Se funden en un beso apasionado que me hace sentir algo incómoda, y creo que las amigas de ella se sienten igual. Para cortar un poco la tensión, nos saludamos y presentamos entre nosotras mientras los asquerosos de Carlos y su novia siguen dando ese espectáculo vulgar. Luego de unos instantes de besos, para mi gusto, algo exagerados, se separan y el me hace una seña para que me acerque.
"Maldita sea".
-Ven -me sonríe.
Sonrío yo también, algo nerviosa, y me acerco a ellos.
-Hola, Ana.
Para mi sorpresa, sonríe y me saluda con dos besos.
-Hola, ______, ¿cómo has estado?
Se para al lado de Carlos y apoya su cabeza en el hombro de él.
-Muy bien, gracias -sonrío- ¿y vos?
-Excelente -besa a Carlos en la mejilla-, gracias.
Sonreímos las dos y nos quedamos en silencio unos segundos.
-¿Vamos a bailar, Ana? -dicen las chicas nuevas.
-En un rato las alcanzo -contesta ella acariciando a Tri.
-¿Vienes, ____? -agrega una.
-Paso, gracias -digo en tono amable-. No me gusta mucho el baile.
-Qué pena -responden más chicas, y se van a la pista.
-¿Tomamos algo, chicos? -digo-. Yo invito.
Voy rápido hacia la barra sin esperar a que me contesten. Qué incómodo. Mientras estoy esperando las cervezas que pedí, le doy una ojeada al lugar y no puedo evitar fijarme en un chico rubio que está buenísimo en un rincón junto a sus amigos.
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Sonrío para mi misma mientras agarro los vasos de la barra y vuelvo hacia donde están Ana y Tri.
-¡Podrías haberme pedido ayuda! -exclama Tri viéndome llegar con tres vasos.
-Está bien, puedo sola -le contesto mientras los dejo tomar un vaso a cada uno y se me desocupan las manos.
-¡Gracias! -sonríe Ana.
Le sonrío de vuelta mientras ella vuelve a apoyar su cabeza en el hombro de Tri. Tomo un trago largo de mi cerveza y disimuladamente vuelvo a mirar al rincón en el que estaba el rubio papasote.
"¡Mierda, no está más!".
-Bien, ¿qué tal tu primer día aquí, _____? -me pregunta Ana, sacándome de mi distracción.
Nos ponemos a charlar de cómo estamos, del trabajo y demás. Está siendo muy amable conmigo. Valoro mucho eso, aunque debo confesar que es algo incómodo tener que verla todo el tiempo besando y acariciando a Tri como si estuviese marcando territorio. El responde con más besos y caricias. En serio, es incómodo.
-Chicos, voy a dar una vuelta por el lugar -les digo arovechando que nos quedamos unos segundos en silencio.
-Vale -me responden al unísono.
Noto que Carlos me sigue con la mirada, serio. Voy a la barra a buscar otra cerveza y luego camino un rato sin rumbo por el lugar. Definitivamente estaba incómoda con ellos. Mientras doy mi vuelta, aprovecho para buscar al bombón que vi más temprano, pero sin resultado.
"Por lo menos, si vuelvo sola, tengo llave de casa y no voy a tener que pedirle a los tórtolos el favor de abrirme antes de que se vayan a lo de Ana", suspiró.
Mientras tanto, la parejita está a los besos en otro lado.
-¿Bailamos un poco, amor? -le pregunta ella tomándolo de la mano.
-Mmmh, sabes que no me gusta bailar -ríe él.
-Lo sé -le responde ella-, pero tal vez esta vez cambiabas de opinión -lo abraza.
-Fallaste -ríe él y la besa.
-¿Te parece si voy un rato con las chicas a la pista?
-Claro, ve -la besa de nuevo.
-Nos vamos juntos luego, ¿verdad? -pregunta ella acariciándolo.
-Por supuesto -el vuelve a besarla.
Sonríen hasta que se separan y ella se va con sus amigas.
Inmediatamente, él va para la barra a buscarse otra cerveza y luego, comienza a buscarme.
*NARRA ANA*
Estoy con mis amigas bailando, cuando alguien detrás de mí me toma por la cintura.
-Amor, creí que ibas a ir a buscar a tu amiga. Qué suerte que decidiste venir conmigo -me doy vuelta sonriendo, pero no es mi novio a quien veo.
Un chico rubio, muy guapo por cierto, tiene su mano en mi cintura.
-Hola, bonita -me sonríe.
-Hola...
-¿Quieres bailar? -pregunta enseñando una sonrisa preciosa.
-Claro, ¿por qué no? -le sonrío de vuelta.
Bailamos tranquilos un par de canciones hasta que noto que sus manos se van algo de control e intenta acercarse a mí cada vez más hasta quedar a escasos centímetros de mi boca.
-Aguarda -le pongo una mano en el pecho y trato de apartar lo un poco-, tengo novio.
-¿Y no quieres que nos escapemos sin que él nos vea? -sonríe mordiéndose el labio.
"¡Joder, realmente es muy atractivo!".
-Lo siento, pero no -lo aparto de mí tratando de ser amable.
-Vale -se aleja de mi-, lo siento.
Le sonrío y el se va con sus amigos. Yo vuelvo con mis amigas, que nos observaban curiosas.
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El churrazo de la foto es Machine Gun Kelly, rapero estadounidense, que está más bueno que el Madrid de Zidane.
