Capitulo 43 "Exceso de vino"

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Valentina, Cristia y Chris empiezan a poner la mesa. En la sala quedamos solas ella y yo. ¡Mierda!.
Después de varios segundos ella rompe el silencio.
—Ha pasado tanto tiempo.
—Lo sé (Poché dice fríamente, esquivando la mirada de Calle).
Silencio incómodo de nuevo.
—Tenemos que hablar.
—¿Ah sí? ¿Sobre qué? (Poché mira fijamente a Calle).
—¿Por qué viniste con él?
—¿No puedo? (Poché replica).
—Aún están juntos, ¿verdad?
—¿Te importa?
—Respóndeme (dice Calle enojada).
—Respóndeme tú, ¿por qué te metiste con mi hermana?
—(Chirs interrumpe) la mesa está lista.
Todos pasamos a la mesa. Los puestos quedaron así:
En una punta está Valentina, a su lado derecho Calle, al lado de Calle voy yo, a mi lado está Cristian quedando en la otra punta, y a su otro lado está Chris.
Personalmente quería estar alejada lo más posible de ella y esos puestos fueron una gran falta de sincronía.
Chris preparó pollo con verduras, puré de papas con jamón y queso y ensalada. Todos empezamos a comer, la comida está rica. Cristian abre la primera botella de vino y nos sirve en las copas. Miro de reojo a Calle, quien acabó su copa en tiempo record.
—¿Cómo está mamá? (le pregunta Chris a Calle).
—Bien, ya sabes, cuidando a Taylor (Cristian le sirve la copa de nuevo a Calle, ella toma un sorbo).
«¿Sabrá Chris sobre la infidelidad de su padre? ¿Habrá vuelto a pasar de nuevo?»
—Oh, mañana iré a visitarlos (dice Chris sonriendo,Calle asiente).
—Tu hermano me contó que sacaste uno de los mejores exámenes nacionales, felicitaciones (dice Poché sin mirar a Calle).
«Já, yo también puedo ser sarcástica con los "felicitaciones".»
—Gracias (Calle sonríe por obligación).
—¿Qué tal está la cena? (pregunta Chris).
—Bien (contestan todos).
—Deliciosa pero prefiero la de Poché (responde Cristian).
—Sí, yo igual. Lo hace más rico (dice Calle bebiendo lo que quedaba en su copa, todos quedan en silencio).
«¿Soy la única que mal pensó eso? Mal momento para sonreír picaramente.»
—Así que sabes cocinar (dice Chris).
—Sí, mamá me enseñó mientras estuvo viva (responde Poché ).
—Oh, lo siento mucho chicos (dice Chris).
—No te preocupes (responde Valentina).
—Sí, ya eso pasó hace mucho (dice Poché cortando un pedazo de pollo).
—¿Están saliendo? (pregunta Calle, dirigiéndose a Poché y a Cristian).
—No (responde Poché).
—Sí (responde Cristian inmediatamente, ambos se quedan mirando).
—Sí (agrega Poché).
—No (dice Cristian al mismo tiempo que Poché, Chrs se echa a reír).
—¿Y ustedes? (pregunta Cristian).
—Sí (responde Valentina).
—¿Desde hace cuanto? (pregunta Poché).
—Desde hace 7 meses (responde Calle).
«What?»
—Felicidades espero que sigan así (dice Poché sarcásticamente).
—Ustedes igual (replica Calle, Cristian le sirve otra copa).
—Basta, creo que es mucho para ella (dice Chris).
—No, puedo soportarlo Chris (reclama Calle, Chris hace una mueca).
—Está bien, dale todo el vino que quiera (dice Chris, Cristian le sirve de nuevo).
El tiempo transcurre más lento que una tortuga obesa en la luna. Por fin terminamos con la mesa, todos pasamos a la sala de nuevo. Chris recoge los platos y nos alcanza en unos minutos.
Está vez estábamos sentados Cristian y yo frente a Valentina y Calle. Si antes pensé que era incómodo estar al lado de ella, tenerla al frente es mucho peor. Nuestras miradas se cruzan todo el tiempo. Ella me mira sin ningún problema de arriba a abajo, quizá Valentina no se ha percatado de eso. Chris nos sirve vino dos veces más. Esta vez es de vinotinto.
La conversación se hace más fluida. Calle sigue bebiendo y soltando sus comentarios raros, no logro entenderla. Primero me mira fijamente y segundos después se besa con mi hermana en mi cara, tengo rabia pero no voy a demostrarlo.
Cristian me toma la mano, bien hecho Cristian. Ella alza una ceja desaprobando la acción de Cristian, los chicos están tan metidos en su conversación sobre fútbol que no se han dado cuenta de nada.
—¿Le dan al Barcelona o al Real Madrid? (pregunta Valentina).
—Al Real (dicen Cristian y Chris a la vez, chocan sus manos).
—Yo le voy al Barça (dice Valentina).
—¿Bromeas? Tenemos a Cristiano Ronaldo y a James (dice Cristian).
—¡Exacto, bro! (dice Chris).
—No, el Real tiene publicidad y Barça es puro juego (responde Valentina, Lauren se pone de pie, todos dejan de hablar).
—¿Puedo usar el baño? (pregunta Calle).
—Sí, es arriba a la derecha (contesta Chris, Calle camina unos cuantos pasos tambaleando).
«Dios, está borracha.»
—Poché¿por qué no la acompañas? (propone Chris dejando a Poché contra la espada y la pared, Cristian y Valentina la miran instantáneamente).
—Vale (responde Poché).
La tomo por el brazo y la ayudo a caminar mejor. Al tocar su mano siento de todo. No puedo creerlo, ha pasado más de un año y aún estoy enamorada de ella.
Subimos las escaleras, en el segundo piso hay dos cuartos, el baño está dentro del cuarto de Chris. Calle se lanza sobre la cama.
—¿Te sientes bien? (pregunta Poché preocupada).
—No, tengo mareos (dice Calle boca-abajo).
—(Poché se sienta en una esquina de la cama) quizá sea por, no sé, ¡las 8 copas de vino que tomaste!
—(Risas) quizás.
—¿Por qué estás bebiendo tanto? Antes no eras así.
—¿Por qué viniste con él? (Calle se pone boca-arriba para ver a Poché).
—Otra vez con eso.
—Es que no soporto verlo, no soporto verlos juntos.
«Woah, ¿qué?»
—Yo tampoco, a ti y a mi hermana.
(Calle alza el torso y se sienta junto a Poché, quien siente el olor a vino).
—No sabes las ganas que tengo de besarte una vez más (Calle intenta besar a Poché pero ella la detiene).
—Estás con mi hermana.
—Pero a ella  no la amo.
Mis deseos pueden conmigo.
Me he lanzado a besar a Calle. Dios, sus besos son tan deliciosos, estoy en otro planeta.
Ella me acuesta y se pone sobre mí, empieza a besarme el cuello, cierro mis ojos y suelto un pequeño suspiro.
—Para (Poché ordena).
—¿Qué?
—Por favor para.
—¿Por qué?
—Estás borracha. No quiero que mañana olvides todo o amanezcas arrepintiéndote.
Calle se aparta de mí, ambas nos componemos los vestidos y el cabello y nos sentamos de nuevo en la cama.
—(Poché continua) además mi hermana es tu novia, no podría hacerle esto.
—Tú sigues con el chico ese y yo no digo nada.
—¡Él no es nada mio! Sólo me invitó a esta cena y quizá fue un error venir.
—No, error fue no haberte dicho "quédate" en el aeropuerto hace un año y unos cuantos meses.
—Hablamos cuando estés sobria (Poché sale del cuarto). Haz lo que tengas que hacer, te esperaré aquí para ayudarte con las escaleras.
—Vale.
Hice lo correcto.
1- No puedo hacerle eso a mi propia hermana aunque ella si me lo haya hecho. Eso no va conmigo, si voy a ganar, ganaré de forma limpia.
2- Calle está borracha. Actúa sin medir sus actos y las consecuencias que trae. La sola idea de besarme en la cama de su hermano, mientras todos nos esperaban abajo es algo descabellada, lo que me hace creer que no está en sus 5 sentidos y lo más probable es que mañana despierte con la memoria en blanco.
—Listo, lo siento por lo de hace un rato (dice Calle con la mirada baja, Poché le eleva el mentón con dos dedos).
—No te preocupes por eso (dice Poché y le da un pequeño beso en la mejilla, Calle sonríe).
Tomo el brazo de Calle y la ayudo a bajar las escaleras lentamente, luego la siento en el sofá.
—Disculpen la demora (dice Poché , Valentina la mira enojada).
—¿Por qué demoraste tanto amor? (le pregunta a Valentina a Calle).
—Es que tenía un poco de mareo (responde Calle).
—Te dije que era demasiado vino para ti (dice Chris en tono de reproche).
—Vale Chris, se hace tarde, creo que mejor me voy ya (dice Calle).
—Nosotros igual (dice Poché).
—Está bien, pero debemos encontrarnos otra vez más (dice Chris).
«Sí, claro, ¿por qué no? Somos los 5 buenos y felices amigos.»
—Sin duda (responde Cristian).
—Pediré un taxi para Calle (dice Chris).
—No, tranquilo, yo la llevo (dice Cristian).
—Gracias hermano.
—No es nada.
(Todos se ponen de pie).
—Hasta luego Chris (dice Cristian dándole un abrazo a Chirs).
—Adiós bro.
—Fue un gusto conocerte Chris, gracias por todo, adiós (dice Poché dándole un abrazo).
—No, gracias a ti muñeca, por venir. A todos ustedes (dice Chris).
—Cuñado, fue un placer haberte conocido. Cuídate mucho, adiós (dice Valentina).
—Igual tú y cuida muy bien a mi hermana.
(Calle abraza a Chris).
—(Chris continua) mañana tendrás resaca, pilluela.
—Lo sé, espero que mamá no lo note.
—Mamá nunca lo nota (Chris y Calle se ríen).
—Adiós hermano, te veré pronto (dice Calle).
—Adiós princesa (dice Chris).
Todos salimos de la casa, Cristian nos abre la puerta del carro.
Valentina y Calle se sientan atrás y yo adelante. Antes de arrancar nos despedimos de Chris con la mano.
El camino a casa de Calle es largo, siento el tiempo pasar más lento aún. Nadie dice nada. Llegamos a su casa. Valentina se baja con ella y la llevo hasta la puerta. Yo observo la casa y recuerdos me vienen a la mente.
—Aún te gusta, ¿cierto? (le dice Cristian a Poché ).
—Aunque diga que sí eso no cambiará nada, ella está con Valentina ahora (responde Poché mirando a Calle, quien espera que su madre le abra).
—No parece estar enamorada de él.
—¿Por qué lo dices?
—Porque no lo mira como te miraba el día de la fiesta de tu amiga. Y sabes, he pillado que aún te mira así. (Poché sonríe involuntariamente al escuchar las palabras de Cristian).
—¿Crees que tenga esperanzas?
—Muchas. Vamos, ve por ella, inténtalo.
—Lo haré, gracias.
Valentina vuelve al carro y mi conversación con Cristian termina.
Al llegar a nuestra casa, me despido de Cristian con un beso en la mejilla  y se va.
Valentina y yo estamos en la puerta.
—Las llaves (dice Valentina fríamente).
—Ten (Poché se las pasa, él abre la puerta).
—No hagas nada, ella está bien sin ti (dice Valentina).
—¿Qué? (pregunta Poché desconcertada).
—Ya sabes, Calle.
—Que bueno que llegaste al tema. Eres una... ¿Cómo pudiste?
—Lo siento Poché, pero sabías que ella me gustaba.
—Y tú sabías que yo la amaba.
—No te pido que me disculpes, sólo te pido que no te metas en mi relación, tú estuviste con ella y lo echaste a perder, ahora es mi turno.
—¿Y quién dice que mi turno ha terminado?
—Haces algo y...
—(Poché lo interrumpe) y ¿qué? ¿Le dirás a papá que soy lesbiana? Pues te tengo una noticia hermano, él lo sabe, ¿por qué crees que me mandó a Madrid? ¿Por voluntad mía?
—No fue culpa mía.
—Eso lo sé. Te lo voy a decir hoy, aquí y en tu cara: aún amo a Calle y lucharé por ella.
Me voy para mi cuarto habiéndolo dicho todo, Valentina se queda para cerrar la puerta principal.
"No hay disfraz que pueda ocultar por largo tiempo el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay."
—François De La Rochefoucauld.

Jugando a Amar (Adaptación Caché)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora