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Por la noche los pasillos parecian mas largos y extraños, sutilmente fuera de proporción. Era rara vez a oscuras, por luces brillando de esquinas inesperadas; pero era dificil decir exactamente de donde venia la luz, y tuve que forzar atras la sospecha de que las sombras iban cayendo hacia la luz, con hambre de calidez y bienestar.

Los demonios estan hechos de sombras.

Pero las sombras nunca me han atacado antes, sin importar que tan tarde dentro de la noche camine en la casa. Emilio les debe haber ordenado que me dejaran en paz. Tenia que creer eso, o me volveria loco de terror. Yo lo crei, mayormente, pero el miedo persistente todavia picaba en mi espalda.

Fui a cualquier lado. Pronto di vuelta dentro de un pasillo decorado con elaboradas molduras de oro y murales, pense que mostraban a los dioses, pero en las sombras, no podia ver mas que una maraña de miembros. Muy al fondo del pasillo estaba una simple puerta de madera. ¿Mis pisadas  hicieron eco un poco fuerte mientras caminaba hacia ella? Mis hombros picaron; cuando revise la puerta, me detuve, pero sin escuchar nada. Ningun demonio saltando fuera de las sombras para matarme, ninguna condenación cayo sobre mi. Tomando un respiro profundo, tire la llave de acero fuera de mi bolsillo se deslizo facilmente dentro de la cerradura. Gire la manija.

Abri la puerta y vi la sombra.

Toda mi vida, habia oido las advertencias, No mires a las sombras por mucho tiempo, o un demonio te vera de vuelta. Me hice miedoso de las habitaciones cerradas, de la oscuridad, de espejos con poca luz, de los bosques que susurran en voz baja en la noche. En ese momento, me di cuenta que nunca habia visto sombras. Habia visto objetos, habitaciones, espejos, todo el campo en la ausencia de luz. Pero por esta puerta no hay nada excepto por perfecta, primitiva sombra que no necesito objetos para manifestarse. Tiene su propia naturaleza, su propia presencia, palpable, hirviente y viva. Mis ojos ardian y se humedecieron mientras la mire, pero no pude apartar la vista.

Despues la sombra me vio a mi.

No hubo ningun cambio visible, pero me tambalee bajo el peso de la percepción y el conocimiento de que no estaba solo, jadeante, me agarre de la puerta y empece a empujar para cerrarla, apoye mi peso contra esta, pero la puerta se movio lentamente, como si la estuviera empujando a traves de miel.

Cuando mire a la brecha lentamente cerrando, no vi nada viniendo por la puerta, pero cuando mire a mis manos, vi por el rabillo del ojo una sombra sujetando el marco de la puerta con sus zarcillos.

Todo esto habia sucedido en completo silencio, yo estaba demasiado aterrado para gritar, sin embargo, cuando la puerta estaba casi cerrada, oi un coro de voces infantiles, se canto la melodia de mi canción de cuna favorita, pero las palabras estaban mal:

¡Vamos a cantar tus nueve oh! ¿Cuales son tus nueve? Oh Nueve para los nueve limpiabotas brillantes, La noche apagará, oh. El sonido se arrastro por encima de mi cuerpo como un millar de pequeños pies frios. Me habian enseñado encantos contra la oscuridad, invocaciones de Apolo y Hermes. Pero las voces trataban cautelosamente el conocimiento fuera de mi mente, y yo sollozaba en silencio mientras luchaba para empujar la puerta para cerrarla.

Ocho para ocho esposos muertos, muertos en toda la oscuridad, oh. La puerta estaba casi cerrada ahora, pero la presión de la sombra latia contra mi desde el otro lado. Un zarcillo toco mi mejilla, quemando de frio. Me atragante, la interrupción de aire en mis pulmones.

Seis por tus seis sentidos, Nunca los sentiras de nuevo, oh. Con una explosión final de desesperación, empuje la puerta cerrandola, jadeando y temblando, me tambalee hacia atras contra la pared. La sombra se había ido, pero todavia me estremeci, y mis ojos se llenaron de lagrimas. Cuando las limpie, mis lagrimas ardian, senti frio en mi piel, mire mi mano.

Belleza Cruel                                    (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora