Una mañana casi normal.

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-Te ves bien –Dije sin pensar, sonrojándome-.
-Eso quiere decir que el artefacto funciona correctamente.

Eso claramente no era a lo que me refería con lo que dije, me salvó su torpeza robótica.

-¡Eres un robot! – Grité sin pensar, su rostro se deformó y su ceño se frunció, lo dije para recordármelo a mí misma, pero claramente quien recibió el mensaje fue otro-.
-YO NO SOY N-N-N-OO UN ROBOT NO Y-YO... -Comenzó a fallar como ya la lo había hecho antes, con pequeños movimientos involuntarios en cabeza y cuello, sus ojos se tornaron azules por completo y se veían unos códigos en estos pasando a gran velocidad como si fuesen los créditos de una película, esto era exactamente lo que necesitaba para recordar que no estaba frente a una persona sino a un objeto-.
-Bueno... creo que dejaré que te repongas –Dije levantándome de la silla- Por cierto tus anteojos fallaron, no veo bien los colores, tu cabello artificial lo veo más oscuro de lo que realmente es-.
-Y-yo oscurecí mi cabello, p-pelo rubio llama a atención –Dijo con dificultad aún sin dejar de fallar-.
-No creo que algo como ser rubio... -Comencé pero me detuve, fue suficiente de Ganette por un día- Da igual, ya me voy.

Dicho eso subí por las escaleras y fui en dirección a la cocina a prepárame unos sandwiches. Al ir a mi habitación pasé por fuera de la habitación de Bit para cerciorarme de que ya estuviese dormida, y efectivamente así era.

-¿En serio estas confirmando si la sedé? –Oí la voz de mi amiga a mis espaldas- No soy una inútil ¿sabes? –Dijo bromeando-.
-Lo siento Magalie, ya sabes como soy –Reí-.
-Te tardaste mucho ahí abajo... -movió las cejas de arriba abajo- ¿En que se entretuvieron tanto tú y Marco?
-¿Qué insinúas? ¡Estamos hablando de un robot! –Me apresuré a decir- ¡Sólo es un manojo de cables, ¿qué rayos te pasa?!
-Woah cálmate Ganette –dijo levantando ligeramente las manos, luego rió- Casi me lo creo, actuaste como si en verdad comenzaras a sentir algo por Marco y lo estuvieses negando –negó con la cabeza- Si no te conociera bien diría que –Comenzó a apuntarme-.
-¡Qué bien que me conoces bien! –La interrumpí rápidamente-.
-Bueno ya me iré a dormir, por cierto... las gafas te quedan bien –Dijo entrando de nuevo a su habitación-.
-Gracias, Yo también me iré a dormir, bueno... después de comerme estos sandwichwes –Dije apuntando el par que llevaba en la mano-.

Después de eso entré a mi habitación, comí y me dormí, sé que todo estará normal mañana.

Narra Magalie
Desperté muy temprano en la mañana y me dirigí a la cocina, suelo levantarme antes que los demás porque tardo mucho en comer, entonces si comienzo a comer antes acabaré junto con todos los demás. Me di una rica ducha de agua caliente, me puse una camiseta y pantalón holgados y cómodos, fui a la cocina aún con mi cabello cubierto con la toalla y comencé a prepararme un tazón de fruta con yogurt natural, un té y un par de galletas de avena, me senté en la mesa del comedor y comencé a comer, comencé a jugar con este nuevo aparato que Marco nos había dado, eso que Gio llama celular, descargué las aplicaciones que eran más tendencia y empecé a inspeccionar para ver cómo se usan, Marco ya nos había hacho un Facebook y un instagram y lo había llenado con datos y fotos falsas para que la gente creyera que lo teníamos de hace tiempo, subí en ambas una foto de mi desayuno, a los segundos me sonó una notificación, era una solicitud de amistad, al verlo detenidamente supe de quien se trataba, era de William, el muchacho a quien conocí ayer, lo acepté de inmediato y comencé a ver sus fotos, videos y publicaciones.

Había una fotogafía, en mi opción la mejor de todas, salía el sentado en un banco sujetando una soda con su mano mientras miraba a quien sabe dónde, el viento movía su ondulado cabello castaño en dirección contraria a su rostro, me quedé viéndolo y mi corazón comenzó a acelerarse.

-¡Oye es un hombre guapo! –Salté de mi asiento y caí al suelo tras escuchar una voz junto a mi oreja, mi celular se rebaló de mis manos pero lo agarré justo antes de que callera al suelo-.
-¡Que rayos te pasa, pudiste darme un infarto! –Dije molesta levantándome del suelo y sacudiendo mi ropa-.
-oh pero que sensible... -Se burló mi amiga- ¿Ves? eso pasa cuando haces cosas malas... te pones paranoica.
-No hice nada malo.
-Estabas acosando a un inocente muchacho.
-¡Que no! –Me cruce de brazos- Solo estaba aprendiendo a usar esta cosa –Apunté mi celular mientras volvía a sentarme para darle otro bocado a mi desayuno-.
-¿Por cierto quien era...
-¡OYE NO ERA NECESARIO BOTARME DE LA CAMA! –Gritó con enfado Bittersweet entrando a la cocina despeinada-.
-¡Claro que sí!
-QUE NO.
-Que si.
-El piso estaba frio.
-Tú estás fría.
-Eso no tiene sentido.
-Da igual ve a bañarte, apestas y tenemos escuela.
-¡Bien!
-Bien –La molesta chica se dio media vuelta pero antes de avanzar volvió a girarse- Buen día Magi.
-Buen día Bit –Respondí y la chica volvió a girar y se dirigió al baño-.
-A mí no me dio los buenos días –Se sirvió el ultimo pedazo de pastel que quedaba en el congelador- que mal educada –Se sentó-.
-La tiraste de la cama –Dije obvia-.
-Exacto –Se metió una gran cucharada de pastel en la boca- incluso me di el tiempo de despertarla y ni si quiera me dio las gracias –Negué con la cabeza mientras le daba otro bocado a mi desayuno-.
-Buenos días –Dijo Asher paseándose frente a nosotras-.
-Hola chicas –Siguió Giovanni-.

En busca de la salvación | Nunca Me Dejes SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora