*NARRA TRI*
Estoy en la sala, concentrado con mi ordenador cuando escucho las llaves en la puerta.
Esta se abre y veo a ____ entrar.-¡Hola, bonito! -exclama dirigiéndose hacia mí para darme un beso.
-¡Por fin! -exclamo mientras la abrazo.
-¿Está Ana? -pregunta apartándose un poco.
-No.
-Ok -responde, y automáticamente me abraza fuerte y me llena la cara de besos-. Ay, perdón -se ruboriza-. Te extrañé y no quería que ella se enojara porque te abrazo y eso...
-Lo sé, bonita -vuelvo a abrazarla-. Tranquila -la beso en la frente.
-¿Va a volver pronto?
-No. No hoy, al menos. Hemos discutido y se fue... -le explico.
-¿Qué pasó? -se sienta en el sofá.
-Se enojó porque... -me siento a su lado-, porque no quise ayudarla a arreglar la habitación de huéspedes -no puedo evitar reír.
Ella solo levanta una ceja.
-Su idea era que te instalaras allí cuando llegaras... -agrego.
-Ah, ya veo... -no puede evitar reír-. De todos modos, voy a tener que acomodarla. ¡La puta madre, Carlos! Podrías haberla dejado hacerlo, ¡yo no tengo ganas! -ríe de nuevo.
-¡Vaga de mierda! -río y la abrazo.
-Es verdad, no tengo ganas de arreglarla -se encoge de hombros-. Sabes que soy más que capaz de dormir entre la basura con tal de no hacerlo...
-Oye -la miro luego de reír-, puedes dormir conmigo. Lo sabes, ¿verdad? No me molesta... -alzo una ceja.
-Tri...
-Si no quieres compartir la cama, podemos acomodar el colchón en el piso -la tomo de la mano y la jalo hacia arriba para que se levante.
Comienzo a caminar a la cocina, llevándola conmigo de la mano y saco un par de cervezas del refrigerador. Las destapó y le doy una.
-Gracias, bebé -sonríe.
-Y si no quieres compartir habitación tampoco y no tienes ganas de acomodar la otra, puedes dormir en el sofá, ya te lo dije -me acerco un poco a ella, que está apoyada contra la pared.
-¿Y si me das tu cama y vos dormís en el colchón en el piso? -pone cara de perrito.
-No. Vete a un hotel o muérete -río mientras rodeo su cintura con un brazo.
Ella ríe también y me abraza.
-Me dolió eso, ¿sabés? -sigue riendo.
-No me importa. No voy a darte mi cama -Beso su mejilla y luego me aparto un poco.
-Pero...
-No. Y ya deja de hacerme caritas.
Ella ríe, y me atrae hacia ella para volver a abrazarme mientras me da un par de besos.
-No, no vas a comprarme con tu amor barato -río devolviéndole el abrazo-. Guarda tus besos para ese rubio tonto -río mientras acaricio su espalda.
-Ay, idiota -vuelve a besarme- te extrañé.
-Y yo -me apartó y la miro a los ojos-. ¿Ves? Al final tu noviecito no es tan efectivo. Te vas el finde con él y aún así me extrañas... -dejo mi cerveza sobre la encimera y apoyo las manos en la pared, una a cada lado de ____, a la altura de su cabeza.
-No te extrañé cuando estuve con él -sonríe. Deja su cerveza junto a la mía y pone las manos sobre mis hombros.
-¿Entonces cuándo? ¿Mientras viajabas de vuelta, mentirosa? -sonrío y flexiono un poco los brazos para acercar mi rostro al suyo.
-No, idiota...
-¿Mientras estabas en la ducha, tal vez? -me acerco más-. ¿Te tocaste? -susurro en su oído.
-¡Imbecil! -ríe.
Me alejo de ella y río yo también.
-¡Cuando Colton se fue! -agrega.
-¿Y cuando se fue el agradable caballero? -pregunto.
-El domingo en la noche -responde sin mirarme, volviendo a tomar su cerveza.
-¿Es broma? -alzo las cejas y tomo mi botella también.
-No, bobo. Tenía que trabajar el lunes y se fue...
-¡Joder! -exclamo.
La tomo de la mano y la llevo de vuelta al sofá en donde volvemos a sentarnos.
-¡Deja de arrastrarme para todos lados! -ríe.
-¿Y te quedaste sola el resto de los días? -me recuesto.
-Sí -contesta con voz tranquila mientras se recuesta también y apoya su cabeza sobre mi pecho.
-Tonta -rodeo su cintura nuevamente y beso su frente-, ¿por qué no me llamaste?
-Porque estabas con tu novia - me acaricia suavemente el abdomen.
-Ana se fue de aquí el domingo, a la hora de dormir, cuando peleamos... -me lamento.
-¡No me jodas! -exclama algo triste-. No quise molestaros, por eso no te llamé ni te escribí -se incorpora un poco para mirarme.
-Joder -murmuro-, yo no quise molestarte a tí y a tu... cómo sea. Por eso no te dije nada. Quería darte algo de espacio...
-Ay, Tri... -sonríe.
-Qué mierda, ¿verdad?
-Sí...
Nos quedamos unos instantes sin decir nada, ella con su cabeza en mi pecho nuevamente, hasta que rompe el silencio.
-Ok, Carlos, mi vida, vamos a olvidarnos de eso. Ya está -se pone de pie y se dirige a la cocina-. Voy a preparar algo rico para la cena, y después vemos una peli, ¿ok?
La sigo.
-¿Te ayudo?
-No, corazón -sonríe-. Vos tranquilo, no hagas nada. Elegís la peli. Ah, y traje chocolates para después -sonríe y me da un beso muy cerca de la boca.
Contengo un repentino impulso de besarla, pero me limito a sonreír.
-Muy bien. Pero, que conste, este truco barato no hará que te de mi cama.
Suelta una carcajada.
-Mierda. Por lo menos lo intenté -me golpea en el brazo de forma juguetona.
La abrazo por detrás, dejando sus brazos libres para que, mientras tanto, pueda cocinar. Noto que sonríe.
-Elige, ¿sofá o piso?
-Mmhh...
-¿O cama, pero conmigo? -susurro en su oído.
-Ay, Tri...
Reímos los dos.
Después de cenar, nos tiramos en el sofá a comer chocolates y ver una peli y luego otra. La segunda, repetida, por lo que aprovechamos para charlar y ponernos al día con los detalles de nuestros fines de semana románticos. Entre charla y charla, nos dormimos.
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Pobrecitas, criaturitas del señor. Disfruten de su soledad y de su paz; ya no les queda mucho...
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Fiksi PenggemarVoy a vivir un tiempo en casa de Tri, mi mejor amigo. Es lo que a cualquiera le gustaría, ¿no? ¿Qué puede salir mal? Ah, a menos que...