark -llamé al multimillonario que me miró al instante-. Me tomaré el resto del día. Adiós -solté para luego salir de la sala sin esperar algún reclamo por su parte, tomé el ascensor y baje hasta planta baja-. Hola, Happy -saludé al hombre que entraba por la puerta-. Adiós, Happy -me despedí saliendo por la misma dejándolo algo confundido ante mi apuro.

Hoy tendría una cita con la bella e inteligente mujer rusa, tendría que buscar algo que ponerme, y no sería nada fácil. Sin contar que los nervios me consumían por dentro.

¡Esta será una noche estupenda!

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Pd: este capítulo es del sábado.
RoxyWolf... ¡FUERA! •-•7