Capitulo 41 "Viejos amigos"

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El ser humano es un animal de costumbres.
Al despertar, abrí mis ojos y miré extrañada a mi alrededor durante unos cortos segundos, es un sentimiento extraño. No puedo explicarlo, esperaba encontrar a Natalia a mi lado, estar en el cuarto del convento.
Salgo del cuarto en pijamas. Voy a la cocina y me encuentro a una señora de mediana edad con un delantal.
—Usted debe ser la señorita Poché (dice la señora).
—Sí, mucho gusto (estrechan las manos). ¿Cómo se llama usted?
—Mi nombre es Cristina y soy la encargada del aseo y de la cocina. Dígame que le apetece de desayunar y si gusta puede esperar en el comedor.
«I knew it.»
—Mmm vale (hace una pausa) un par de sandwiches con café estaría bien.
—¿Con pollo, carne, jamón o queso?
—Eh, jamón y queso por favor.
—En seguida.
Momento incómodo.
No sé cómo no me lo esperaba. ¿Papá y Valentina haciendo su propia comida y limpiando la casa? Imposible.
La señora parece ser muy callada.
Enciendo el televisor, en Fox están dando Los Simpson.
—Buen provecho señorita Garzón(dice la señora poniendo el plato y la taza sobre la mesa).
—Muchas gracias (Camila sonríe, ella le devuelve la sonrisa y vuelve a la cocina).
Los sandwiches están deliciosos. El café un poco amargo, pero después de agregar unas cuantas cucharadas de azúcar eso no es problema.
Al terminar la señora recoge mis platos. Le agradezco una vez más, apago el televisor y vuelvo a mi cuarto.
Llamo a Paula.
—¿Alo? (contesta Paula, Poché sonríe al escuchar su voz).
«Extrañaba oírla.»
—DJ, soy yo, Poché.
—¿Poché? ¿En serio?
—Por supuesto, estoy aquí, en la ciudad.
—(Pequeño grito de felicidad) eso es fantástico, ¿desde hace cuánto?
—Llegué ayer.
—Gran perra, nos avisas ahora (dice Paula en broma).
—(Poché ríe) oh, no sabes cuanto te extrañé.
—Le avisaré a las chicas para que vayamos a almorzar juntas. A la 1, ¿va?
—Listo (risa). Me parece perfecto, por cierto, ve con tu noviecito, debo darte mi aprobación.
—(Risas) vale, le diré lo mismo a las chicas. Por cierto, me encanta tu sexy acento español. Nos vemos en el club.
—Gracias. Está bien, hasta entonces.
***
—Poché, ¿a dónde vas? (pregunta el Sr. Garzón).
—Voy a almorzar con mis amigas en el club.
—Está bien, ¿vendrás para la cena?
—No lo sé...
—Sé que ya eres mayor de edad, pero por favor, llama en cuanto llegues.
—Vale, adiós papá. Adiós señora Cristina.
—Adiós señorita Garzón.
—Cuídate (dice el Sr. Garzón).
Tomo un taxi hasta el club.
En 15 minutos llego. Me bajo del taxi después de pagarle al taxista y entro al restaurante del club, fácilmente encuentro a las chicas, ellas se paran de la mesa y corren hacia mí para abrazarme. Las abrazo fuertemente. Las extrañé muchísimo.
—¡Ponch! (grita Paula).
—Te extrañamos mucho (dice Normani).
—No te vuelvas a ir así (dice Sandra).
—Yo las extrañé mucho más, pero miraos, estáis muy preciosas.
(Risas).
—Amo tu acento español (dice Normani).
—Es tan sexy (dice Sandra).
—Estoy de acuerdo con eso (dice Paula).
Caminamos hasta la mesa, dónde están sentados dos chicos y una chica. Las parejas de mis amigas.
—Poché, él es mi novio Siope (dice Paula).
—Mucho gusto (dice Poché sonriendo y estrechando su mano con la de Siope).
«Siope es alto y atractivo. Bien hecho Para Paula.»
—Hola, Dinah me ha hablado mucho de ti.
—Espero que bien (risas).
—Ella es Gina, mi novia (dice Normani tranquilamente).
«Gina, mmm... Se ve mayor que Normani, pero es muy guapa.»
—Es un placer conocerte (dice Poché estrechando la mano de Gina y dándole un beso de cachete).
—Igualmente (dice Gina).
—Y él es Andrés (dice andra señalando al chico restante).
—Hola Andrés, gusto en conocerte (Poché estrecha la mano con él).
«Andrés parece ser callado y de el tipo de chicos que cede, ¡perfecto para Sandra!»
—Hola, igualmente (dice Andrés tímidamente).
Nos sentamos todos en la mesa, el mesero llega y nos da varias cartillas. Después de pedir, él se retira y nosotros seguimos hablando.
—Sandra, Mani, DJ, me alegro de ver que todas son felices y ustedes, espero que las cuiden bien.
«Yei, estoy controlando mi acento español.»
—Tenlo por seguro (dice Siope).
—¿Y que tal es España? (pregunta Paula).
—Sólo conocí Madrid, pero es hermoso y grande.
—¿Estabas estudiando allá? (pregunta Gina).
—No, estaba en un convento.
Silencio breve.
—¿Y que tal? (pregunta Andrés).
—Fue difícil acostumbrarme, pero hice unas cuantas amigas, digamos que eso ayudó bastante.
—Ok, empiezo a sentirme celosa (dice Sandra, todos ríen).
—Ninguna como ustedes chicas, ¿y qué tal va la U?
—Normani y yo estamos en las mismas clases, en el break vemos a Sandra.
—Genial, ¿qué tal el trabajo Sandra?
—Es estresante, pero no me quejo por la paga, es buena (dice Sandra haciendo una mofa).
—¿Y vosotros se conocieron el la U? (dice Poché preguntándole a Paula y a Siope).
«Joder, el "vosotros" escapó de mi boca. Acento español 1, yo 1.»
—Sí, apenas la vi me dije debo hablarle a esa chica. Y cuando nos conocimos comprobé lo que sospechaba, que es maravillosa. (Paula besa a Siope).
—¿Y ustedes?
—Mi madre y yo fuimos a visitar a los nuevos vecinos con un pastel (dice Sandra).
—Estábamos comiendo todos en la mesa, entonces Sandra dejó caer un vaso de vidrio, se cortó intentando recoger los pedazos, yo busqué alcohol y le puse una venda (dice Andrés).
—Entonces tuvimos una de esas miradas mágicas y bueno (ambos ríen).
—Nosotras estábamos en un concierto de varias bandas de rock principiantes (dice Gina).
—El concierto en realidad apestaba, todos estábamos aburridos, yo noté que una chica sexy me estaba mirando y me acerqué a preguntarle qué hora era (dice Normani mirando a Gina).
—Y la invité a tomar un par de tragos (completa Gina).
—(Risas) por supuesto acepté.
—¿Qué hay de ti? ¿Tienes pareja? (pregunta Gina).
Silencio incómodo.
—No, estoy soltera (Poché sonríe).
Llega el mesero con los platos en buen momento. Todos empezamos a comer, está exquisita la comida. A veces interrumpimos para hablar.
Andrés, Gina y Siope, los tres, me han caído bien. Parecen ser buenos chicos y se les nota que quieren mucho a mis amigas. Estoy feliz por ellas.
Después de la cena, decidimos ir a jugar bolos. Pagamos la cuenta y salimos del restaurante. En un taxi se acaban de ir Normani, Gina, Siope y Paula. Quedamos Andrés, Sandray yo. Esperamos a que pase otro taxi hasta que, después de varios minutos, para uno.
Me acerco rápidamente hacia el taxi, antes de llegar un chico se me adelanta y habla con el conductor.
—Me llevarías a está dirección (le dice el muchacho al taxista).
—(Poché interrumpe) disculpa, el taxi es mio, yo lo vi primero (el chico voltea a ver a Camila).
«¿Es... Cristian?»
—¿Poché?
—¿Cristian?
—¡Poché! (dice Cristian sonriendo, los dos se dan un fuerte abrazo).
«Eso sí que no me lo esperaba.»
—¿Qué pasó? Tu papá me contó que fuiste a Madrid, ¿Por qué no me avisaste? No me pude despedir de ti.
—Sí, lo sé y lo siento tanto. Es que me avisaron dos días antes y lo olvidé.
—Eso ya no importa, estás aquí, ¿no? Mírate, estás muy hermosa (Cristian sonríe).
—(Poché se sonroja) gracias, tú no estás nada mal, eh. ¿Has estado alzando pesas? (Ambos ríen).
—Sí, después de que cierta jovencita rompiese mi corazón me dediqué a la universidad y al gimnasio.
—No quiero arruinar su reencuentro chicos, pero ¿quién va a tomar el taxi? (dice el taxista, Poché y Cristian se miran).
—Ella (dice Cristian sonriendo).
—Oye, las chicas y yo vamos a jugar bolos, ¿quisieras acompañarnos?
—Por supuesto, sería un placer para mí.
—Genial. Sandra, Andrés, vengan (dice Poché en tono alto, llamando a los chicos, ellos se acercan de inmediato).
—Cristian, que sorpresa (dice Sandra mirando a Poché).
—Hola Sandra (Cristian la saluda con un beso de cachete). ¿Cómo estás?
—Bien, gracias y ¿tú?
—Bien, por favor, entren (dice Cristian abriendo la puerta del taxi, Poché entra de primera).
—Por cierto, él es Andrés, mi novio (dice Sandra mientras entra al carro).
—Mucho gusto, Cristian.
—Igualmente (Cristian y Andrés estrechan manos, Andrés entra al taxi y Cristian se da la vuelta y se monta en el puesto adelante).
—¿Vienes con nosotros? (pregunta Sandra).
—Sí (responde Poché por él, Cristian se echa a reír. Sandra le da un suave codazo a Poché y le guiña el ojo).
—Señor, vamos a Charlie's bolos (dice Poché ).
El conductor arranca en silencio. Todos estamos callados. Una canción de Alex Ubago suena en la radio. Cristian mira por el espejo de la ventana, Sandra me mira y sonríe.
—No es lo que estás pensando (Poché susurra en el oído de Sandra).
—Ahora no, pero lo será (Sandra guiña el ojo).
«Querida Sandra, estás loca.»
El taxi para.
—Aquí es chicos.
Todos sacamos dinero para pagar el taxi y se lo pasamos a Cristian.
—Oh, por favor, no (Cristian les devuelve el dinero, saca un billete de su billetera y se lo pasa al señor).
—No, Cristian, por lo menos déjanos dar nuestra parte (dice Poché ).
—No te preocupes por eso (dice Cristian).
Cristian se baja del taxi y me abre la puerta, le agradezco con una sonrisa. Paula y los demás se acercan a nosotros.
—¿Por qué demoraron tanto? (pregunta Paula).
—Los taxis demoraban en pasar (responde Poché ).
—Y mira a quien nos encontramos (dice Sandra bajándose del taxi, Andrés se baja del otro lado, Cristian cierra la puerta y se da la vuelta. Paula lo ve y queda boquiabierta).
—¡Cristian! (exclama Normani).
—Que sorpresa (Paula reacciona).
—Lo mismo dije (agrega Sandra).
—Hola a todos. Mani, DJ, un gusto verlas (dice Cristian).
—Ella es mi novia (dice Normani señalando a Gina).
—Me llamo Gina.
—Un gusto conocerte Gina, yo soy Cristian (dice Cristian tranquilamente).
—Y él es mi novio, Siope (dice Dinah).
—Hola hermano, mucho gusto.
—Igualmente. ¿Así que todos vienen en parejas? (pregunta Critstian).
—Sí, y ahora que te encontramos Poché tiene con quien hacer equipo. (Dice Sandra, Poché sonríe forzadamente, Cristian ríe).
—Así que seré tu pareja, genial (dice Cristian).
—Sí... Entremos (dice Poché ).
Hacemos fila para ponernos los uniformes, ya todos los chicos terminaron, sólo faltamos Cristian y yo.
—Talla 36, ¿verdad? (pregunta Poché sosteniendo unos zapatos).
—Sí, gracias.
—Permíteme (dice Cristian poniéndose de rodillas, le pone el zapato izquierdo a Poché y se lo amarra, continua con el derecho).
—Muchas gracias.
—No es nada. Oye, ¿recuerdas a Chris?
—¿Tu mejor amigo?
—Sí, se estableció en la ciudad hace un par de días y me invitó a una cena mañana en su casa. Me preguntaba si te gustaría acompañarme.
«¿Qué más da?»
—¿A qué hora?
—7 pm.
—Está bien, acepto.
—Genial (Cristian sonríe). Pasaré por ti.
—Va.

Jugando a Amar (Adaptación Caché)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora