Primer día. Parte 2

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ASHER

Tras separase de las chicas miro en cada puerta buscando el número 102 donde era la clase de Idiomas. Tras encontrarlo en el segundo piso, tocó la puerta tras ver que la clase ya había comenzado, sin esperar indicaciones entró al lugar, todos los presentes se quedaron mirándolos, pero él no hizo contacto visual con ninguno, antes de que caminara entre los pupitres buscando un asiento el maestro lo detuvo.

-Supongo que debe ser alumno nuevo –Dijo el maestro acercándose a Asher impidiéndole el paso-.

Aquel hombre aparentaba tener unos 40 años, era esbelto, piel clara, ojos rasgados sonrisa amplia, cabello negro y largo atado en una cola en la parte baja de su cabeza, su vestimenta era una camisa holgada blanca, unos pantalones grises holgados y de calzado unos mocasines del mismo gris de los pantalones.

-Tengo entendido que estudiabas en casa –Comenzó a hablar- bueno en las escuelas debes de presentarte ante tus maestros y compañeros nuevos-.
-Si son distintas clases y distintos compañeros, es necesario que me presente durante todo el día –Preguntó el muchacho mirando al maestro con cara de pocos amigos-.
-No es necesario, con la primera clase basta –Siguió sin borrar la sonrisa de su rostro-Primero das tu nombre, lo anotas en la pizarra, cuentas cómo o porqué llegaste a esta escuela, y por ultimo algo sobre ti, te mostraré como hacerlo –Aclaró su voz y se paró erguido mirando a los alumnos- yo soy el Maestro de idiomas, Dion Hearon, se escribe de esta forma –Dijo apuntando su nombre que ya estaba escrito en la pizarra- Trabajo aquí hace 2 años, porque me mudé de mi antigua ciudad y me vine a vivir aquí, me gusta estudiar leguas y culturas de distintas partes del mundo, también soy un aficionado a la ornitología y a la música –Finalizó- Bien tu turno, Dijo entregándole un plumón a Asher quien lo miraba con desagrado por obligarlo a presentarse frente a sus compañeros- .
-Mi nombre es Asher Loughty, se escribe de esta forma –Dijo anotando su nombre rápidamente en la pizarra detrás de él- llegué aquí porque me obligaron y algo de mí es que no me gusta hablar sobre mí –Le entregó el lápiz de pizarra al maestro quien quedo boquiabierto, y luego camino hacia el pupitre que encontraba al fondo junto a la ventana, todos lo miraron pero nadie le dijo nada, entonces el profesor comenzó con la clase.

Ahí tienen idiotas –Pensó-.

BITTERSWEET

Tras separarse de su grupo, caminó entre los pasillos buscando la clase de ciencias en física, pidió indicaciones un par de veces y finalmente logró encontrar la sala, dio un gran suspiro y nerviosa comenzó a jugar con un mechón de su cabello que mantenía suelto mientras tocaba la puerta que la separaba de su primera clase.

Tan solo unos segundos bastaron para la puerta fuese habierta por una mujer que aparentaba tener unos 60 años, era maciza, de pelo ruloso y rubio, gafas redondas, cejas y labios delgados, un par de líneas junto a sus ojos adornando su rostro, vestía una blusa color salmón, una falda larga que cubría sus pies de color crema.

-¿Perteneces a esta clase? –Preguntó levantando una ceja-.
-Si señora –Respondió casi sin mirarla-.
-Debes hablarme claro y fuerte o si no podré oírte –Dijo firme aquella mujer- también mejora tu postura.
-Si señora –Dijo enderezándose, poniendo las manos firmes a cada lado de tu cuerpo, con voz firme, tal cual como si estuviese presentándose frente a superiores en la torre donde la retenían-.
-Mejor –Se cruzó de brazos-Yo soy la maestra de física, me llamo Lorelei Corwin ¿Tu eres la alumna nueva?
-Si señora, mi nombre es bitersweet Harrington, llegué aquí por una beca, es mi primera vez en una escuela, era estudiante en casa, tengo una extraña enfermedad que despigmenta el color en mi cabello debilitándolo y el tratamiento me lo torna de este color.
-Recibí tu informe médico –Dijo sería- Ese nombre... agridulce en ingles... ese es tu nombre real o una especie de apodo o broma de mal gusto –Alzó una ceja-.
-Un poco de ambas señora –Respondió firme la chica- Fue el nombre que me pusieron cuando me adoptaron.

En busca de la salvación | Nunca Me Dejes SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora