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Inofensivo

*Narra Tri*

Recorro el borde de su ropa interior con mis dedos, tratando de que mi respiración no se agite. Siento su mano recorrer mi pecho y bajar lentamente por mi abdomen hasta detenerse apenas debajo de mi ombligo y vuele a subir, de la misma forma lenta hasta llegar nuevamente a mi rostro.

-Tri -susurra pasando sus dedos suavemente por mis labios.

-¿Sí? -mis ojos están puestos en su boca.

-¿Te dije ya que estás hermoso y que te extrañé? -su voz es suave-. ¿Y que te quiero?

-Mmhh... -niego con la cabeza-, no recuerdo que lo hayas hecho -río mientras la empujo suavemente para que se acueste. Separo un poco sus piernas con mi rodilla y me acuesto encima de ella. Se que no debo hacerlo, pero es más fuerte que yo.

*Narra ______*

Hace que me recueste y separa un poco mis piernas antes de acostarse sobre mí. No pongo resistencia alguna; amo cuando lo hace.
El tiene su brazo flexionado, con el codo apoyado sobre la cama y su cara apoyada sobre la mano. Su otra mano en mi hombro.
Adoro como se siente, y es algo que hicimos siempre; nunca pasó más que eso. Son solo mimos inofensivos.
Río y rodeo su cintura con mis brazos.
Carajo, se siente fabuloso tenerlo encima.

-Señor TriLine -le digo seria-, está más guapo que nunca.

-¿Sí? -frunce el entrecejo con seriedad fingida.

-Sí. Y debo confesar que lo extrañé mucho -agrego mientras muevo las manos porntoda su espalda.

*Narra Tri*

Respondo con una sonrisa, acercándome a su rostro y besándolo. Voy de sus mejillas a su nariz, a su frente.

-Tri -me susurra.

-Dime.

-Te quiero, idiota -sonríe y me rodea el cuello con sus brazos.

-Te quiero más, tonta -sonrío- y vuelvo a besarle toda la cara.

En un segundo, pierdo el control y mientras llevo mi mano a su cintura, paso de besar su mejilla, a la línea de su mandíbula, hasta su cuello.
Ella suelta un leve gemido y pone su pierna alrededor de mi cintura.

-Carlos... -jadea mientras acaricia mi pelo.

Maldita sea, estoy yendo demasiado lejos, aunque a ella no parece molestarle...
En fin, no debería estar haciendo esto. No sé que me pasa hoy; debo parar. No quiero parar.

-¿Qué ocurre pesada? -la miro.

Qué suerte que me interrumpió.

*Narra _______*

Luego de decirme que me quiere, me besa como siempre en toda la cara pero esta vez se siente raro; lo hace como con más intensidad.
Cuando me doy cuenta, llevó su mano a mi cintura está besando mi cuello. Me provoca un cosquilleo en todo el cuerpo y, mientras acaricio su pelo no puedo evitar poner mi pierna alrededor de su cintura y presionarlo y levantar un poco mi cadera para sentirlo. Muerdo mis labios y, sin querer, jadeo su nombre.
Se detiene y me mira.

-¿Qué ocurre, pesada?

Maldita sea, no quería que pare. O sí, sí quería que pare. Necesitaba que pare.
De verdad, no sé que carajos nos pasa hoy. ¿Será el clima? ¿Será el estrés? ¿Será la cerveza? No, eso es una excusa barata; no tomamos mucho. La noche en que nos conocimos estábamos peor y no pasó nada. ¿Será porque desde que mi ex terminó conmigo no volví a estar en una situación similar con un chico? La última vez que vi a Carlos yo estaba de novio y bien atendida, si saben a lo que me refiero. Claramente me agarró con la guardia baja y no pude resistirme. Además, sé que lo hace a propósito. Al basura le gusta provocarme para molestar. Definitivamente es por eso.

-Ana -susurro.

-¿Qué pasa con Ana? -Se separa un poco de mí.

-Voy a contarle que me acosas -me lo saco de encima con un empujoncito suave. Ambos empezamos a reír-, y que estás intentando seducirme para llevarme a tu cama, pedazo de mierda.

Ríe y se tiende sobre su espalda.

-Ya te tengo en mi cama y sin hacer el más mínimo esfuerzo, sucia -suelta una carcajada.

Ok, ganó. Tiene razón.

-Imbecil... -susurro. Me doy vuelta sobre mi lado y quedo dándole la espalda.

El vuelve a reírse y apaga la luz de la lámpara de noche.

-Buenas noches para tí también, que descanses -se da vuelta y me da la espalda.
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