Capítulo 25

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Cuando se acerca la Navidad no hay calle en México que no esté decorada con lucecitas de colores, Santa Claus, los Reyes Magos, estrellas de Belén y los famosos Nacimientos. Es la época en que las cuentas de la luz llegan más caras, porque a todo mundo le da por querer "iluminarse".

A Pedro le gustaba observar las calles y los adornos. A veces iba caminando por las avenidas en la noche sólo para ver las decoraciones. Cada año es curioso ver como la ciudad, por lo regular gris, durante Diciembre decide vestirse de colores más alegres.

El espíritu en la época también cambia aquí en México. La gente parece más contenta, te sonríen en la calle, parece que todos quieren hacer el bien sin mirar a quien. Pero luego, los días antes de Navidad todo mundo se empieza a poner neurótico con las compras de último momento y las tiendas a reventar. Corredera de gente por el Zócalo, por las plazas comerciales, por los mercados.

Esos días, Pedro no tenía mucho que hacer. Eran vacaciones, Lucas no estaba y ni hablar de sus amigos. Así que hizo lo que siempre hacía cuando no tenía nada más que hacer: agarró su cámara y se puso a fotografiar todo lo que veía a su alrededor, desde los adornos hasta las personas. Especialmente a las personas. Los rostros a lo lejos, los cuerpos, las manos. Le agradaban las personas. Sobretodo las personas en fotografías, las personas reales dejaban mucho que desear.

Para el tercer día ya se había acabado tres rollos de treinta y seis fotos. Decidió parar.

El jueves antes de Navidad se le ocurrió ir al centro comercial donde había estado trabajando hasta meses antes, cuando su... inconveniente. Algunas de sus compañeras todavía trabajaban en la tienda y lo saludaron emocionadas de verlo. Una de ellas dijo "Qué milagro, ya te hacíamos muerto" y Pedro hizo un gesto de dolor y pensó que no estaban tan equivocadas.

Después de platicar un rato con ellas les tomó algunas otras fotos y salió después de desearles feliz Navidad. Le daba gracia cómo ese año estaba lo suficientemente tranquilo como para ir por ahí deseando feliz Navidad al que se dejara.

Sin embargo, siempre le daban nostalgia esas fechas... era como la época del año en la que terminaba un ciclo y empezaba uno nuevo. En todos lados hablaban de ese tiempo como una época de renovación, de un nuevo inicio. Él nunca había creído en eso, pero con lo que había pasado ese último año, comenzaba a pensar que podría ser verdad.

Tal vez no era la época, era sencillamente que él se sentía muy, muy diferente al Pedro que había sido la Navidad anterior.

* * * * *

Ángel, su amigo de la escuela, iba a pasar la Navidad en la playa, como mucha gente, que se iba a refugiar en el calorcito de Acapulco en pleno invierno. En fin, Ángel le había llamado porque iba a organizar una posada de su calle antes de irse. Pedro imaginaba que la famosa posada reuniría a otros amigos o compañeros de la prepa, pero aunque intentó negarse a ir, finalmente no pudo. "Traidor", le había llamado Ángel, "y luego dices que nosotros somos los que te abrimos".

(Abrir = Abrir a alguien es rechazar o evitar cruel y vilmente)

Ángel vivía a unas calles de su casa, así que aprovechó para salir a la última hora y llegar lo más tarde que pudiera sin parecer mala onda.

Era un grupo algo grande: entre la familia de Ángel, los vecinos y algunos de los de la prepa – los que todavía no se iban de la ciudad, como solían —. Para su mala suerte el grupo incluía a su ex novia, ahora de la mano de otro tipo que no conocía. Rodó los ojos mentalmente, pensando que algunas personas jamás cambiarían.

//Nota Cultural: Las posadas son fiestas que se celebran en las noches del 16 al 24 de Diciembre. Regularmente los vecinos se organizan para repartírselas y cada uno organizar una. Son fiestas que preceden a la gran fiesta de Navidad, en las que se canta, se ofrece comida y bolsas con dulces y fruta (aguinaldos) para los niños. El máximo representativo de las posadas es la piñata. La piñata moderna tiene forma de lo que sea (últimamente son famosas las de personajes de películas de niños), pero la tradicional es una estrella de siete picos, representando a los pecados capitales, hecha de papel periódico y que se romperá con un palo para simbolizar la destrucción de estos pecados con la llegada del Niño Jesús (ojalá los pecados se rompieran tan fácil O_o).//

¿Así o más Gay? - Primera ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora