Belleza Cruel (Emiliaco)

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La luz brillaba a traves de las cortinas de cama mi estomago se estrecho con hambre entrecerre los ojos cansados y en blanco el desayuno podia esperar nunca habia tiempo suficiente para dormir ahora con mi boda tan cerca, estaba despierto hasta tarde todas las noches estudiando y luego preocupandome y en un momento Temo saltaría para despertarme, su risa tan alegre y mis dientes estarian zumbando de ira...

Yo no estaba en casa.

Y habia destruido la sonrisa de Temo.

La vergüenza me desperto sobresaltado, aguda y fria como el miedo me sente, rechinando los dientes contra los recuerdos si solo no me hubiera dado esa estupida sonrisa Como pudo el ¿Cuándo su propio hermano estaba a punto de morir? Si hubiera permanecido en silencio solamente por un momento...

Ninguno de nosotros jamas te perdonara.

Respire y sali de la cama me dirigi al armario, recordandome que Aristóteles tenia razon Emilio debe tenerle miedo a la oscuridad, porque no me habia tocado en toda la noche, saque del armario una camiseta blanca que era muy corta me llegaba como al ombligo, se podía ver una parte de mi estómago y mi cintura busque algo más pero todo el armario estaba lleno de esas tontas camisetas cortas me resigne y me la puse con un pantalón gris mas comodo, recorde los ojos castaños de Aristóteles y la luz sobre el Corazon de Agua.

Y el beso.

Escondi mi cara en mis manos y gemi ¿Cómo pude haber hecho eso? Ahora que habia amanecido, ahora que no estaba rodeado por hermosas luces imposibles y mirando fijamente los hermosos ojos castaños, besarle parecia la mas egoista, insensible y estupida cosa en el mundo.

No me preocupaba serle fiel a mi marido no cuando el era un demonio que me habia tomado por la fuerza. Pero incluso despues de tan poco tiempo me preocupaba mucho lo que Aristóteles pensara de mi. ¿Y que podia pensar de mi cuando lo habia besado tan descaradamente? Como si tuviera el derecho de tomar de el lo que yo quisiera sin ninguna razón mas que mi propio placer.

EI me habia devuelto el beso  senti como si hubieramos compartido un solo aliento, pero el no habia mostrado ningun signo de deseo despues o quizas besarme asi como lo habia hecho era necesario para que hablara.

Podia soportar eso fui tan tonto como para desear que el me devolviera el beso que me tomara en sus brazos y me hiciera intrepido y no era estupido como para imaginarme a mi mismo enamorado de el.

Me enderece y cerre la puerta del armario lo que fuera que el pensara del beso, Aristóteles queria ayudarme tenia un aliado en esta casa de pesadilla y gracias a el, sabia como vencer a mi marido de pesadilla Emilio podia ser capaz de ver durante el dia pero dificilmente podia enfrentarme usando la llave que me habia dado me gustaria explorar la casa durante el dia y descifrar sus adivinanzas cuando estaba confinado en su habitacion por la noche.

Aunque primero necesitaba desayunar con cautela abri la puerta de mi habitacion y me asome vi el mismo pasillo que la noche anterior lisas  paredes blancas revestidas de madera de cerezo, un piso de parque de estrellas y tablas entrelazadas, las ventanas estrechas con cortinas con encaje blanco y corriendo a ambos lados, puertas de todos tipos y colores, el aire estaba quieto y fresco no perturbado por esa peligrosa medio oida risa del dia anterior.

Aristóteles no estaba por ningun lado tampoco habia sombras al acecho que podrian ocultar demonios.

Sali en silencio con la esperanza de encontrar mi camino de regreso a la sala del comedor si la cena aparecio magicamente en la mesa el desayuno puede ser que tambien y era por el pasillo de mi habitacion ¿Cuatro puertas o eran tres? 

La tercera puerta estaba cerrada con llave y mi llave no pudo abrirla la cuarta tampoco cuando no pude abrir la quinta puerta tampoco patee con frustracion y grite:-ARISTÓTELES!