¿Cómo conquistar a un adicto al trabajo?

14.- Bomba de tiempo

14.- Bomba de tiempo

Lan Xichen sabía que se jugaba la vida llamando "hijo" a Jiang Jingyi, pero esa era la forma en que lo veía ¿Qué podía hacer en contra de eso?

—¡¿Cómo acabas de llamarlo?! —preguntó Wei Ying de manera inmediata, golpeando la mesa con sus manos y mirando fijamente a su sobrino y a Lan Xichen.

Era una reacción normal en Wei Ying, quien solo no podía más con la sorpresa, pero para un niño que ha pasado por tratos horribles, ser interrogado fijamente y en un tono tan alto, definitivamente significaba que lo estaban regañando.

—Lo lla-lla-llamé… —el pequeño comenzó a tartamudear y de forma involuntaria las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

Jiang Cheng estaba a punto de hablar para detener esa lamentable escena, pero el actor fue más rápido que él, se levantó de manera rápida, tanto que incluso golpeó la mesa por accidente, llamando la atención de todos. Cargó a Jingyi en brazos y se fue con él hasta su dormitorio dejando en el ambiente el solo sonido del golpe que le dio a la puerta al cerrarse.

Jiang Cheng llevó una mano a su rostro y comenzó a intentar relajarse como pudiese. Sería terrible volver aún más grave la escena, tenía de sobra con que Xichen se enojara.

El lugar estuvo en un tenso silencio, especialmente por parte de Wei Ying quien sintió la mirada más amenazante que le habían dado en su vida; jamás pensó que el mayor de los Lan podía mirar con tanta frialdad a alguien, ni siquiera interpretando a algún personaje.

—Nunca lo he visto así —comentó Lan Zhan para luego recoger sus cubiertos, limpiarlos y volver a comer en silencio.

“Gracias, Lan Zhan, era justo lo que quería escuchar” —pensó Wei Ying al ver que parecía no tener ningún aliado en ese momento, pues su querido hermanito menor lo estaba viendo con un desprecio absoluto.

—Iré a disculparme… —murmuró el profesor quien no podía más con la incomodidad y culpa.

—No vayas —la respuesta fue dolorosamente rápida, ni si quiera pareció pensarlo, Jiang Cheng ante la mirada de reproche de su hermana se vio obligado a explicarse —Lan Xichen no quiere verte y yo no te defenderé.

—¡Lo lamento! Solo fui muy expresivo como casi ¿siempre? ¡Me conoces!

Jiang Cheng lo sabía, estaba molesto, pero lo sabía, sabía que su hermano jamás hizo algo con mala intención, simplemente fue explosivo y el pequeño Jingyi no estaba acostumbrado a eso. Pero a pesar de ser consciente de aquello no podía evitar estar irritado, habían lastimado al pequeño A-Yi.

—Iré a llevarles sus platos, vuelvo en un momento —dijo Jiang Cheng en el tono más amable que podía considerando la situación.

—A-Cheng, más tarde salgamos a dar una vuelta, una charla de hermanos ¿De acuerdo? —la dulce y melódica voz de su querida hermana hicieron un efecto calmante en el representante, quien asintió ante esto ¿Qué haría sin ella?

Jiang Cheng se retiró del comedor dejando a solas a sus visitas. Jin Zixuan sabía comportarse frente a una situación compleja, pero cuando se sentía en confianza o en un momento seguro siempre debía dar su visión u observación de los hechos a su querida esposa.

—Hay algo que no entiendo —expresó el mayor de los hermanos Jin bajando la voz —¿Por qué se sorprendieron tanto con lo que dijo el niño?

—¿Cómo no me sorprenderé de que el hijo de mi hermano le diga papá a otro hombre? —respondió Wei Ying bajando también su tono de voz, aunque mostrando su claro desconcierto ¡Una cosa es que esos dos estuviesen enamorados! ¡Otra muy distinta es que fueran pareja y adoptaran un niño!