La llamada

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Una habitación en penumbra, una pareja en la cama. Se besan apasionadamente, algo va a pasar, claro que sí. Él está encima de ella y mientras le besa el cuello desliza su mano debajo de la blusa de la chica; ella le acaricia el pelo y suelta un leve gemido.
Desafortunadamente, suena el teléfono.
Él se separa de ella y mira a su alrededor buscando su celular.

-Amor, no- jadea ella mientras lo tironea para volver a besarlo.

-Un segundo- responde Carlos volviendo a separarse de ella para agarrar su teléfono. Sonríe.

-¡Carlos! -le reprocha su novia.

-Hey, bonita- saluda Carlos jadeando, pero sonriendo.

-¡Muñeco!- le respondo. -¿Cómo estás? ¿Estás ocupado? Te llamo más tarde…

-¡No, no, no! - responde él. -Sigue.

-¿En serio? -lo interrumpe su novia levantándose de la cama de un salto-. Me cansas -sale de la habitación dando un portazo. 

-¿Tri, qué pasó? -le pregunto. Escuché todo el ruido de fondo, por supuesto-. ¡No seas tonto! ¡Te dije que te llamaba más tarde!

-No te preocupes, bonita. Es así todos los días…

Sé que Carlos  y su novia no vienen bien últimamente, pero tampoco pretendo empeorar más las cosas. Es mi mejor amigo y lo adoro, no quiero darle problemas.

-Ok, Charly, como digas. Vas a poder contarme en detalle las cosas en unos días -le respondo-. Voy a estar por allá un par de meses a partir de la semana que viene. Tengo trabajo por allá.

-Buuuuf, ¡por fin! -exclama él, feliz- ya te estabas tardando, eh. Te extraño.

-Y yo.

-Oye -sonríe-, ven a casa cuando llegues, ¿de acuerdo? Ya sabes, estoy viviendo solo ahora. Puedes quedarte unos días aquí si quieres. Sería divertido, ¿te parece?

-¿En serio? -digo entusiasmada-. Sí,  sería genial. Además podemos ponernos al día.

-Por supuesto, guapa. ¿Cuándo llegas?

-En una semana exactamente, llego de noche. No vayas a esperarme al aeropuerto otra vez, por favor. La última vez me hiciste pasar vergüenza gritando como señorita.

-Oh, qué mala eres. De acuerdo -suelta una carcajada- aquí te espero, en casa y con total seriedad.

-Genial, bonito. Bueno, te dejo, tengo trabajo que hacer.

-Perfecto, y yo una semi novia que recuperar -ríe otra vez.

-Uff, ¡suerte con eso! -suelto una risa-. Te mando un besote. Nos vemos. Te quiero.

-Gracias, preciosa. Yo a ti. ¡Un besazo y hasta pronto! -ríe y corta la llamada-. ¡Ana, ven aquí, no te vayas! -exclama mientras sale de su habitación.

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