Doblemente bloqueado

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-¡Joder, eso estuvo muy bueno! -exclama Ana jadeando y saliendo de encima de Carlos para recostarse a su lado.

-¿Verdad que sí? -jadea él y sonríe.

-Cada vez mejor -contesta ella y lo besa.

En mitad del beso, bastante apasionado, Carlos se detiene.

-¿Cariño? -susurra Ana mientras sigue besándolo.

"¡Maldita sea, qué estúpido soy! ¡ ________ ! ¿Cómo pude olvidarme? ¡Debe haber despegado hace rato, ya pasaron horas!"

-Carlos, cariño, ¿estás bien? -ella lo mira preocupada.

-S-sí -tartamudea él-, solo... Es que me mareé un poco. Estoy bien.

-Te traeré algo de agua, ¿sí? -ella se levanta de la cama.

-Vale.

Ella lo besa y va a la cocina a por agua.

-¡Joder! -susurra Carlos agarrando su teléfono.

"Despegando. Nos vemos en unas horas 😍😘"

-¿Por donde andarás, guapa? -susurra mientras tipea un mensaje.

-Amor -llama Ana desde el pasillo.

Carlos bloquea su teléfono y vuelve a dejarlo sobre la mesita de noche, justo cuando Ana entra a la habitación con un vaso de agua. No quiere que ella vuelva a enojarse.

-Aquí tienes.

-Gracias, amor -dice él agarrando el vaso.

Ella le acaricia la cara y el pelo.

-Voy a darme una ducha, ¿vienes?

-No, estoy bien -deja el vaso en la mesita y fija la mirada en su teléfono.

-¿Después de todo lo que sudaste no vas a ducharte? -replica ella mordiéndose el labio.

-En la mañana.

-Qué mal, había pensado en hacer un segundo round en la ducha -contesta ella algo decepcionada.

-No tengo muchas ganas, la verdad. ¿En la mañana?

-Como quieras -la chica rueda los ojos y sale de la habitación.

Carlos deja escapar un suspiro y agarra su teléfono para seguir escribiendo.

"Hey, preciosa. Siento no haberte despedido ni deseado un buen viaje 😥 Estaba con Ana y no tenía el móvil encima. Está algo nerviosa y no quería ponerla de mal humor.
No puedo esperar a verte, en serio. Buen viaje 😘".

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Me despierto medio tonta y con el cuello adolorido. Hicimos escala de cuatro horas en Brasil retomamos el vuelo no hace mucho. Miro la hora en mi teléfono y noto además que tengo un mensaje sin abrir.
Por la ventana puedo ver el cielo y algunas nubes. Respiro hondo y me acomodo en mi asiento para mirar un rato por la ventanilla y abrir el mensaje.

"No tenías el móvil encima, la tenías a ella, degenerado asqueroso", respondo.

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Ana sigue en la ducha. Pasaron solo cinco minutos desde que Carlos te envió el mensaje. De hecho, seguro fue eso lo que te despertó.

"¿Celosa?😏"

"Un poquito".

"¿Quieres comerte esto?"

"Todo el tiempo, sí"

"Lo sé".

"Estúpido".

"También lo sé 🙂"
"Oye, babosa, ¿cómo viene el viaje?"

"Bien, con ganas de llegar ya; por suerte ya pasó la escala. Estoy cansada y aburrida. Todo lo contrario a vos, asqueroso".

"Voy a ignorar eso; sé que son tus celos hablando. Tal vez algún día tengas suerte, no te desanimes 😏".

"Sos un idiota".

"Lo sé, pero por lo menos mi pareja no me deja como te hicieron a tí 🙈😂", Carlos no puede evitarlo y suelta una carcajada. Se tapa la boca cuando recuerda que Ana puede llegar a oírlo.

Yo tampoco puedo evitar reír.

"Ay, ¿pero ves que sos una mierda? ¿Sabes qué? Voy a dormir. Si el avión se cae, eso va a ser lo último que me hayas dicho, y vas a cargar con la culpa para siempre. Que tengas una feliz vida, Carlos".

Carlos vuelve a reírse; tipea un nuevo mensaje que al enviar solo muestra una tilde, y nota que mi foto de perfil y mi horario de última conexión han desaparecido.

"¡Hija de puta, me volvió a bloquear!".

Está riéndose todavía cuando Ana aparece de nuevo en la habitación cubierta con una toalla.

-¿De qué te reías tanto, bobo?

-Nada, Daniel y sus tonterías -bloquea la pantalla de su teléfono y lo deja sobre la mesita.

-¿Ha regresado ya? -pregunta la chica mientras se pone su pijama.

-No, se quedará en Los Ángeles unos días más. Dice que quiere descansar.

-Genial -Ana se mete en la cama y lo abraza.

-Supongo -responde él y la abraza también-. ¿Qué tal tu ducha?

-Muy bien, solo me faltabas tú -sonríe.

Él sonríe, la besa en la frente y cierra los ojos.

-¿Cansado?

-Bastante -responde él sin abrir los ojos.

-¿Tienes novedades de tu amiguita?

-Algo. Solo me avisó cuando despegó su avión y ya está.

-Bien.

-Sí...

-Oye, ¿y qué harás mañana? -ella apoya su cabeza en el pecho de él.

-En unas horas querrás decir. Debo limpiar mi casa, preparar la cena...

Ella lo interrumpe con una risa sarcástica.

-Todo perfecto para la reina, ¿verdad?

-Ana, no empieces...

-Solo digo las cosas como son.

-Oye -él se sienta en la cama-, ya cansas con esto. Te expliqué mil veces que es solo mi amiga.

-Ppfff, claro, nunca pasó nada, no te la follaste y no lo hacen cada vez que se ven -pone los ojos en blanco-. ¿Cómo no?

-¿Hablas en serio? -replica él tomando sus pantalones-. No puedo creerlo -comienza a vestirse.

-Hey, ¿qué haces?

-Me voy, Ana. Estoy cansado.

-Estás bromeando, ¿verdad?

-No -termina de vestirse y se dirige hacia la puerta-. Realmente espero que cambies de actitud, no quiero problemas -sale de la habitación.

-¡Carlos! ¡Vuelve aquí! ¡No te vayas! -ella se levanta y lo sigue.

-Me voy a casa, Ana. Descansa. Ya hablaremos luego -toma su chaqueta y las llaves de su coche.

Ella lo agarra del brazo, pero el se suelta.

-Ve a dormir. Ya hablaremos -se va y ella queda en la puerta.

-¡Vale! ¡Y recuerda usar protección cuando te acuestes con ella; no vaya a ser que te contagies algo! -da un portazo y se dirige a su habitación, furiosa.

Carlos rueda los ojos y sigue caminando hasta su coche.

"¿Me desbloqueas ya, gonorrea?". Enviar.

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Bueno, me voy; mi tarea no se va a hacer sola. Bai 🙃

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